El arte es una herramienta fundamental para pensar y la investigación una de las tareas sustantivas de la Universidad. Así lo concibe como base de la evolución humana la doctora Cristina Castellanos, adscrita al Centro Universitario de los Lagos (CULagos), quien coordina la relación con las otras universidades que conforman el proyecto Manipulaciones, alteraciones, creación en torno a lo humano, inteligencias y neocapitalismo estético (MACHINE), auspiciado por la Casa Europea de las Humanidades y las Ciencias Sociales (MESHS), con sede en Francia.
MACHINE da continuidad a trabajos científicos en su relación con el arte. El fin es nutrir al individuo y a la propia universidad con experiencias o aportaciones que se puedan relacionar con la investigación y la creación tecnológica, con base en el arte y la literatura, con alguna visión alternativa.
Trata de cuestionar sobre cómo impactan los descubrimientos tecnológicos en la vida de las personas, y parte de la definición que lo poshumano implica “según lo trabajado por MESHS” una transformación del ser en la medida en que existe una conexión entre lo humano y lo tecnológico, la cual surge del campo del arte y de la literatura, para luego ir convirtiéndose en una realidad auténtica, gracias a los avances científicos.
Ejemplo de ello son las manipulaciones genéticas, la creación nanotecnológica, las alteraciones y mutaciones de materia artificial inteligente, la biomecánica y la óptica, que están transformando el mundo no sólo con la creación de robots y nuevos seres híbridos (los llamados cyborgs), sino también gracias a las economías encaminadas a la innovación cultural y educativa.
El proyecto está conformado por la Universidad de Sofía, de Bulgaria; la Universidad Charles de Gaulle Lille, la Universidad de París y la Universidad de Brest, de Francia; la Universidad de Quebec, en Canadá y CULagos, de la Universidad de Guadalajara.
“Aquí lo que cumplimos es llevar a cabo lo que pide Conacyt, que es salir de la endogamia científica o local para venir a discutir avances. A todas estas universidades les interesa mucho la participación de México. De hecho, la Casa Europea de las Ciencias Humanas y las Ciencias Sociales financió el proyecto, porque México y la UdeG participan en el mismo”.
De acuerdo a lo que argumenta la investigadora, para las universidades participantes el hecho de que México esté representado por CUlagos genera interés, ya que lo que se hace en el país en el área de las artes es fundamental, porque cuenta con una riqueza en la creación de “imaginarios” muy característicos.
“El artista mexicano tiene una profundidad en la reflexión, una creatividad visual singular, que es lo que nos caracteriza incluso como país: esa magia, esa literatura. Esa es precisamente otra de las aportaciones. México es un país emergente en términos científicos y también porque las redes norteamericanas están demasiado presentes en el mundo del conocimiento, y buscan alternativas”.
Entre otros investigadores integrados al proyecto, están la doctora Elizabeth Viveros, del Departamento de Estudios de Género, del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH), así como la doctora Carmela Chávez, quien trabaja con el derecho en lo que se refiere a patentes de robots y tecnología ligada a lo poshumano.
“Todo esto que se da a través de la biomecánica y la biogenética. Todo esto es importante para todas las instancias europeas, por nuestra creatividad”, añade Castellanos.
Sobre el beneficio que esta relación pueda tener para la sociedad, dice que en la actualidad la ciencia avanza a un grado tan rápido, que incluso el entendimiento del mundo contemporáneo comienza a ser desconocido: “Hoy la ciencia y la tecnología están avanzando más rápido que nuestras sociedades.
Entonces el hecho de que nosotros podamos estar a la altura de la época e investigando en lo que está sucediendo, será benéfico para comprender nuestra era”.
