Valle del Silicio valle de lágrimas

1012
070730 economia fotos de la planta Jabil, productora de componentes electronicos. foto giorgio viera

La industria electrónica en México enfrentó su primera crisis antes de la recesión económica de Estados Unidos, en 2001, por los atentados terroristas. Dicha afirmación la sostiene la profesora investigadora del Departamento de Estudios Regionales-Ineser, del Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas (CUCEA), Angelina Hernández Pérez.
En su estudio, publicado en el número 95 de la Carta económica regional, señala que aunque las autoridades oficiales intentaron demostrar que el poco crecimiento de dicho sector obedecía a la situación económica de Estados Unidos, sin embargo, el drástico descenso de los niveles de inversión inició antes de esa fecha y culminó con una emigración masiva de empresas hacia el continente asiático.
La gaceta publicó el 23 de abril pasado que del periodo de Alberto Cárdenas a esa fecha habían emigrado de Jalisco 26 industrias del ramo de la electrónica, sin contar a Hitachi, que tendrá un retiro paulatino hasta 2008.
Durante el periodo 1994-2001, la industria electrónica en México tuvo su mayor auge, al registrar tasas de crecimiento promedio anuales de 21.8 por ciento en el volumen de exportaciones, para colocarse en ese último año como el primer lugar nacional, con 30 por ciento del total de exportaciones manufactureras, lo querepresenta aproximadamente el cinco por ciento del producto interno bruto (PIB).
No obstante lo anterior, desde 2000 comenzaron a registrarse los primeros síntomas de agotamiento del sector, puesto que las estadísticas de inversión extranjera directa (IED) demuestran una disminución de 46.6 por ciento de 1999 a 2000 y de 67 por ciento de 2000 a 2001.
La académica asegura en su análisis que la pérdida de inversiones del sector en México se acentuó de manera alarmante en Jalisco, ya que en el llamado “Valle del silicio mexicano” disminuyeron las inversiones 36.38 por ciento acumulado de 1997 a 2000, mientras que de 2000 al 2004 hubo una caída más drástica en las inversiones, por 86.70 puntos porcentuales.
Con lo anterior expuesto, Angelina Hernández Pérez señala que en lo concerniente al caso Jalisco, la crisis del sector inició antes de los atentados terroristas en Estados Unidos, en 2001. “Esta industria estaba encontrando desde años atrás otras alternativas de inversión en algunos países asiáticos”.
Conforme a información de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), los nuevos países que han entrado a competir “con todo” por acaparar la inversión de ese sector en Asia, son China, India e Indonesia y en Europa Oriental se encuentran la República Checa, Hungría, Polonia y Eslovaquia.
La industria electrónica de forma paulatina va emigrando hacia China, donde les dan mejores condiciones y garantías. “Les sale más barato su permanencia en China que en Jalisco”, indicó Pablo Casillas Herrera, profesor investigador del Departamento de Estudios Ibéricos y Latinoamericanos (Deila), del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH). La gaceta, abril 23.
Esta inversión golondrina prefiere India y/o China, porque los salarios de los obreros de esas naciones son más competitivos que los de las y los obreros mexicanos. En promedio un obrero de la industria electrónica en Jalisco percibe alrededor de 700 pesos a la semana.
El coordinador del Departamento de Sistemas de Información, del CUCEA, Tomás Herrera Sandoval, comentó en conferencia de prensa que “la globalización de la economía ha afectado al Valle del silicio mexicano. En China, por su forma de trabajar, sale más económico producir que aquí, incluso con los costos de traslado… la globalización obliga a que las empresas busquen optimizar recursos, y más que minimizar pérdidas, maximizar ganancias”.
Marc Rosenstock, presidente de ROC Exhibitions Inc., la firma organizadora del encuentro del sector electrónico en octubre pasado, realizado en Guadalajara, dijo en entrevista que México tiene todo lo necesario para atraer inversiones: inflación baja, infraestructura en educación y mano de obra altamente calificada, pero el país “no es tan bueno para competir con la manufactura con China, porque éste aprovecha el mercado interno para la fabricación de productos”.
Mencionó que existe la percepción entre proveedores globales de que México es un país más distante que China. Además, al migrar a productos de mayor valor agregado, hubo una especie de “rendición” por parte de la industria respecto a la manufactura, pero es un tipo de producción que no genera muchos empleos.
Desde la administración pasada, el gobierno de Jalisco ha intentado revertir la situación de la crisis de la industria electrónica con un apoyo mayor al desarrollo de software. En ese sentido, la investigadora Angelina Hernández Pérez concluye en su análisis que si el estado pretende reorientar los incentivos hacia la creación de una industria del software como alternativa de corto y mediano plazos, refleja, en parte, alguna luz sobre las tendencias de la reestructuración de las empresas productivas de orden mundial.

