Unos vampiros sin glamour

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No son sexys, no usan ropa de diseñador, jamás se preocupan por su aspecto físico, a pesar de que se vean en los espejos con fondo de plata. No les gusta la música, el cine o la literatura, no son refinados, ni glamorosos. No les interesa el amor, ni siquiera el sexo. La sangre no corre por sus venas, en lugar de ésta tienen una sustancia blanquecina. No temen a los crucifijos, ni al agua bendita, en lugar de comillos usan un aguijón, no tienen rasgos humanos, son unas bestias despiadadas, que sólo piensan en una cosa: beber toda la sangre posible. Estos son los vampiros de Nocturna, primera novela del director Guillermo del Toro, en colaboración con Chuck Hogan, escritor estadounidense de bestsellers.
Nocturna es el primer libro de la “Trilogía de la oscuridad” que se complementará con Oscura y Eterna. No es el primer libro del director de El laberinto del fauno (2006), en 1990 publicó Hitchcock, un libro de ensayo sobre el director inglés y también hizo lo mismo con Doña Lupe (1985), uno de sus primeros cortometrajes, al que después le dio forma de cuento en la revista Dicine (1987).

Un avión cargado, cargado de…
Es curioso que a pesar de no tratarse de vampiros sofisticados, Guillermo del Toro haya escogido la ciudad de Nueva York para desarrollar la historia, al igual que su película Mimic (1997). Además del mito de que Nueva York es la ciudad donde todo puede pasar, Del Toro ha expresado en varias entrevistas que no quería escribir una novela de vampiros donde todo ocurriera en escenarios rurales, alejados de la civilización, sino todo lo contrario. La idea fue siempre la de llevar el miedo a las grandes ciudades, que el terror y el pánico se sintieran en los espacios cotidianos donde la gente cree que está segura, como una cafetería, la comisaría de policía y diferentes puntos de Manhattan, donde aparentemente todo está controlado y vigilado.
La novela comienza cuando un avión procedente de Berlín aterriza en el Aeropuerto Internacional JFK de Nueva York, aquí comienza la pesadilla, pues como es de esperarse, el avión está cargado de vampiros. Aparentemente todos los pasajeros están muertos, salvo cuatro sobrevivientes que serán los encargados de propagar el virus; sí el virus, ya que una de las características principales de esta novela es su carácter científico con tintes policiacos. Los humanos atacados son infectados por el virus, como uno de los males contemporáneos que se vive en el mundo actual. “En una semana Manhattan habrá desaparecido, en tres meses todo el país y en seis, todo el mundo”, reza la novela desde su contraportada.

Referencias
Nocturna (titulada en Estados Unidos como The Strain), hace referencia a Drácula (1897) de Bram Stoker; el avión que aterriza en Nueva York en una noche de tormenta es como el barco que transporta a Drácula en un ataúd con toda la tripulación muerta. En Nocturna el vampiro mayor llamado “El Maestro” o “El Amo”, también viaja en un ataúd, sólo que en lugar de bajar convertido en perro, lo hace como una gran sombra, como si se tratara de un eclipse solar. En el momento del aterrizaje todo se detiene, las luces del avión se apagan, se corta la comunicación con la torre de control, los celulares no funcionan. Un equipo de emergencias se aproxima al avión, nadie sabe qué pasa, incluso se llega a pensar que se trata de un nuevo ataque terrorista. De repente se abre desde adentro la puerta principal del avión y de manera inmediata una sombra la atraviesa. El grupo de urgencias se acerca para descubrir que todos los pasajeros están muertos, aunque sin rastro de violencia. Todos permanecen sentados en sus lugares, incluso con el cinturón puesto. íšnicamente hay cuatro sobrevivientes: una estrella de rock, una abogada, un informático y uno de los pilotos. Los cuatro personajes serán sometidos a una serie de pruebas científicas, pues tanto Del Toro como Hogan se dieron a la tarea de adentrarse en todo lo relacionado a la anatomía de la cepa vampírica y la cuestión bacteriológica.

Novela cinematográfica
Dese hace 15 años esta historia de vampiros lleva dando vueltas en la cabeza de Guillermo del Toro. Concretamente el primer libro, que fue pensado como serie de televisión. El proyecto fue presentado por el director de La invención de Cronos (1992) a los estudios Fox, pero cuando la cadena le sugirió que la volviera comedia, Del Toro optó por escribir una obra literaria con el mismo argumento.
La novela es de fácil lectura, engancha rápido. No aporta nada nuevo relacionado al origen del vampiro (al menos en este primer tomo), pero cumple con el objetivo: emociona y entretiene, y el lector queda con ganas de leer la siguiente entrega, pues se trata de un final abierto con toda la intención, ya que es una historia inacabada.
Como era de esperarse, la novela es muy cinematográfica, Del Toro desmenuza los detalles de cada una de las atmósferas de los capítulos y con ello logra impactar al lector con imágenes, como si se trata de una película en pantalla. Persecuciones de humanos, ratas que huyen por las calles de Nueva York, decapitados, peleas con espadas y mucha sangre.
Es por eso quizá que el director tapatío no ha descartado la posibilidad de que la trilogía pueda llevarse al cine en un futuro. Pero para eso, tendrá que terminar primero la filmación de El Hobbit I y II , así como concluir el tercer libro: Eterna.
Sin embargo, Guillermo no se quedó con las ganas de hacer algo inmediato con la cámara y realizó un trailer para promover su novela: http://www.youtube.com/watch?v=Vq-AK95DTqA
Nocturna llegó a Guadalajara desde hace más de cuatro meses y fue presentada, de manera oficial, en la pasada edición 23 de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.

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