Orgullo y pertenencia en la Universidad de Guadalajara

A lo largo de un siglo, la Universidad de Guadalajara ha formado generaciones que hoy sienten un profundo orgullo de pertenecer a una institución con tanta historia. En el marco de su centenario, estudiantes y docentes coinciden en que la UdeG representa no solo un espacio académico, sino también una parte esencial de su identidad y crecimiento personal.

María José Camarena Pérez, estudiante de octavo semestre de la licenciatura en Comunicación Pública, lo expresó con palabras simples pero llenas de significado: “Mi sentir es orgullo. Orgullo de pertenecer a una red universitaria tan grande, con tantos años de prestigio y posicionamiento tanto a nivel nacional como internacional”. Para ella, formar parte de una universidad que ha trascendido generaciones implica reconocer el valor de la educación pública y de la comunidad que la sostiene.

Con una visión similar, su compañero Óscar Eduardo Hernández Pérez, también de Comunicación Pública, destacó la importancia de la universidad en su trayectoria personal. “Es un orgullo para mí poder ser parte de la mejor universidad de Guadalajara, una de las más importantes del país. La UdeG me ha dado todo, desde la preparatoria hasta la universidad. Me impresiona ver cómo año con año la institución crece, saca buenos profesionales y abre más oportunidades para que los jóvenes puedan estudiar”.

La estudiante Julieta Bran Aguilar, también estudiante de Comunicación Pública, compartió el sentimiento de pertenencia que la une a esta Casa de Estudio: “Significa una gran satisfacción estar en una de las mejores universidades de México. Me siento profundamente honrada y orgullosa de ser parte de esta gran institución desde la preparatoria y ahora en la licenciatura”.

El profesor José Igor Israel González Aguirre, investigador y docente de la UdeG, compartió una mirada más profunda sobre lo que significa trabajar dentro de esta universidad. “En principio, es un privilegio. Es un espacio que me permite hacer lo que realmente me gusta: investigación y docencia. Convertí mi pasión en mi trabajo, y eso representa mucho. Además, siento que contribuyo a la formación de las personas y que incido, de manera positiva, en sus vidas. Eso me hace reconocer la enorme responsabilidad que implica estar aquí”.

Egresado de la propia universidad, el profesor González Aguirre considera a la UdeG como parte fundamental de su historia personal. “Sin la universidad no sería lo que soy ni haría lo que hago. Saber que cumple 100 años produce un profundo orgullo. Uno se identifica con la institución, se siente parte de una gran comunidad, una ‘manada’, como solemos decir. Vestir la piel de la UdeG es algo que se lleva con mucho honor”.

A cien años de su fundación, la Universidad de Guadalajara no sólo celebra una trayectoria académica, sino también el orgullo y la identidad de quienes la conforman. Para muchos, más que una escuela, la UdeG es un segundo hogar que ha acompañado sus sueños, sus logros y su historia.