Televisión universitaria: retos y oportunidades

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Las leyes culturales del mercado internacional impuestas por nuestra adhesión a los tratados internacionales de libre comercio han impuesto modelos de formación y desarrollo de culturas de libre intercambio comercial, así como de libre mercado de saberes y competencias, las cuales han obligado a transitar de la sociedad de las tecnologías de la información y comunicación a la sociedad del conocimiento, cambio que inevitablemente ha apremiado a las actuales sociedades a insertarse al libre mercado del saber y del conocimiento.
Ante este contexto de interdependencia comercial, cultural y educativa que hoy engloba a las economías y sociedades modernas, los medios de comunicación televisiva universitaria, por excelencia culturales y educativos, enfrentan el reto de generar una programación que busque incorporar los aprendizajes basados en competencias que ofrecen los sistemas educativos internacionales –indispensables para alcanzar el bienestar y desarrollo de sociedades y naciones–, con los principios y valores que preserven nuestra cultura y conserven nuestra esencia e identidad nacional.
Desde su advocación por mejorar los estándares culturales y educativos de la población, los medios de comunicación cultural con señal universitaria, deben utilizar el potencial modernizador que ofrecen los sistemas educativos supranacionales para diseñar sus contenidos programáticos, y al mismo tiempo, coadyuvar con su trasmisión a alcanzar los requeridos saberes y competencias que reclama el desarrollo productivo y la sociedad del conocimiento. Insisto, preservando nuestra identidad cultural y humana que tenemos como sociedad pluriétnica y pluricultural.
El desafío de transmitir los saberes y competencias indispensables para insertarse a la sociedad de los aprendizajes, se corresponsabiliza con el natural compromiso de erigirse en centro de vinculación entre comunicación y educación, específicamente dirigido a divulgar el trabajo, creación y pensamiento de la Universidad y de los universitarios, y aportar los contenidos culturales, educativos y científicos que contrarresten la influencia de la programación neoconsumista y subcultural trasmitida por las industrias audiovisuales comerciales.
Encaminadas a mejorar los estándares culturales y educativos de la sociedad, deben ser espacio de encuentro de interacción y diálogo intercultural, en el que se recuperen y manifiesten las diversidades étnicas y estéticas; se transmitan los insumos culturales que despierten el interés por el arte y la cultura en sus múltiples y variadas expresiones, que a su vez garanticen y permitan no sólo la continuidad y socialización de los contenidos específicos de la cultura, sino también la creación y sincretismo cultural.
Como instancias de transformación social y agentes constructores de ciudadanía, deben asumirse como escenario permanente de pluralismo social, ideológico y político, caracterizando sus producciones por la creación y adopción de una conciencia crítica ante los fenómenos sociales, de participación ciudadana en la construcción de la cultura democrática, en que los ciudadanos encuentren y desarrollen, como un ejercicio cotidiano, la práctica política y democrática.
Por su carácter eminentemente cultural y educativo, su proyecto y programación no será comercial. Su proyecto como canal de televisión será ampliar la base cultural y educativa de la sociedad y promover el desarrollo social y humano de la población, razones por las que su rentabilidad ha de medirse con criterios informacionales, culturales y educativos, por encima de los criterios de audiencia.
En este momento de dinámica aceleración económica y de libre mercado de saberes y competencias, los canales de televisión universitaria deben ser vistos como una oportunidad para implementar proyectos culturales, en los que se aprovechen los beneficios que proporciona la transferencia de saberes y conocimiento, para resarcir las brechas sociales en los ámbitos de la cultura y educación y deben ser entendidos como promotores de la culturización y alfabetización social, como espacios de pluralidad y libertad democrática y como agentes de cambio y transformación social.

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