Bullying ayer y hoy

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    La ventaja de ser invisible es el título de la película dirigida por Stephen Chbosky, la cual me trasladó a mi época de secundaria, aún cuando el actor principal cursa la preparatoria. En ese periodo quienes sufríamos lo que hoy llaman bullying, contábamos los días para que llegara el fin de cursos.
    Los personajes de la historia tienen problemas, traumas, mismos que hoy muchos adolescentes tienen y que no son fáciles de platicar con un adulto. Dicen que los tiempos han cambiado y que permiten orientar y asesorar a quienes se encuentran en alguna situación incómoda, ya sea psicológica o de salud. No lo creo del todo, porque siento que falta sensibilizar a quienes están alrededor de estos chavos o chavas, para que los comprendan. Tan es así, que continúan los apodos por inadaptados, según dicen quienes afirman no tener problema alguno.
    Si bien los protagonistas del filme no son invisibles y quienes sufren bullying tampoco, aun cuando si lo desean o deseamos ser en su momento, comprobamos que estamos vivos y que podemos superar muchos retos, después de las bromas supuestamente de “niños”.
    Recomiendo la película. Se divertirán y hasta recordarán música ochentera. Después de leer el libro en el cual se basó el director de la película, y por qué no, al igual que yo, contar aquello que no nos atrevimos a contar en casa.

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