Vía rápida a mitad de la ciudad

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080229 ciudad y region arranque de fase del proyecto de movilidad urbana sustentable y a las obra del camion articulado, presentacion del camion. foto giorgio viera.

En los siguientes nueve meses se gestará una renovación urbana en Guadalajara. La más importante transformación en los dos últimos siglos de la capital de Jalisco tendrá como punta de lanza la reestructuración del transporte colectivo. El escenario: la calzada Independencia, donde los autos dejarán de ser los “mandones” de la vialidad y perderán preponderancia, después de los camiones articulados, ciclovías y peatones.
En ese mismo paisaje integrarán conjuntos habitacionales y comerciales que se proponen redensificar y revitalizar el centro metropolitano.

Unir a dos Guadalajaras
Los datos que vamos conociendo, a través de los estudios de movilidad urbana, no sólo para el centro sino para la ciudad en su conjunto, hablan de una realidad conocida: que uno de los principales ejes de movilidad es la calzada Independencia, a partir del cual se articulan otros, aseguró el presidente del Colegio de Arquitectos del Estado de Jalisco, José de Jesús Torres Vega.
Este representante de los arquitectos, que es además profesor del Centro Universitario de Arte, Arquitectura y Diseño, de la Universidad de Guadalajara (CUAAD), afirma que la propuesta del gobierno del estado quiere generar lo que se ha dado en llamar la renovación urbana a partir de la calzada Independencia.
El proyecto pretende quitarle supremacía al automóvil, en el caso de esta calzada, para que la recupere el peatón, el transporte público.
Este giro implica una serie de obras complementarias que darán seguridad al peatón en su tránsito por estas arterias.
Torres Vega considera que las líneas de acción son congruentes con los estudios elaborados, aunque no sean los óptimos, “porque puede haber soluciones mejores, pero esto implica un costo y se está validando en el gobierno el costo beneficio”.
Para el líder de los arquitectos, el aspecto que no debe ser descuidado es el inmobiliario. Recomienda que se realicen estudios profundos de la infraestructura disponible y de la redensificación, dados los grandes conjuntos verticales de carácter habitacional al norte de la ciudad (La Puerta y la propia Villa Panamericana que erigirán en la zona).
“En el plan de desarrollo urbano del municipio de Guadalajara y de la zona metropolitana deben estar planteados los sitios donde es factible desarrollar masificación y con esto me quiero referir a los edificios, porque aparentemente se están aprobando indistintamente en donde ni siquiera toman en cuenta a la norma y lo primero que tiene que hacerse es la actualización de esos planes, para dar paso a las propuestas, que no deben ignorar la infraestructura disponible”.
Al reconocer a la calzada como la frontera de la Guadalajara “popular” de la “no tan popular”, los arquitectos colegiados piensan que las obras proyectadas deben atenuar esas diferencias y contrastes. “La historia ha separado a Guadalajara y las autoridades no han hecho durante los últimos gobiernos ninguna obra para disminuir esta disyuntiva histórica, lo cual es una limitante, pero debe emplearse esta oportunidad para vincular a las dos Guadalajaras”.

Proyecto a largo plazo
Para el doctor Daniel González Romero, catedrático del Centro Universitario de Arte, Arquitectura y Diseño, de la Universidad de Guadalajara (CUAAD), el proyecto de la calzada Independencia debe ser un asunto más allá de lo coyuntural y que rebase el evento panamericano. “Que la regeneración del área se dé a largo plazo, de acuerdo a proyectos que se vayan agregando y que revitalicen todo el sitio. El problema es que lo tienen cortado ahí y no están viendo su extensión hacia el oriente, hacia la parte pobre de la ciudad”.
“Ojalá que los Panamericanos y la regeneración de la calzada Independencia sirviera para generar todo un proyecto urbano que reestructure de manera cualitativa toda el área central de la ciudad, que es la que está demeritada y deteriorada. Se va a aprovechar ese proyecto, pues hay que extenderlo hacia el oriente, no para fabricar escenarios de especulación inmobiliaria o de uso del suelo, sino para el uso ciudadano del lugar”.
Insiste el doctor González Romero en que siempre que se ha hecho algo en torno a la calzada Independencia, nunca se piensa en el oriente y recuerda que lo más que se llegó a hacer y de manera reciente fue la Plaza tapatía y sólo fue “un pedacito” hacia el Cabañas, por razones comerciales y no por motivos urbanos y sociales.
El urbanista fue más allá. Recalcó que el monto a invertir, el cual se tasa a un costo de 1,000 millones de pesos, según versiones periodísticas, no está bien explicado. “Dicen que se va a invertir, pero no se dice en qué. Lo más grave es que no aclaran qué resultados esperan de esas acciones urbanísticas”.
Puso como ejemplo la próxima construcción y comercialización de los espacios de la Villa Panamericana, de los cuales indica que se trata de edificios que le parecen aislados unos de otros y todos ellos separados a su vez de la intención de integrarse al proyecto. “¿Qué tiene que ver eso con el resto de la ciudad, con el centro, con la revitalización de la calzada y el proyecto de transporte?”
En síntesis, el investigador hace un llamado a la transparencia sobre este proyecto y los que están por surgir en torno al primer corredor de movilidad, donde transitará el bus rapid transit (BRT). “Se trata de inversiones muy grandes y si son solamente para que un sector privado especule, pues se está utilizando el dinero público para ganancias privadas”.

Un proyecto integral

de los 1000 millones de pesos que destinarán a la construcción y habilitación del primer corredor de movilidad en la calzada Independencia, menos de la mitad (393 millones de pesos), serán para infraestructura complementaria a la introducción del nuevo sistema de transporte por medio de autobuses articulados en carriles confinados, conocido como BRT y que el gobierno del estado presentó hace poco.
El corredor en sí, sus estaciones, pavimentos especiales, señales y equipamiento, se llevarán la mayor parte de la inversión (607 millones de pesos).
El primer trayecto, que consta de 16 estaciones, implica despejar los carriles centrales de la calzada que se usarán para la circulación del nuevo sistema, cuyas obras comenzaron el pasado 29 de febrero en la glorieta Olímpica.
A este primer corredor las autoridades le apuestan un fuerte “efecto demostrativo”. Esperan que el mismo allane el camino para la construcción de nueve más en la zona metropolitana de Guadalajara y parte del Periférico hacia Las Juntas.
Uno de los beneficios que calculan las autoridades podrían obtenerse con el Corredor de la Independencia, es que al usuario sólo le tomará 32 minutos llegar de punto a punto del trayecto. Esto representa una disminución del 48 por ciento en el tiempo de traslado.
De acuerdo al documento “Tu ciudad se mueve en grande”, que detalla estas cifras, el ahorro del tiempo de recorrido significa 40 mil horas/hombre por día a la semana, que sumadas llegan a 14 millones horas/hombre por año. Estas horas pueden significar más trabajo, estudio, esparcimiento o convivencia con la familia.
Junto con el proyecto del BRT se plantean puentes peatonales, plazoletas, la recuperación de 48 mil metros cuadrados de banquetas y la renovación de 112 mil metros cuadrados, los que suman un 42 por ciento de espacio público para los peatones, además de una ciclovía de 16 kilómetros de longitud al margen del corredor.
El proyecto es amplio, integral y ambicioso, aunque muchos tapatíos empiezan a cuestionar si las autoridades podrán concluir estas grandes remodelaciones viales.

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