Tan cerca de Estados Unidos…

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NACIONAAL MONTE DE PIEDAD

Todo apunta a que la crisis financiera de Estados Unidos afectará las importaciones mexicanas, lo que repercutiría de manera negativa en el empleo y el crecimiento económico de México, dijo profesor investigador del Centro de Estudios Estratégicos del CUCSH.
El gobierno mexicano esperaba que el crecimiento económico proviniera de las ventas al extranjero y de la inversión privada. Pero si no hay exportación suficiente tampoco habrá inversiones en México, porque muchas de ellas están relacionadas con dicha actividad, de manera que habría un menor crecimiento económico.
Es de esperar que disminuyan las exportaciones pues en un periodo de recesión, pues también disminuye el consumo de nuestro vecino país del norte, dijo Michel Uribe. Una de las industrias que resultaría afectada es la automotriz. En Estados Unidos, la gente dejará de comprar automóviles ya que no van a tener la posibilidad de contratar un crédito. Como consecuencia, los resultados empiezan a manifestarse en México. La expectativa de crecimiento económico será menor al 2.4 por ciento para 2009. Para 2009 tendría que ser por lo menos de un cinco por ciento para atender los rezagos históricos en infraestructura y generación de empleos. Estamos muy lejos de esa meta: “La mejor expectativa era la mitad de la tasa mínima deseable y ahora estamos por debajo de ésta”.
El próximo año será difícil para la mayoría de los sectores en Estados Unidos y muchos de México. Algunos expertos señalan que el panorama empezará a mejorar a finales de 2009 y principios de 2010.
El investigador no descartó un posible escenario de recesión para México. El país tiene los paraguas financieros para evitarla. Hay reservas para proteger al país de una eventual crisis, el gobierno mantiene finanzas públicas sanas, pero un escenario recesivo o un crecimiento muy moderado no están fuera del horizonte.
No puede dejar de considerarse que el aumento en el precio de los alimentos, la inflación y la ineficacia de un rescate financiero pueden hacer que la economía americana entre en un periodo recesivo. Ese horizonte es factible para algunos. Recesión en Estados Unidos abre la posibilidad de una tasa de crecimiento económico muy baja en México, inferiores al uno por ciento, cercanas por un crecimiento real nulo y haría poca diferencia con una recesión.
Tampoco se sabe qué pasará con el precio del petróleo. Una recesión aguda disminuye la demanda y, por consecuencia, podrían bajar los precios. “Eso sí sería devastador para las finanzas públicas en México. De ahí la importancia de conservar un margen de maniobra. Ante las expectativas de que los ingresos del gobierno no sean suficientes, resulta lógico un aumento al precio de las gasolinas y la disminución de los subsidios”.
En cuanto a política fiscal no cabe esperar mucho. El gobierno se va a dar cuenta de que no hay un escenario favorable en 2009 y tendrá que ajustarse a la baja en los presupuestos públicos estimados.

Origen de una crisis
La crisis financiera en Estados Unidos proviene del sector hipotecario, que tuvo un ciclo de expansión ligado a la construcción de viviendas. Aparecieron nuevos mercados para otorgar créditos. Entonces, muchos deudores no tenían los ingresos suficientes para pagar o tenían otros créditos. A pesar de no ser buenos sujetos de crédito, el sistema financiero les prestaba con artimañas en materia de adquisición de inmuebles.
Como se trataba de gente de escasas posibilidades económicas, no podían pagar el enganche de las casas, así que maniobraban para evitarlo. La manera más sencilla era sobrevaluar una vivienda.
Ante la insolvencia de los deudores, los créditos se fueron recorriendo, esparciéndose en la economía: si uno no pagaba se pasaba la deuda a los demás. La salida más sencilla fue vender las hipotecas, bursatilizarlas. De este modo salieron del sector hipotecario para integrarse al sector financiero, que adquirió los valores colocados o respaldados por las hipotecas, aunque no tenían sustento. Esto fue muy común en el sector asegurador, en la banca de inversiones, en los bancos comerciales y en general, en todo el sector financiero.
El Crack de 1929 en Estados Unidos, fue una crisis financiera que dejó para Estados Unidos un periodo de recesión económica muy largo, del cual no acabó de salir hasta la Segunda Guerra Mundial. La preocupación principal es si esta crisis financiera no traerá consigo un periodo de recesión que lleve a la depresión. He ahí la importancia de implementar un programa que permita rescatar rápido al sistema financiero norteamericano y evitar un periodo recesivo. El problema es que no hay suficiente experiencia en ese país para saber si funcionará, porque no han tenido un quebranto financiero tan grande desde hace ochenta años.
Hugo Michel Uribe habló de la repercusión financiera directa en México como consecuencia de lo que sucede en Estados Unidos. Dentro del Tratado de Libre Comercio no están liberalizados los servicios financieros. “Los problemas de solvencia no son con deudores de México”.

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