Carmen Peredo falleció el pasado domingo 13 de agosto y la Universidad de Guadalajara, Casa de Estudio a la que Peredo dedicó su labor durante treinta y cinco años en la jefatura de área de piano y en la comisión de promociones y conciertos, reconoce su trayectoria.
Como una de las fundadoras de la Escuela de Música del Centro Universitario de Arte, Arquitectura y Diseño (CUAAD), Peredo dejó huella artística e inspiración docente, al ser la primera maestra de piano así como una de las figuras más activas en la difusión de las bellas artes en Guadalajara.
La hija de Peredo, Gabriela Flores Peredo, académica del departamento de Música del CUAAD, recuerda el legado que su madre dejó a esta institución.
“Ella fue una pianista desde muy joven, entró a la escuela de música recién abierta, y pronto ella comenzó a hacer recitales dentro de la Universidad y tomó mucha experiencia como promotora”, mencionó en entrevista.
Una de las etapas que recuerda es que junto a su padre, el poeta y maestro Ernesto Flores (1931-2014), Maestro Emérito de la Universidad, curó la programación de conciertos, cuando Peredo fungía como gerente administrativa de la Orquesta Sinfónica de Guadalajara, de 1983 a 1986.
El trabajo que desempeñó con músicos locales e internacionales, destaca Flores Peredo, posicionó a Guadalajara en el ámbito de la música de cámara, “que fue su vida y su pasión”, y que transmitió en los recitales que organizaba con los propios alumnos y maestros de la Universidad de Guadalajara.
Carmen Peredo inició sus estudios con la pianista jalisciense Áurea Corona y se graduó con el presbítero Manuel de Jesús Aréchiga, continuando sus estudios de posgrado con Fausto García Medeles y Luz María Puente.
Su pasión por este instrumento la llevaron a perfeccionar su técnica con personalidades como José Kahn, Reah Sadowsky, Bernard Flavigny, Jörg Demus, Guido Agosti, Gerd Kemper, Joaquín Achúcarro, Luz María Puente, María Teresa Rodríguez, Manuel Delaflor y un curso de Análisis de las Formas con el gran compositor mexicano Miguel Bernal Jiménez.
Actuó como solista con la Orquesta Sinfónica de Guadalajara y la Orquesta Sinfónica del Noroeste, bajo la dirección de Helmut Goldmann, Luis Ximénez Caballero, Arturo Xavier González, Domingo Lobato, Kenneth Klein y José Guadalupe Flores.
Sin embargo, la etapa más fructífera para la música de cámara en Guadalajara, reconoce Flores Peredo, fue a cargo de su madre, con los diferentes ciclos de conciertos que realizó como promotora, presentando artistas y grupos de nivel internacional, como el Amaryllis Consort de Inglaterra, el cuarteto italiano Amati, el pianista ruso Boris Bekhterev, el Cuarteto de Moscú, el trío polaco Olechowsky, así como los más destacados intérpretes nacionales, como el cellista Carlos Prieto, el violinista Hermilo Novelo, los pianistas Edison Quintana, entre muchos otros.
