Tratamiento para adicciones debe ser mutidisciplinario

Además del acompañamiento médico y de los familiares, el adicto tiene que ser tratado por un psiquiatra para el manejo de la enfermedad, ya que está demostrado que la adicción es un trastorno cerebral

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Foto: Abraham Aréchiga

El tratamiento para adolescentes y jóvenes que consumen algún tipo de droga debe contemplar un abordaje integral que incluya a la familia y el seguimiento con especialistas de la salud mental, coincidieron académicos reunidos en la Universidad de Guadalajara (UdeG).

Hasta ahora, no todos los jóvenes que tienen una adicción llevan un seguimiento o siguen el protocolo recomendado por organismos internacionales para rehabilitarse o curar lo que los especialistas consideran un trastorno mental que puede tener diversas causas físicas y externas.

Aidé Guadalupe Uribe González, académica del Departamento de Neurociencias del Centro Universitario de Ciencias de la Salud, señala que estos jóvenes deben ser atendidos por un equipo multiprofesional con un seguimiento sistemático y continua evaluación.

“Tienen que ser abordados principalmente por un psiquiatra para el manejo médico de la enfermedad, pues la adicción está perfectamente evidenciado que es un trastorno cerebral y, debido a que las manifestaciones de la enfermedad son psicológicas, también debe ser manejado por un psicoterapeuta, además del acompañamiento”, dice la especialista.

Uribe González señala que la adicción a sustancias ilícitas es un problema que no tiene que ver con una mala conducta o con la voluntad de quien las consume, sino que es un trastorno cerebral con una estructura y sustancias químicas específicas involucradas en ello.

Rodrigo Portilla Huidobro, coordinador de la Oficina del Programa de Asesoramiento sobre Drogas, del Plan Colombo para América Latina y el Caribe, afirmó que existen protocolos para el tratamiento que varían de acuerdo a las circunstancias, pero no todos los países los actualizan o los llevan a cabo.

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La familia y el cerebro, donde se producen las adicciones

De acuerdo con la consulta “¿Cómo somos, cómo estamos?”, realizada por la Federación de Estudiantes Universitarios (FEU), de la UdeG, en junio pasado en diversos planteles de la Red Universitaria, en el Área Metropolitana de Guadalajara 32 por ciento de los universitarios y 28 por ciento de alumnos de bachillerato han consumido sustancias nocivas alguna vez en su vida.

De los alumnos de centros universitarios que han usado drogas, 81 por ciento declaró haber fumado marihuana. Uno de los factores preocupantes es que en las preparatorias 9 por ciento de los estudiantes consume cristal y otro 9 por ciento es usuario de drogas de diseño, que generan adicción y efectos nocivos en el cuerpo de manera muy rápida.

Según la consulta, 15 por ciento de los alumnos de bachillerato son consumidores habituales de mariguana, cocaína, heroína, inhalantes, anfetaminas, LSD, éxtasis y similares, mientras que en los centros universitarios esta cifra de estudiantes es de 28 por ciento.

Uribe González señala que hay factores genéticos y biológicos que inciden en el desarrollo de las adicciones. Cerca de 60 por ciento de los adictos tienen un factor de este tipo que los predispone a desarrollar la enfermedad, además de los problemas de personalidad, trastornos del desarrollo o problemas como el Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH).

Los especialistas participan en el curso Capacitación Internacional para Formación de Formadores en Tratamiento Básico de Consumo de Drogas que se lleva a cabo en Jalisco, primer estado de la república en tener una programa de esta índole.

Familia
La familia es determinante para el proceso de recuperación del adicto. Foto: Archivo

Coinciden en que la familia y la escuela son factores importantísimos para que una persona adicta pueda rehabilitarse, incluso sin que esta tenga la voluntad de hacerlo.

“Va a depender de la relación que tenga con la familia, lo primero es siempre conversar con esa persona, preguntarle y siempre estar con un apoyo profesional que permita saber cuál es la severidad del problema y cómo abordarlo desde consejería o con internamiento, o trabajar con la familia sin la persona para luego integrarlo”.

“Hay que someter el joven a tratamiento con o sin su voluntad, porque mientras consume la sustancia genera efectos neuro inflamatorios y tóxicos, sus células quedan vulnerables y son difícil de recuperar, además del grave daño a la salud. El adulto debe de tomar la decisión, aún que sean mayores de edad”, concluyó Uribe González.

 

Dato: El CUCS diseña una maestría especializa en la prevención, abordaje, atención y tratamiento en el consumo de drogas que será abierta este año.

 

 

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