Un cine para visibilizar

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El cine es para generar diálogo, esa es la idea que impera en la mente del realizador chileno Juan de Dios Larraín, productor de película Una mujer fantástica, que obtuvo el Oscar 2018 a mejor película extranjera; así como de los filmes Jackie (2016), Los 33 (2015) y una treintena de títulos más.

En su visita a la Perla Tapatía, con motivo de su participación en el Festival Internacional de Cine de Guadalajara (FICG), compartió que actualmente trabaja en la realización de proyectos audiovisuales en México.

“Tenemos dos series, una tiene que ver con monjas y otra es de época, transcurre en los años ochenta y ocurre en México y Estados Unidos. Las dos son historias dirigidas por mujeres, que ponen la tilde en un momento donde el feminismo está presente en la conversación. Como personas dedicadas a la producción tenemos que ser parte de esto, ya que es un momento que quedará en los libros de historia. Son temáticas que están diseñadas para generar impacto, es difícil cómo se va a reaccionar ante una película, nosotros jamás haríamos una película para cambiar una ley, como ocurrió con Una mujer fantástica y la ley de identidad de género en Chile, pero sí podemos generar una conversación”.

Que el cine que se hace genere reacciones y sea analizado es el verdadero éxito de los proyectos fílmicos, caso contrario a cuando no existe una resonancia. “Lo peor que puede pasar es cuando un crítico no quiere hablar de tu película, y pasa”.

Como ejemplo de éxito habló sobre la representatividad de historias que se gestan a diario y que conquistaron las redes sociales en 2018.

Indicó que México es un país con mucha visibilidad en materia de cine que tiene impacto en la comunidad latina estadounidense y los países de Sudamérica, pues tan sólo el año pasado ocurrieron dos fenómenos gestados aquí, como es el caso de la serie de Luis Miguel y la película Roma, ambas de Netflix.

“Se están abriendo puertas al cine y al idioma, la bioserie del cantante fue un evento social; se hablaba de éste en todas partes. Luego vino Roma y pasó lo mismo. Este es un momento de oportunidades donde las culturas latinoamericanas se están uniendo por medio del cine”.

Larraín mencionó que en Chile, de veinte películas que son hechas en ese país y estrenadas al año, en promedio dos tienen éxito taquillero. “De esas películas, la mitad son óperas primas y cerca de cinco no despegan a ningún lado. Tenemos que insistir más en la creación fílmica, pues este es un oficio del que se aprende de malas experiencias”.

Brinda charla en el Conjunto Santander
Larraín impartió una Master Class en el FICG 34, en la que habló sobre sus inicios y el cine de Hollywood, pero también lo que impulsa y afecta al séptimo arte.

Teniendo como marco la Sala 2 del Conjunto Santander de Artes Escénicas de la Universidad de Guadalajara, ante  jóvenes, cineastas, creadores, estudiantes y público en general, el productor declaró que su trabajo nunca ha sido impulsado por conseguir el éxito o el reconocimiento. Por el contrario, es una consecuencia; por eso, “me parece que uno de los grandes males del cine y, en general, de la actividad artística, es el ego y el narcisismo”.

En un diálogo con Eduardo Guillot, periodista cultural, historiador de rock y cineasta español, Juan de Dios Larraín, quien junto con su hermano, el director Pablo Larraín, han incursionado en el cine de Hollywood, reseñó su formación como abogado y sus inicios como productor.

En sus primeras etapas no estuvo vinculado al cine, pero “tengo la suerte de pertenecer a una generación de mucho talento”, dijo.

Juan de Dios Larraín, quien ha trabajado en cintas como Tony Manero, Gloria, Neruda, entre otras, habló sobre su trabajo como socio fundador de la productora Fábula, y sobre cómo impacta el financiamiento excesivo en el cine.

“Veo que cuando te sale muy fácil hacer algo, cuando no hay barreras ni filtros que puedan poner foco en lo que te rodea, cuando hay mucha abundancia, baja la calidad”, apuntó.

Recalcó que aunque no hay fórmulas para garantizar el éxito se tiene que pensar muy bien en tres elementos para potenciar las historias: el director, el casting y el valor de la producción. “Nuestras películas compiten con películas de mucho presupuesto, pese a que todas cuestan lo mismo en taquilla”.

Respecto a la experiencia en el cine, o incluso de ganar un Premio Oscar, consideró: “Es importante en un montón de lugares, pero, al mismo tiempo, es enemigo de la innovación. Te hace más flojo, te desafía menos; en nosotros, en las cosas que nos ha ido bien es porque hemos sido muy curiosos, hemos desafiado la realidad”.

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