El caso Hitachi

Docenas de estudios académicos y de consultoría laboral coinciden en que la industria electrónica en México no respeta la Ley Federal del Trabajo. Las violaciones laborales van desde amenazas de despido por intentar sindicalizarse, firma de renuncias anticipadas y contratos temporales, hasta exposición a sustancias tóxicas o peligrosas, pruebas de embarazo a las obreras, entre otras.
En Jalisco, la mayoría de las firmas de este sector llegaron a partir de 1995, con el arribo del primer gobierno emanado del Partido Acción Nacional. En el marco de ese boom se instaló en el municipio de El Salto la empresa japonesa Hitachi, que 10 años después anuncia el traslado paulatino de sus líneas de producción a Filipinas. 4,500 empleados serán despedidos. Al cierre de esta edición se había efectuado el cuarto recorte escalonado, y sumaban cerca de 1,200 trabajadores.
En octubre pasado, el Centro de Reflexión y Acción Laboral (Cereal) dio a conocer el informe Trasnacionales de la electrónica y derechos laborales en México, el cual comprende el periodo de junio de 2006 a agosto de 2007. En la investigación se dan a conocer las irregularidades de varias firmas enclavadas en Jalisco. Hitachi está entre las señaladas.
Una industria electrónica de capital extranjero busca los mejores esquemas de competitividad para instalarse en un país. Uno de estos es la mano de obra barata. En ese sentido, el informe de Cereal concluye que los casos de violaciones laborales no son aislados, sino que responden a problemas estructurales inherentes a una industria que se ha establecido en varios países del tercer mundo: China, Malasia, Filipinas, India, Brasil y México, “buscando comprar mano de obra barata, joven y controlada”.
Algunos ex trabajadores y empleados actuales de Hitachi se han organizado para tratar de hacer valer sus derechos laborales mediante un mecanismo que han llamado La red como forma de lucha. Consiste en dar a conocer a la opinión pública su verdad por medio de interntet. Su objetivo es la exigencia a Hitachi, a Caspen (subcontratadora) y al gobierno de Jalisco, del respeto irrestricto a la ley.
“Exigimos que Hitachi como Ciudadano Global, asuma correctamente su responsabilidad patronal y atienda nuestras justas demandas, para que realmente genere mejores condiciones de vida en los países en que se encuentra establecida esta empresa”, se puede leer en http://www.hitachiworkers.com.

El mundo necesita técnicos

Gala Aguilar

tomás Herrera Sandoval, jefe del Departamento de Sistemas de Información, del Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas (CUCEA), de la Universidad de Guadalajara, es claro cuando dice que “se debe apostar por la difusión de estas carreras y tratar que los alumnos se involucren en actividades extracurriculares relacionadas: congresos, talleres, conferencias y sobre todo, vincular sus lazos con las empresas”.
Agrega que con la formación de estudiantes más competitivos, aumentan sus posibilidades de quedarse a trabajar en las empresas, lo cual también favorece el panorama económico.
“La apuesta debe ser que los alumnos que están por egresar y que realizaron sus practicas en algún empresa, se puedan quedar ahí y que emprendan nuevos proyectos. Se deberá trabajar más en conjunto”.
En el caso del CUCEA hay una gran oferta académica, que va desde licenciatura a la maestría y doctorado en tecnologías de la información. Sin embargo, la demanda de la carrera ha disminuido hasta 20 por ciento. “Es lamentable que se tenga menor demanda, porque piensan que son carreras muy difíciles de entender o con una carga de tarea muy fuerte o bien porque creen que el campo de trabajo es limitado y hasta escaso, cuando son carreras que tienen gran futuro”.
Herrera Sandoval dijo que las investigaciones que realizan con recursos del Banco Mundial, son necesarias para el impulso de nuevos proyectos. En algunos países como México hay rezago en esa materia, lo cual perjudica la elaboración de productos propios y el posible desarrollo de la industria.
“Ante ello, la exportación disminuye o en algunos productos es nula, lo cual hace que la economía no sea estable. Lo que se busca es que el alumno al egresar empiece a producir, porque esa es también una de las quejas de las empresas, que los egresados tienen que volver a ser capacitados”.

Artículo anterior
Artículo siguienteCarta al director