Súper mata tianguis

1969

Diferentes son los días a escoger para comprar en los tianguis de Guadalajara. Los miércoles corresponde al tianguis Alcalde. Los jueves al tianguis de Santa Anita. El sábado al de San Juan Bosco (allá por la calle 60), y el domingo toca ir al Baratillo o al de Santa Tere. Éstas son algunas opciones para encontrar frutas y verduras frescas, así como otros productos a buen precio.

Sin embargo, este tipo comercio informal, que data de tiempos de los aztecas, enfrenta una fuerte y desleal competencia por parte de cadenas comerciales de autoservicios que suman más de 100, quienes promocionan contra los precios bajos “mamá Lucha” y “los jueves de salchichonería”.

Beneficios para el vendedor

En Guadalajara, hoy el número de tianguis y de personas que trabajan en ellos se ha incrementado en los últimos años. Mientras que en el año 1980 en la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG) existían sólo 20 tianguis con 11 mil comerciantes, en la actualidad existen 360 en donde trabajan más de 300 mil personas.

En contraste con el origen de los tianguis, está el de los supermercados. La idea fue del estadounidense Clarence Saunders, quien la patentó en 1916 al abrir, la que se dice, fue la primera cadena de supermercados del mundo “Piggly Wiggly” (Cerdito ondulado). El objetivo de Saunders no era beneficiar al comprador, sino al vendedor para hacer negocios con el menor costo y el mayor beneficio.

Sin embargo, es a partir de los 90 que empresas multinacionales de autoservicios crecieron gracias al Tratado de Libre Comercio de América del Norte. Tan sólo un ejemplo, Wal-Mart, como líder en el sector de autoservicios en el país, en mayo de 2008 contaba con mil 54 unidades de operación: 326 bodegas Aurrerá, 141 Wal-Mart Supercenter, 84 Sams Club, 64 Superama, 80 Suburbias y 359 restaurantes.

Economía para ricos

Levantarse de madrugada, surtir sus productos, instalar su puesto, afrontar el mal clima, y trabajar a la intemperie son condiciones bajo las que trabajan los tianguistas. Trabajadores que no cuentan con derechos, pero sí con obligaciones. Deben registrarse ante Hacienda o en Finanzas para pagar impuestos o cuotas fijas, pero no gozan de prestaciones como Seguro Social. Esta economía y política gubernamental para Antonio Sánchez Sierra, investigador del Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas (CUCEA), es una economía de ricos. Además, son los tianguistas “los primeros en sentir a las clases más desprotegidas, quienes acuden a comprar a los tianguis”.

El investigador del Departamento de Contaduría, del CUCEA critica que el gobierno del estado facilite todo tipo de franquicias a empresarios con posibilidad económica, por ejemplo, gasolineras y tiendas de compras rápidas, pero obstaculiza y exige una serie de “regulaciones” a los tianguistas. “Vemos que los tianguis son atacados porque son una economía de supervivencia, de escaparate”.

De esta manera, mientras que un tianguista tiene que batallar con permisos y cuotas que las autoridades les exigen, algunos súpermercados se permiten no pagar a sus proveedores por lapsos mayores a 120 días o importar su mercancía y diferir el pago hasta por dos años.

Al respecto, Sánchez Sierra refiere que la principal cadenas de supermercados en México, trabaja bajo un esquema de triangulación de precios, que representa una economía desleal de grandes volúmenes e indicó que “Walt-Mart es el causante del desequilibrio de la balanza comercial de Estados Unidos con China en un cinco por ciento. Hablamos de miles de millones de dólares porque todo lo fabrican en el país asiático”.

Contrabando y traición

“La economía de los tianguis, que ya no es tan informal, se convierte en una economía de supervivencia ya que jamás se puede comparar el volumen de ventas de todas los supermercados con un tianguista que es la cabeza de una familia”, señala Sánchez Sierra. Por su parte, Agustín de Santiago, líder de los comerciantes del Tianguis Navideño de Eva Briceño, asegura que las ventas de ropa y zapatos han disminuido, ya que los clientes prefieren comprar con tarjetas de crédito de supermercados en abonos, por ejemplo, durante 18 o 24 meses sin intereses.

