Un desafío de ciudadanos y gobierno

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071006 CIUDAD Y REGION CENTRO HISTORICO DE GUADALAJARA DONDE REINICIO EL PROYECTO VAMOS AL CENTRO PARA INCENTIVAR EL COMERCIO FOTO IVAN GARCIA

Vocablo de moda y una tendencia moderna de gobernabilidad, que nos puede colocar en el primer mundo de la legalidad. La gobernanza es un término que cada vez más se escucha más, pero que aún le falta mucho para saltar desde la boca de los políticos y politólogos hasta la actuación de los servidores públicos y los ciudadanos para ser una realidad. Así concluyen expertos entrevistados sobre esta nueva forma de convivencia entre gobernantes y gobernados.

“Estamos para llorar”
La gobernanza en México está para llorar, asegura el exvocal ejecutivo del Instituto Federal Electoral en Jalisco, Esteban Mario Garaiz Izarra y dirige sus críticas sobre los profesionales de la política. “Todos los días a los políticos, desde el poder, se les llena la boca hablando del estado de derecho y empezamos conque en este país tenemos millones de mexicanos mayores de edad que no existen jurídicamente, porque no tienen acta de nacimiento”.
El exfuncionario público explica que el fenómeno de la ciudadanía no reconocida a miles de coterráneos es un asunto de negligencia que surgió a la luz al realizarse las campañas masivas de credencialización “en aquellos buenos tiempos del IFE”; de ahí su cuestionamiento al estado de derecho. Y continúa: “En voz alta lo dice la gente, la justicia mexicana es un desastre y está corrompida y el poder ejecutivo sigue en entredicho por un tercio de los ciudadanos de este país. Los ejecutivos estatales en la mayoría de los casos son vistos con enorme recelo, tanto en su origen como en su actuación. Por ejemplo, lo que acaba de ocurrir recientemente en Oaxaca (durante sus elecciones) es verdaderamente vergonzoso”.
Para Garaiz, retirado de las actividades públicas y electorales a raíz de los comicios federales recientes, el ejército navega en una encrucijada de dudas. “Esta institución está penetrada por el narco mexicano, ya no hablemos de la Procuraduría General de la República (PGR), de las procuradurías de los estados o de las municipales. Todo mundo sabe que la justicia es venal, engorrosa, desesperadamente larga e injusta. ¿Entonces, cuál gobernanza?”
Otro aspecto en el que insiste Garaiz es que “el mexicano de la calle” está acostumbrado a violar sistemáticamente la ley, con tal que nadie lo descubra, es decir, la autoridad para sancionarlo.
“No respetamos como fenómeno general a la ley, pero me atrevo a decir que sólo por excepciones hay quien sí respeta el imperio de la ley. Estamos deficientes, porque la gobernanza está en pañales, sólo en la boca de los políticos, es un vocablo de moda, pero la funcionalidad entre el gobierno y la sociedad es lamentable”.
Para finalizar, Garaiz hace otras aclaraciones: “seguimos todos los días mejorando o quizá despeorando, pero todavía falta mucho por recorrer. No todo es reformar la ley. Es también establecer la cultura del respeto a la norma, pero para que sea respetable es necesario que la norma haya sido establecida por todos y que los ciudadanos estemos convencidos de que los gobernantes han sido puestos por todos. Solo así serán respetables”.

