Una blanca y cara Navidad

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Elena decidió ahorrar y compró desde octubre los juguetes de sus dos hijos. No es para menos, la crisis económica mermó su bolsillo y sólo haciendo las compras en abonos puede hacer frente con éxito a los gastos de fin de año. Definitivamente, esta vez no hará las compras navideñas en el tianguis, lo que ocurrió el año pasado la dejó asustada: compró un juguete eléctrico y a los dos días se descompuso. Sin garantía y sin domicilio de un negocio establecido no pudo hacer nada.
“Lo barato puede salir más caro. Mejor comprar los juguetes poco a poco. La juguetería donde me surto tiene sistema de apartado a tres meses. Así no me endeudo, no me cobran intereses por uso de la tarjeta de crédito y estaré más desahogada en lo que resta del año… en estos tiempos hay que pensar la manera para que las compras no agoten el bolsillo”.
Como Elena, muchos tapatíos analizan las diferentes opciones de compra para los juguetes de los niños. Como padres de familia no quieren derrumbar su ilusión… todo sea por ver las caritas de sorpresa de los pequeños el 25 de diciembre. Para muchos, no importa los sacrificios que tengan que hacer, y es que en estos tiempos críticos en la economía adquirir una muñeca, un carro eléctrico, una barbie o cualquier otro juguete puede ser oneroso.

Prever y calcular gastos
La Encuesta ingreso-hogares 2008 del INEGI, señala que el 8 por ciento de la población ocupada de Jalisco gana un salario mínimo o menos; y el 15 por ciento de los trabajadores gana dos salarios mínimos (106 pesos) y alrededor del 24 por ciento gana tres (159 pesos). Entonces, adquirir una muñeca puede, bajita la mano, costar más de dos o tres días de trabajo, si el jornal que gana una persona está dentro de los dos primeros. Aunque hay muñecas que cuestan 400 pesos y hasta 800 pesos o más.
Además, de prever los gastos con tiempo, la gente puede echar mano a otras estrategias, como comparar precios en diferentes puntos de la ciudad. “Un mismo juguete en diferentes tiendas puede tener precios variables. De ahí la importancia de verificar precios para saber dónde comprar”, señaló Claudia Rivera Talamantes, jefa del departamento de educación y divulgación, de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco)
No es necesario trasladarse a diferentes puntos de la ciudad para comparar costos, el programa quién es quien en los precios de la Profeco encuesta los precios de los juguetes en diferentes tiendas de la ciudad y hace un listado indicando donde puede conseguirse un juguete más barato. Consultar el listado puede representar ahorros de 30, 50, 100 pesos o más por juguete.

El riesgo de los tianguis
Es importante que las personas compren en comercios establecidos, ya que los tianguis y puestos ambulantes al no tener un domicilio fijo no hay manera de hacer llegar un reclamo. “Es común que para fechas navideñas haya vendedores que ofrecen sus mercancías en la calle por la temporada, pero una vez que ésta concluye recogen sus cosas y se van”. Asimismo, para hacer valer la garantía es necesario el comprobante de compra, que indica en qué fecha se adquirió el producto. En los puestos ambulantes no lo suelen dar.
El consumidor debe fijarse de que el juguete adquirido, aunque sea fabricado en el extranjero, tenga un comercializador aquí en México, “de otra manera ¿a quién puede reclamársele a la hora de hacer válida una garantía?”.
El riesgo de que no funcione un juguete y que se pierda el dinero es un riesgo menor. “Existe el peligro de adquirir juguetes que no cumplan con las normas oficiales mexicanas. Hay algunos que tienen pintura tóxica y tienen altas cantidades de plomo, lo que puede constituir un riesgo para la salud.

Aprendiendo a comprar
“Es importante que las personas aprendan a comparar, a informarse y checar precios. No se valen los arrepentimientos ya adquirida la mercancía. Los precios varían mucho. No son los mismos en una tienda de Zapopan a una de Tonalá. Aún dentro de una misma cadena de tiendas departamentales los precios varían de una a otra”, continuó Claudia Rivera.
Del mismo modo, la gente tiene que revisar las alternativas de pago que la tienda proporciona, si hay alguna promoción de meses sin intereses, cual es el precio de contado y cuánto a crédito.
Cuando una persona compra un juguete a crédito debe de pedir el desglose de cuánto dinero terminará pagando porque el precio podría ser uno a la venta, pero cuando se paga a crédito a la mejor termina saldando una cantidad doble o tripe al precio original.
El consumidor debe saber la diferencia entre “meses sin intereses” y pagos fijos. La segunda opción implica un interés de promedio. Entonces hay que preguntar a cuánto asciende la tasa, cuál es el precio real que se pagará y si se opta cualquiera de las dos alternativas hay que observar puntualidad en lo pagos para evitar los intereses moratorios y gastos de cobranza.

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