Si atamos cabos, el sello de 4AD ha estampado buena parte de las rutas alternas del rock y otras corrientes en las últimas tres décadas. Bandas determinantes, como Pixies, Bauhaus, Cocteau Twins y Dead Can Dance publicaron sus trabajos en esta casa, durante la época “clásica”, cuando Ivo Watts-Russell y Peter Kent eran el oído perspicaz que armaba el catálogo desde las islas británicas.
Al comenzar los noventa, el hálito de independencia y libertad creativa que había sido la raíz de su éxito se evaporó en manos de Warner, una asociación para ganar el terreno americano que se tradujo en la inclinación por bandas de Estados Unidos y una tergiversación de la línea sonora. Muchos dieron por muerto el sello.
Pero hace un par de años, la marca de 4AD relumbró con nuevas lentejuelas, como The National, Stereolab, St. Vincent y Camera Obscura. Terminado el contrato con Warner, retirados del negocio sus fundadores y retomada en serio por su compañía matriz, Beggars Banquet Records, esta disquera ha vuelto para esculpir el paisaje sonoro de una nueva década.
Entre sus propuestas frescas, una serie de sesiones en video a modo de tocada en la cochera. Los nueve episodios disponibles hasta el momento muestran de cerca y en acción a Iron and Wine, Blonde Redhead, Efterklang, Tune Yards, Gang Gang Dance, Stornoway, Broken Records, Twin Shadow y Ariel Pink’s Haunted Graffiti. Algunos consideran como episodio cero una grabación de Deerhunter, pero sólo es de audio y se encuentra con la palabra clave “features”.
