Si tiras basura aquí, es de suponer que la tiras en todas partes: en tu recámara, en tu sala, en tu jardín, en la calle, en la carretera, en el cine, en las oficinas, en la iglesia, en el parque, en el estadio, en la presidencia, tu automóvil, cocina, en tu comedor.
La patria está atiborrada de basura, porque aquí vive mucha gente como tú que la tira en todas partes indiscriminadamente, y como no hay autoridades estrictas en este aspecto, todo mundo no tiene miedo de aventarla en cualquier parte y a los cuatro puntos cardinales, sin pensar en la ecología, ni en el hecho de que un lugar con basura es insalubre, asqueroso, nauseabundo y muy criticado por los turistas que proceden de países donde hay cultura, erudición y educación, y naturalmente se llevan esta mala impresión de nosotros los mugrosos, a su país.
Esta es razón por la que muchos extranjeros que nos visitan por primera vez, ya no vuelven y aconsejan a sus compatriotas para que no vengan a nuestra querida patria.
Digo: “querida patria”, porque fanfarroneamos que somos muy patriotas, pero… ser patriota es sinónimo de “hacer algo” constructivo y edificante por la misma, para mejorarla, elevarla, dignificarla, para colaborar con los gobernantes, en lugar de criticarlos, como es nuestra arraigada costumbre.
Tirando basura no eres patriota, sino todo lo contrario, porque estás denigrando con tu suciedad al país que te vio nacer y que esperaba algo mejor de ti.
