Amor en una ciudad moralina

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    Miguel, un tipo de alrededor de cuarenta años, da clases de filosofía, tiene como rutina beberse varias cervezas Estrella a lo largo del día, necesita rezar padres nuestros y aves marías mientras folla para evadir su mente y retrasar el orgasmo; de joven perteneció a grupos de izquierda hasta que lo desencantó por su incapacidad de acuerdos; tiene una esposa que se acuesta con sus amigos mediando su consentimiento por un supuesto amor libre que en realidad no soporta, y lo corroe día a día aun cuando terminen separados; sus encuentros homosexuales parecen darle alivio a sus complicaciones sentimentales con las mujeres; vive en el centro de Guadalajara, en una ciudad que se le antoja algo melancólica y lejana. Esa es la historia que Febronio Zatarain ha construido en su primera novela En Guadalajara fue, publicada por la editorial La Zonámbula en 2012.
    Zatarain, originario de Concordia, Sinaloa, propone esta novela corta de apenas 83 páginas por las que deambula el erotismo, los cuestionamientos existenciales, del amor y la pareja, en medio de referencias físicas y sociales citadinas, y todo ello con salpicaduras bibliográficas y metaliterarias sobre la escritura, que intentan dar sentido a su propio relato mezclado en las tres personas narrativas.
    El título del texto alude a la canción del grupo El Personal, que cuenta una historia amorosa en una Guadalajara folclórica y no tan mocha como parece, sino que goza de doble moral y ello forma parte importante en la novela.
    Tiene verosimilitud y unidad, pero parece no lograr apartarse de un ensayo de recursos literarios que la motivaron, ni de pasar de unos cuantos esbozos ideológicos que la fundamenten.

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