Internet cambió las formas de consumo musical. En cinco o 10 años “ya no habrá necesidad de bajar música. El mercado cambió”, expresó Sam Tarantino, director ejecutivo y cofundador del sitio grooveshark.com, una página de contenido musical con tecnología streaming.
El streaming permite ver video o escuchar audio en internet, sin necesidad de hacer una descarga, o bien descargar y al mismo tiempo reproducir alguno de estos elementos multimedia. También se refiere a visualización de transmisiones en vivo a través de internet (como lo hace Coca-Cola, por ejemplo de conciertos).
En entrevista, Tarantino dijo que se le ocurrió la idea de crear una página musical con este tipo de tecnología, cuando sus papás le dijeron que siendo músico no prosperaría: “Quería hacer de la música mi vida”.
Actualmente, empresas discográficas ya obtienen ingresos por ventas digitales. Por ejemplo, según el “Reporte sobre la música digital 2012: Mayores opciones y expansión global”, de la Federación Internacional de la Industria Discográfica (IFPI, por sus siglas en inglés), en 2011 las ventas de este tipo incrementaron ocho por ciento, lo que significó ganancias por cinco mil 200 millones de dólares.
No obstante, el número de usuarios de páginas streaming, como YouTube, muestra que la tendencia del consumo cambia. Más de cuatro mil millones de videos son vistos diariamente en este portal, según se detalla en el sitio, aunque conviene aclarar que no todos buscan música.
Tan solo en México, Grooveshark tiene casi un millón de usuarios, mientras que a escala mundial y en tres años, este sitio web incrementó de cero usuarios a más de 20 millones, dijo Tarantino.
¿Y los músicos?
Páginas web como la que cofundó Tarantino de la mano de Josh Greenberg, no solamente benefician a los usuarios, sino también a los músicos. A más de seis años de la creación de Grooveshark, Tarantino está convencido de que el aprovechamiento de internet trae ventajas para los músicos. Dio un ejemplo: para promocionarse en redes sociales, no se requiere pertenecer a una disquera. Facebook y Twitter representan una oportunidad.
Otra opción es la que recientemente lanzó dicha empresa, Beluga Analytics, un apartado en que se pueden revisar cifras y estadísticas de los músicos. Con ello se “pueden eliminar riesgos”, expresó Tarantino, refiriéndose a que los conciertos ya no se efectuarían en las ciudades más grandes, sino en aquellas donde se escuche más la música de determinado grupo o solista.
No obstante, páginas web streaming aún tienen conflictos legales por derechos de autor. Por ello Tarantino aseguró que apostarle a la música gratuita en internet es una buena opción. De esta forma los músicos difunden y dan a conocer su trabajo a más personas. Consideró que las disqueras y los artistas tienen que generar nuevos sistemas de ingresos, no basados en soportes físicos, ya que podrían apoyarse de las ganancias de conciertos.
Tecnología más trabajo colaborativo
Ricardo Lira Araya, presidente de Músicos Independientes de Valparaíso (MIV), en Chile, comparte la idea de que la música sea gratis en internet, ya que esto permite que músicos sin el soporte de disqueras, tengan oportunidad de difundir su trabajo.
El futuro de la música es incierto para Sebastián Milla, director de plataformas de Twitsessions, un portal web de conciertos vía streaming. Aunque hoy sea utilizado, es difícil saber si esta tecnología traerá más cambios a las formas de consumo.
Actualmente la música pasa por una etapa en la que el trabajo no es valorado, respaldó Milla: “Se tiene la ilusión de que va a llegar el sello (discográfico) a tocar la puerta”.
Lira Araya cree que esto sucede porque los músicos esperan ser valorados, pero ello es un asunto recíproco, es decir, también de los consumidores.
Ambos coincidieron en que una forma de subsanar el contexto actual de los músicos, sobre todo el de los independientes, es mediante el trabajo colaborativo entre agrupaciones y solistas, para organizar una red de intercambio de talentos, como lo efectúa la asociación MIV. De ahí la importancia de hacer equipo.
