Toros y cultura legislativa

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20111106 Guadalajara, Jal. M̩x. El rejoneador portugu̩s, Diego Ventura fue el encargado de abrir la cuarta corrida de la temporada grande en la Nuevo Progreso de Guadalajara. En sus dos turnos el p̼blico lo trato entre rosas y espinas, sin lograr cuajar la faena completa. Foto Javier Hoyos/FJ/Staff

El sonado caso internacional de la prohibición de las corridas de toros en Cataluña, perpetrado por políticos y legisladores de la Generalitat de Catalunia, obedece a una desafortunada intención de negar una realidad cultural, por puro separatismo sociopolítico de la nación española, que atenta absurdamente contra su ícono cultural más representativo, coartando la libertad de los individuos al negarles su derecho a elegir en el marco de las manifestaciones culturales más ancestrales del pueblo ibérico.
Por el contrario, en el Congreso del estado de Jalisco, los diputados, como la maestra Olga Araceli Gómez y el doctor Raúl Vargas, de la fracción parlamentaria del Partido de la Revolución Democrática, atinadamente han presentado una iniciativa legislativa para declarar a la tauromaquia, patrimonio cultural intangible del estado de Jalisco; que cuenta juntamente con el patrimonio arquitectónico histórico de las plazas de toros más antiguas en el mundo: la de Cañadas de Obregón (1680), y la de “El Centenario”, en San Pedro Tlaquepaque (1898).
La Unesco ha definido como “Patrimonio inmaterial” a todas aquellas prácticas, representaciones, habilidades, conocimientos y espacios comunes relacionados con un legado cultural, tal cual lo es la tauromaquia, que se transmiten de generación en generación, como practica histórica constante de expresión colectiva.
Enhorabuena por los inteligentes legisladores jaliscienses de la LIX Legislatura del Congreso del estado de Jalisco, por fomentar y promover en la entidad federativa más taurina de México la protección de las manifestaciones culturales que están arraigadas en el devenir histórico de la sociedad.
Considerando las corridas de toros como un rasgo típico de la cultura hispanoamericana de nuestra sociedad, se hace necesario su blindaje ante el embate de los antitaurinos, que han tomado presencia en los medios de difusión, por puro protagonismo personal o grupal.
Según Francis Wolff: “La desgracia es que en la actualidad prolifera una cierta moda oportunista, vagamente naturalista, vagamente compasiva, vagamente “verde”, vagamente “victimista” y sobre todo completamente ignorante, tanto de la naturaleza animal como de la realidad de las corridas de toros”.
Toda argumentación en el estado actual de las cosas en este tema, será siempre urgente y necesaria, pero en apariencia excesiva, por evidente. Ya lo dijo Federico García Lorca: “Los toros son la fiesta más culta que hay en el mundo.” En el entendido de que “fiesta” remite a una celebración ritual y lujosa del sacrificio del toro; pues entraña una auténtica liturgia, que arranca en sus orígenes desde las edades más remotas de la cultura occidental mediterránea; y que llega hasta nuestra época, lo que genera un arte tauromáquico inspirador, propiciador en vecindad con las demás artes creadas y recreadas por el genio humano.
Fernando Savater sintetiza magistralmente el meollo de toda la cuestión: “Sí, en el toreo está presente la muerte, pero como aliada, como cómplice de la vida: la muerte hace de comparsa para que la vida se afirme.”

De telégrafo
Domingo 6 de noviembre. Toros de don Julio Delgado (2) para rejones: muy bien presentados, con trapío y bravura. Toros de Campo Real (4), descastados toreables, de buen peso y poco poder para la lidia de a pie. Fermín Spínola salió a cumplir con decoro. Óliver Godoy muy valiente y entregado: dos toros, dos estocadas; cortó una muy merecida oreja a su primero. El caballista Diego Ventura, excelente doma de sus cabalgaduras, bien con banderillas y rosas, y mal al colocar rejones de muerte, muy traseros, sin mérito, perdiendo trofeos ganados en la lidia. La plaza, tres cuartos de público complacido y justo en su apreciación de los espadas y del caballista. El juez de plaza, excedido al otorgar inmerecido homenaje de arrastre lento al quinto toro de Julio Delgado.

Noticia volante
En la Cámara de Comercio de Guadalajara, y en el Centro Cultural El Refugio, de San Pedro Tlaquepaque, los días 10, 11 y 12 de noviembre se realizó la XIV Convención nacional Contoromex (Consejo Nacional de Peñas Taurinas de México, A.C.). El comité organizador lo integraron las peñas locales: La Solera, Mal de Montera, y la Peña Taurina Autlán de la Grana, que consistió en conferencias, convivios, presentación de libro, un coloquio sobre la tauromaquia mexicana patrimonio cultural de la humanidad, y hasta una visita con regalos no bélicos a los niños de pediatría del Nuevo Hospital Civil, que puso de manifiesto el tradicional humanitarismo del medio. Concluyó exitosamente con un magno festival taurino en el lienzo charro Zermeño.

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