¡Vamos a la libreria!

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Guadalajara. Jalisco. MŽxico. 22 de Septiembre del 2009. Libreria Uniersitaria. JosŽ Mar’a Mart’nez

Al entrar al sitio (garaje) que le asignaron a la librería de la Universidad de Guadalajara, doy un recorrido con mis ojos, de punta a punta: ya lo vi todo. No hay personal que pueda informar, no tiene página web. Está claro: tampoco hay presupuesto.
Comentan los trabajadores que la librería depende de la División de Artes Escénicas y Literatura y de Cultura UDG, pero también afirman que ni siquiera hay un link en para tener acceso a información referente a libros y promociones. Nada.
A pesar de esto, la librería participa en muchas actividades: forma parte de “FIL en librerías”, así como de la Feria Municipal del Libro, además de contar con todos los títulos publicados por los centros universitarios de la UdeG. También participa en el Festival de Cine de Guadalajara, ya que cuenta con mucho material de cineastas. En ocasiones un módulo de la librería viaja alrededor del país, para llevar a distintos estados su material y para difundir la librería en sí.
Además del material universitario, también cuenta con los manuales requeridos en las preparatorias, a precios económicos y siempre tienen ofertas. Incluso alumnos de universidades privadas se acercan a buscar títulos allí, porque son más baratos.
La librería tiene potencial, pero aseguran que aunque ha vivido tiempos dorados, los de hoy son grises. En los años cincuenta, cuando nació, le inyectaron la fuerza que necesitaba para formar parte de la segunda universidad más importante del país. En los setenta fue su auge, pero a partir de los noventa ha decaído, y el casi “sótano” debajo de Casa Escorza, es lo que queda.
Ana Laura y Raúl no son optimistas con respecto al futuro de este lugar, que debería considerarse básico para la formación de los alumnos de esta institución. Dicen que cada vez hay menos libros en existencia, que no se preocupan por las instalaciones, y menos por darle difusión.
Tan es así, que carecen de página en Internet. Muchas personas hacen pedidos de libros al corre electrónico particular de quienes atienden el lugar o llaman por teléfono para hacerlos. Incluso a los trabajadores de la Universidad les otorgan facilidades de pago. Afirman que acelerarían muchísimo el trabajo si la librería contara con una página en que pudieran los interesados hacer pedidos y en donde la comunidad universitaria se enterara de los servicios y novedades que ofrecen.
En la librería inicialmente era posible encontrar sólo textos de académicos de la institución. Hoy difunde trabajos de investigación, revistas, libros de arquitectura, medicina, historia, química, física, literatura, etcétera, sean o no de autores de la institución.
Para aquellos que no saben dónde se ubica, una vez más anoto el domicilio: Escorza 83, en el mismo lugar en donde está Casa Escorza… en el garaje.

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