Ambiente sano gente sana

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Para Myriam Urzúa Venegas, punto focal de evaluación de desastres, de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), México debería rescatar los temas de planificación y ordenamiento territorial.
Diversos países como el nuestro, han dejado que el mercado tome decisiones en cuanto al crecimiento urbano y localización de viviendas, empresas e industrias, explicó en entrevista luego de su ponencia en el primer Congreso Internacional de Salud Ambiental, organizado por la Universidad de Guadalajara, el Instituto Nacional de Ecología y la Organización Panamericana de la Salud.
Tal situación favoreció lo ocurrido en Monterrey, luego de las tormentas que dejó el huracán Alex. Todas las construcciones a lo largo del lecho del río sufrieron serias pérdidas y problemas por no estar en un lugar adecuado. “Se las llevó el agua, nadie creyó que iba a pasar el agua de nuevo y el agua busca su curso”, añadió.
La arquitecta planteó que por efectos del cambio climático, se observan desastres más frecuentes e intensos. Ante lo cual, las naciones deben asumir y desarrollar diversas acciones que permitan soportar los embates en mejores condiciones.
Es necesario, por un lado “ajustar más las normativas y reglamentaciones” a fin, disminuir la vulnerabilidad ante los desastres naturales y los ocasionados por el hombre. También se requieren acciones de mitigación y adaptación a temas como el aumento del nivel del mar o la temperatura, además de esquemas de información y sistemas de alerta temprana.
Urzúa Venegas lamentó que los países latinoamericanos, en especial los de Centroamérica y el Caribe no se encuentran tan preparados para desarrollar acciones de mitigación.
“En el caso de México se están haciendo grandes esfuerzos, pero estamos enfrentados a una serie de riesgos porque el desarrollo de las ciudades ha sido más extensivo”, sin una planeación efectiva, entre otras cosas.
Dijo que el ordenamiento urbano territorial es un instrumento que permitiría identificar sitios más adecuados para vivienda, inmuebles públicos, industrias, que disminuya la vulnerabilidad ante los desastres.
Urzúa Venegas consideró que nuestras acciones como seres humanos no hacen de este planeta un lugar sustentable, pues no pensamos en el hombre, sino en los negocios. Ante esto, debe haber un cambio de paradigma que inicie con la educación infantil.
La estudiosa de la CEPAL, comentó que a corto plazo podría haber más exiliados ambientales, como ocurre en algunas islas del Pacífico sur, que se encuentran a nivel del mar, por lo que es necesario prepararnos para reubicar personas y desarrollar acciones de mitigación.
Ante eso, es vital poner los presupuestos para actuar. “Es una obligación ética con los ciudadanos de todas las naciones. Todos los países tienen que asumir su responsabilidad sobre cómo van a cuidar a su población”.
Durante el evento académico denominado “Ambiente sano, gente sana”, realizado en días pasados en Guadalajara y Zapopan, fueron presentados 163 trabajos provenientes de 19 países con ponentes en materia de salud ambiental de América Latina, Europa y Estados Unidos.

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