“La competencia es muy fuerte. Nos ha dolido más ahora que han sacado lo de a 12 y 18 meses sin intereses. Estamos remando contra corriente, pero afortunadamente todavía vamos llevándola”.

A esto hay que sumarle el contrabando y los productos piratas menciona el investigador del CUCEA, quien opina que esto no llega por arte de magia a las manos de los comerciantes ambulantes. Señala que existen personas, (generalmente empresarios), que integran una cadena de contrabando con corrupción en las aduanas y venden los productos a los tianguistas.

“Esto se traduce en que tiene que haber personas que están a un nivel muy alto tolerando ese contrabando. Hay mucho comerciante desleal, mucho empresario contrabandista o defraudador fiscal”.

Frescura y comodidad

Algunas personas prefieren la comodidad y el estacionamiento del súper, otras optan por lo accesible de un tianguis. Para septiembre de 2008, la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales (ANTAD), reporta que 38 por ciento de los consumidores mexicanos compraban frutas o verduras en mercados públicos; 25 por ciento lo hacía en supermercados, 16 por ciento en tianguis y 12 por ciento en tiendas de abarrotes.

Por otra parte, de acuerdo a monitoreos de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), las frutas y vegetales llegan a venderse al doble o triple de precio en tiendas de autoservicio y supermercados, en comparación con los precios en mercados públicos y centrales de abasto.

Otro ejemplo, es el de la tortilla. Mientras que en las tortillerías de la ZMG el kilo de tortilla de maíz se vende entre ocho y ocho pesos con 50 centavos, en Wal-Mart su precio es de cinco pesos por kilo, después de que congeló su precio en noviembre del año pasado. Beneficio para el consumidor, pero pérdida y daño para los tortilleros. Todos en su contra Sanchéz Sierra señala en su libro La economía informal, una aproximación fiscal, jurídica y contable, que los tianguistas son vistos con recelo por las cámaras de comercio y por diversos organismos empresariales. Sus argumentos: evaden impuestos, son mafias que venden artículos robados, contrabando, piratería y artículos de dudosa procedencia. Otros en contra de los tianguis son los mercados municipales.

Luis Manuel ílvarez Marín, jefe de la unidad departamental de mercados del ayuntamiento tapatío, refiere que se convierten en competidores fijos para los 90 mercados municipales establecidos en Guadalajara.

“Para algunos locatarios implica una competencia puesto que se ubican alrededor de los mercados y venden lo mismo”. Sin embargo, también favorece a los locatarios que no venden los mismos productos. ílvarez Marín considera que hay una afectación hacia los tianguis y mercados por el aumento en el número de tiendas de autoservicio, pero la frescura de los alimentos que se venden en los primeros, su ubicación en zonas populares, la atención personalizada e incluso el regateo, son factores que contribuyen a que no desaparezcan.

Por su parte, Sánchez Sierra propone que los tianguis se conviertan en un medio de comercio informal pero regulado por el Estado como promotor empresarial. De esta manera, también el gobierno podría tener beneficios, ya que un puesto ambulante no gasta en infraestructura ni en un administrador.

Añadido a esto, dijo que es necesario que “promuevan e incentiven a la pequeña empresa, las compras en volumen, hacer esquemas de empresas integradoras para facilitar el medio de los tianguis, ya que estos no se van a terminar por lo que podrían ser un medio para vender artículos de buena calidad. Se tienen que hacer verdaderos expuestos para convertir a formal todo esto que llamamos informal”.

Lo que usted no sabía de los supermercados:

1 Para merecer un lugar en el súpermercado algunos proveedores se ven obligados a que la primera entrega de mercancía sea gratis.

2 Los empleados (llamados “asociados”) son operados por empresas de outsourcing o de subcontratación, por lo que no reciben utilidades y algunos de ellos tampoco prestaciones.

3 Trabajan con un esquema de recintos fiscales estratégicos, contemplado en la Ley aduanal. Esto les permite importar su mercancía y diferir el pago hasta por dos años

4 La clasificación arancelaria no está impresa en los productos como lo marca la ley, sino en una etiqueta adherida al producto.

FUENTES: Antonio Sánchez Sierra, investigador UdeG. Silvia Ribeiro, investigadora del Grupo ETC.

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