Un voto que no necesita pasaporte

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El año 2006 fue la primera vez que los mexicanos que viven en el extranjero pudieron votar. En 2005, el Instituto Federal Electoral (IFE) recibió 56 mil 749 solicitudes, pero sólo poco más de 32 mil fueron contabilizados. Tras el cierre de la recepción de solicitudes para las próximas elecciones, que se celebrarán el 1 de julio de 2012, un comunicado del IFE informa que 61 mil 687 fueron recibidas.
Que los mexicanos puedan votar en el extranjero ha sido una lucha de más de tres décadas, así lo dijo la doctora en Ciencias Sociales, Angélica Navarro Ochoa, investigadora del Centro Universitario de los Valles (CUValles). Pero hasta 1996 el Congreso de la Unión aprobó la reforma electoral para que los mexicanos que viven en otros países pudieran votar. No obstante, tuvieron que pasar 10 años para que esto fuera palpable, pues fue hasta las elecciones presidenciales de 2006 los mexicanos emitieron su voto desde el extranjero.
A partir de ese contexto, Navarro Ochoa consideró que el programa “Voto en el Extranjero” no ha prosperado debido a tres causas. Una de ellas es que los mexicanos migrantes no creen en su gobierno. Otra, es la dificultad en el trámite para emitir el voto, sobre todo porque se requiere la credencial del IFE. Y la tercera, es que ello obedece a fines políticos: “¿A qué partido (político) le conviene que los migrantes voten? (Los mexicanos migrantes) no van a votar por el PAN, no van a votar por el PRI, quizá por la izquierda”, opinó.
El derecho al voto desde el extranjero “representa un elemento de madurez en la democracia de nuestro país”, comentó la maestra en Desarrollo Regional, Leticia Hernández Vega, investigadora del Centro Universitario de la Ciénega (CUCIénega). Sin embargo, consideró que que además de votar por el presidente de la República y por el jefe de gobierno del Distrito Federal, lo ideal sería que también se votara a nivel municipal: “Ahí donde se gestan la mayoría de acciones públicas de los paisanos”, dijo la investigadora.

Desventajas en el proceso de emisión del voto
La primera etapa del Voto en el extranjero ya concluyó. En ésta se recabaron las solicitudes de los interesados en apuntarse en la Lista Nominal de Electores Residentes en el Extranjero. Para este paso fue necesaria la credencial del IFE, situación que puso en desventaja a aquellos mexicanos que no la tienen y que les es imposible solicitarla por su situación de personas migrantes sin papeles.
En entrevista, el presidente de la Comisión del Voto de Mexicanos en el Extranjero del IFE, Francisco Guerrero Aguirre, reconoció que la emisión del voto es restrictiva, pues la cifra de solicitudes es “marginal”. Apuntó que la mirada debe concentrarse más con los migrantes que viven en Estados Unidos, por lo que indispensable que ellos puedan obtener credenciales en el lugar donde residen e, incluso, puedan emitir el voto de manera presencial o vía electrónica.
De Estados Unidos se recibieron más solicitudes, 45 mil 555. Sólo representan poco más del 1 por ciento de la población mexicana que se estima vive en ese país. En ese tenor, la maestra Hernández Vega señaló que existen diferencias entre los mexicanos que tienen residencia respecto a los que no, pues quienes no tienen estabilidad se ponderan sus necesidades básicas respecto a los asuntos públicos formales y éstos pasan a segundo plano.
Voto electrónico, opción para los mexicanos en el extranjero
El Distrito Federal le apostará al voto electrónico de los mexicanos en el extranjero. Será la primera vez que esto ocurra en el país. “Sugiero que así debería ser la (elección) presidencial”, opinó Leslie Alfredsson, mexicana que vive en Suecia y que emitirá su voto tanto para la elección de presidente de la República como para la de jefe de gobierno del D.F.
De la misma forma votará Paulina Mendoza, quien ahora radica en Madrid, España. Ella también cree que el voto electrónico es la mejor opción. Pero comentó: “De verdad espero que se haga esto de una forma honesta y no haya problemas con el sistema”.
Para Pedro Hernández de Monterrey, quien ahora vive París, Francia, el trámite ha sido sencillo y la información publicada a través de Facebook y Twitter le ha muy sido útil.
“Necesito poco más de dos meses para completar la recepción y envío de mi voto, además de unas cuantas veladoras para que no se pierda en el Atlántico, gracias al correo postal”, manifestó Ramiro García Hernández, que vive en Madrid, apostándole también al voto electrónico.
Para que la forma de votar en el extranjero cambie será necesaria una reforma al Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (COFIPE), así como también a la Constitución Política Mexicana. Por lo pronto, será hasta el 31 de marzo que el IFE dé a conocer, realmente, cuántas serán las personas que podrán votar, ya que las solicitudes serán revisadas. Mientras que, después de la elección, se contabilizarán los votos que lleguen 24 horas antes del 1 de julio.

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