Un acercamiento a la historia del arte

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GRA473. MADRID, 26/02/2015.- Una mujer observa la obra 'En proceso de expansiÛn' del artista Manuel CalderÛn, en la 34 ediciÛn de la Feria Internacional de Arte Contempor·neo (ARCO), que ha sido inaugurada hoy por los Reyes Felipe y Letizia. EFE/Ballesteros

Norbert Dufourcq (1904-1990) dice en el libro Breve historia de la música: “Hoy está de moda desdeñar la historia. Al conocimiento de los hechos, algunos prefieren el conocimiento de las ideas. Pretenden hacer caso omiso de los primeros, para iniciarse en el juego de las segundas. Carecen de todo elemento cronológico, de manera que es difícil ver las sustancia que le sirve de base para sus juicios”.

El profesor y musicólogo francés advirtió sobre la preferencia de las ideas o de las teorías y el poco interés que existe por efectuar investigaciones que permitan entender la relación entre la historia y las manifestaciones de corte humanístico. De esta manera, la labor del historiador se presenta como una actividad necesaria, que atiende a los hechos más apremiantes para establecer una conexión no sólo con el pasado, sino con los nuevos contextos y las expresiones que de ellos se derivan.

Particularmente, la relación entre historia y arte es algo que proviene de un tratado añejo, pero que actualmente está llena de significaciones que permiten establecer criterios para las distintas expresiones artísticas que se alimentan de los órdenes políticos, sociales y culturales, una serie de manifestaciones que están expuestas a cambios bruscos y constantes.

Para hacer un análisis, el Centro Universitario de Tonalá llevó a cabo el Segundo Encuentro de estudiantes de Historia del Arte: retos y límites en el estudio histórico-artístico. Con la participación de diversos especialistas, el foro funcionó para hacer un estudio que involucró expresiones como la fotografía, el performance, la literatura y el arte in situ.

“Arte y violencia en México: hacer historia del arte ante las turbulencias contemporáneas”, fue uno de los temas expuestos en este encuentro. La maestra Sofía Rodríguez Cabrero, especialista en arte moderno, seleccionó distintos ejemplos que funcionan como testimonios de espacio y de tiempo de lo que ocurre actualmente en el país, especialmente en la relación que tiene la llamada narcocultura y el arte.

“La violencia permea en la producción artística de diversos circuitos. Para examinar sus discursos y valor histórico es necesario efectuar una crítica que recurra a la historia del arte, pero que también se nutra de otras disciplinas, como la filosofía”.

Las líneas de análisis de Rodríguez Cabrero fueron: la violencia silenciosa, la violencia estridente y la desarticulación de la violencia. La especialista hizo énfasis en el compromiso que tiene el historiador para investigar y analizar: “No se trata de hacer reseñas o descripciones, sino vincularse con las causas que originan la violencia y su relación con el arte”.

Para la doctora Jessica Marcelli Sánchez, coordinadora de la licenciatura en Historia del Arte del CUTonalá, la figura del historiador de arte en la Zona Metropolitana se encuentra todavía en un temprano desarrollo, particularmente en un campo de acción que considere Guadalajara.

“Se trata de una carrera nueva. Podemos ver que hay ausencia de fundamentos en lo que corresponde al trabajo de curaduría, museografía y en la valoración de las obras. Vemos galerías en las que la selección de obras está hecha simplemente al aire”.

Respecto al uso de distintas disciplinas para facilitar la labor del historiador, la coordinadora señaló: “Es uno de los puntos centrales. La historia del arte está involucrada con el desarrollo de las expresiones artísticas. Por este motivo, debemos tomar en cuenta que estamos analizando factores humanos: me refiero en particular a la actividad de los creadores. Así que tenemos que sustentarnos en disciplinas como la psicología y la antropología”.

Sobre el tema de la violencia en el arte y su estudio histórico, Marcelli Sánchez concluyó: “No es una sorpresa. Está muy claro el tipo de momento histórico en el que estamos viviendo. Sin duda es necesario poner en una mesa de discusión el papel que juega el historiador frente a estos hechos: si los ignoramos y nos centramos únicamente en las obras consideradas como bellas, o también analizamos este periodo histórico para tomar una posición ante estas circunstancias”.

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