El destino de una mujer cuando se casa es, a veces, incierto. Si bien a las niñas se les educa para que encuentren la felicidad en el matrimonio, esto a veces puede convertirse en una pesadilla de muerte. Varias han perdido la vida a manos de quien ante el altar juró protegerlas y amarlas.
De esto reflexiona la pintora Rosalba Espinosa en su exposición “Matrimonio con mortaja”, conformada por veintiséis piezas que se presentan en el Centro Universitario de los Altos y cuyo tópico central es el feminicidio.
“Para mí es importante este tema como artista, como mujer. Y es que la mujer no sabe a dónde la va a llevar el matrimonio. La mujer está educada para el matrimonio como única alternativa y se convierte en una mortaja para ella”.
Este es el tercer tema social que Espinosa ha tratado en su obra. Antes presentó una muestra sobre el narcotráfico (Aritmética del dolor) y luego otra sobre la pederastia (Pérdida de la luz). La técnica que esta pintora emplea se define transferencia, la cual se deriva de la litografía y utiliza tintas, capas, levaduras para intervenir fotografías o copias fotostáticas con fines de composición plástica.
En el caso de las imágenes de esta exposición, se advierten rostros de mujeres de distintas épocas. Los moretones, las heridas, la sangre son recreados, junto a otras alegorías que representan el rencor espiritual y el sentimiento de desasosiego que gira en la tenebrosa atmósfera de los crímenes contra mujeres.
Rosalba Espinosa ha participado en más de veinte exposiciones colectivas en varias galerías y museos de Guadalajara, el resto del país y en Estados Unidos e Italia. Señaló que con esta muestra busca crear conciencia de la gravedad que implica el feminicidio, todo desde una experiencia y perspectiva propias.
EXPOSICIÓN
“Matrimonio con mortaja”.
Del 10 de noviembre hasta el 15 de diciembre,
Centro Universitario de los Altos.
