Vergonzoso” fue el adjetivo que Roberto Castelán Rueda, rector del Centro Univesitario de los Lagos (CULagos), utilizó para calificar el mensaje que Felipe Calderón dio a la nación con motivo de su tercer informe de gobierno. Los esquemas que se creían del pasado, vuelven a ser retomados por el presidente.
“El enfásis en frases finales para que le aplaudan, las promesas, el decir que el pueblo debe estar unido, la adjetivización para decir absolutamente nada o para darle más énfasis a la retórica que al contenido, esos aplausos cada vez que decía que iba a hacer algo por México o la unidad, nos remiten otra vez a ese país que se inclina ante el poder sin mucha reflexión. El presidente da un mensaje que él inventa, en el sentido de escoger el sitio, la hora, los invitados. La presentación personal del presidente no es algo que esté dentro de la legislación mexicana, como antes lo estaba”.
En cuanto a la imagen que dio del país “es muy triste, como una nación a la deriva, metida en una crisis económica, política, de seguridad, en la ciencia y en la educación. Para la ciudadanía, en general, el discurso de Calderón fue uno más de la clase política, lleno de promesas. A las generaciones que crecieron bajo el gobierno de presidentes priístas les recordó otra vez esos tiempos, que ya se pensaba que habían concluido. Yo lo escuché y me imaginé estar oyendo a Díaz Ordaz o a Echeverría… me pregunté: ¿Qué hay de nuevo en el lenguaje?”, señaló el investigador.
“El retornar al pasado, en cuanto al discurso, fue un intento por volver a dar un lugar a la figura presidencial, reivindicarla, pero lo hizo de una manera muy desastrosa. Creo que no lo consiguió. No fue esa la mejor estrategia”.
El tercer informe de gobierno es el preámbulo del declive del presidencialismo en México, sentenció el rector de CULagos, y en especial el de Felipe Calderón, quien prácticamente anunció que nada tiene que hacer en los próximos tres años y que le pasa la batuta al Congreso.
“Esto orilla a pensar que tiene que haber una reforma del Estado que contemple el cese de las figuras de jefe de gobierno y de jefe de estado. De otra manera ésta saldrá muy deteriorada, como lo vimos en el lamentable espectáculo del mensaje presidencial”.
Seguridad
Castelán dijo que era muy lamentable que Calderón iniciara su mensaje aludiendo de manera extensa al narcotráfico y a la manera en que se está combatiendo, como si ese fuera el principal problema de México.
Felipe Calderón no se mostró como un presidente propositivo. Insistió en que se trabajara de manera conjunta con otros actores políticos, lo cual pareciera muy loable. Sin embargo, para meter 40 mil soldados a la calle no pidió opiniones. Frente a lo adverso de las pasadas elecciones para el PAN, parece que tenemos un presidente que quiere quedar bien y que al mismo tiempo pide tregua, pero sin una propuesta concreta y seria, añadió el investigador de CULagos.
“Emplea la lucha contra el narcotráfico como propaganda, y eso no está bien porque hay muertos, hay muchos conflictos en las poblaciones que están llenas de soldados o que están invadidas por grupos de narcotraficantes. Él habló de héroes, muertos, sangre y lo duro de la lucha, mientras que en la crisis pasa de ser un actor heroico a un actor culpable. Si bien, es cierto que él no provocó la crisis, no hace planteamientos, ni aporta elementos como para pensar que él es capaz de proponer soluciones. El presidente debió tratar con mayor seriedad el problema y con menos afán de ganarse a la concurrencia”.
Andrés Valdez Zepeda, profesor investigador del Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas (CUCEA), recordó que Calderón hizo como promesa de campaña que iba a luchar contra la criminalidad, pero sólo en tres años de gobierno ha habido once mil acribillados. “Los cadáveres en sus ataúdes no cabrían en el centro histórico de Guadalajara o en el Zócalo”.
Mientras que Enrique Rodriguez Magaña, académico del Departamento de Política y Sociedad, del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH), señaló que el informe de gobierno de Felipe Calderón contiene datos muy optimistas en materia de seguridad. Un dato concreto habla de la cantidad de droga decomisada. No obstante, esto es parte, en gran medida, del trabajo de las policías municipales y estatales, que han logrado detectar lugares donde hay droga y la remiten a la instancia federal.
Desmenuzando la economía
Valdez Zepeda señaló que México está sumergido en una crisis económica peor que la registrada en la década de los setenta. “Pudiera caber la explicación de que se trata de un problema global. Sin embargo, países como Chile o Argentina tienen un desempeño y desarrollo económico más fuerte que nuestro país”.
Los planes anticrisis han sido mejores en esas naciones que el implementado por México. “Este país continúa bajo el dogma neoliberal, trata de aplicar remedios que se ha demostrado no resuelven los problemas de recesión y crisis económica”.
Una de las promesas de campaña del presidente fue no endeudar al país. Con todo, México ha abierto líneas de crédito por millones de dólares con el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial.
En los datos económicos no hay profundidad, agregó Rodríguez Magaña. Algunos no reflejan la realidad. Los problemas de falta de empleo, trabajos mal pagados y empleos temporales o de medio tiempo existen, pero no los contempla como tal el informe. Dice que se generaron empleos, pero no detalla de qué tipo son. Sin bases fijas o son empleos menos estables.
