En las últimas dos publicaciones de La gaceta es notorio e irreversible un dictamen de nuevo transporte, el cual tendrá el mismo precio. Sin embargo, lo más grave es no pensar que nosotros los estudiantes no únicamente usamos el trasporte urbano para ir a la escuela, sino también para dirigirnos a nuestros trabajos y de ahí a nuestros hogares… a destiempos y en rutas diferentes a los planteles.
Es verdad que nuestras autoridades universitarias —como las de gobierno— velan más por los bienes de las empresas que por los futuros profesionistas de mi mal encaminado país.
Hay soluciones como el no desaparecer el transvale de estudiantes, solventado con transporte universitario, pero será más la presión de su cuello… Y lo más triste es que los políticos universitarios aprueban más del 90 por ciento de 700 millones de pesos a pensiones, jubilados y prestaciones a trabajadores.
¡Ya ni llorar es bueno!