Una cultura ciudadana
José Trinidad Padilla López dirige desde el verano de este año, el Instituto de Investigación en Innovación y Gobernanza, del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH), de la UdeG. Entrevistado para La gaceta, asegura que la insolvencia sobre este tema está localizada en la falta de promoción de una cultura de la ciudadanía, para que ésta “deje de ser una ciudadanía de baja intensidad”.
El exrector de esta casa de estudios afirma que el objetivo principal de la nueva institución que encabeza es convertirse en una incubadora de proyectos para aplicar a los esquemas de gobernanza: “se trata de elaborar productos teóricos, es decir, investigaciones académicas, a través de grupos interdisciplinarios que buscarían reflexionar y analizar algunos de estos tópicos, complicados y complejos, de la vida comunitaria, sobre los cuales debería haber políticas públicas”.
Sobresalen entre esos temas, los relacionados con el medio ambiente, crecimiento de las ciudades, transporte público, seguridad, salud pública, empleo, entre otros muchos que deberían ser tratados –como sistema– desde perspectivas interdisciplinarias, para que el resultado académico sirva de base en momentos posteriores, para la toma de decisiones de los gobernantes.
El nuevo instituto, que ya cuenta con instalaciones propias en la colonia Arcos Vallarta, está empeñado en establecer un Observatorio de políticas públicas, instrumento de medición de resultados y del impacto social que producen las medidas que asumen los gobernantes y, además, monitorear el cumplimiento de los objetivos de estas políticas. “Se trata de coadyuvar, junto con los distintos actores que toman decisiones desde el gobierno y apoyar propuestas de fortalecimiento de esa cultura ciudadana, de la cual tenemos un déficit en el país; de evaluar qué tanto las políticas públicas son consistentes desde las direccionalidades verticales como horizontales dentro de un mismo nivel de gobierno”.
Según Padilla López, las políticas públicas aplicadas en México, suelen estar bien clarificadas en los planes de desarrollo, pero luego no pueden ser evaluadas para revisar si resultan efectivas y sobre todo, si tienen un impacto que favorezca a los ciudadanos. Lo conveniente es “que dejen un legado didáctico que conduzca a los mexicanos a revalorarse en una ciudadanía plena”.

Arturo Zamora Jiménez
director de la División de Estudios Jurídicos, del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH), de la Universidad de Guadalajara.

*Yo creo que la gobernanza es una de las partes más difíciles de construir e implica no solamente al gobierno, sino a la sociedad, al estado de derecho y a la ciudadanía. Lo que se puede concluir es que no hay gobernanza posible si no existe educación. La educación es clave para erigir en este tiempo la gobernanza en nuestro país.

Tonatiuh Bravo Padilla
diputado federal por Jalisco (PRD).

*La gobernanza es posible en México, pero tampoco podemos dejar de reconocer que hay una crisis de gobernanza, porque en la medida en que el gobierno no cumple con eficacia con su función y su responsabilidad con la sociedad, tenemos una crisis con el ejercicio mismo. Creo que resulta determinante que mejoremos con eficacia el ejercicio del gobierno y esto tiene que ver conque cada una de sus partes cumpla a satisfacción con lo que la sociedad demanda. Sin duda hay mucho que hacer en ese campo y lo primero que debemos evaluar son los términos en que se está desempeñando cada uno de los espacios de gobierno en cuanto a la respuesta que debe dar a los problemas de la sociedad.

Ramiro Hernández García
senador por Jalisco (PRI).

*Creo que siempre es un reto para la democracia avanzar en ese sentido. Es muy importante y la democracia se mide precisamente por la mayor participación social y las capacidades. De acuerdo con la gobernabilidad, tiene que ver más con el control de la situación social bajo el imperio de la ley y el estado de derecho.
Ahora está de moda hablar de gobernanza, precisamente para conseguir mayor participación de la sociedad en los consensos, lo que da equilibrio y estabilidad social.

Fernando Guzmán Pérez Peláez
secretario general de gobierno del estado de Jalisco.

*Los nuevos modos de gobernación que se reconocen crecientemente como “gobernanza”, no significan anulación, sino modulación y reequilibrio. La gobernanza, en la medida en que pueda ser considerada un paradigma, no tiene pretensiones de universalidad. En realidad, sirve para comprender positivamente y reformar normativamente la estructura y procesos de gobernación en todos aquellos ámbitos en que la burocracia o la nueva gerencia pública resultan inapropiados.

Fuente: Gobernanza, revista internacional para el desarrollo humano.

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