Solos y mal pagados

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Hacer periodismo en el interior del estado es casi un apostolado. Los salarios difícilmente superan los cinco mil pesos mensuales, y en muchos casos hay quienes tienen que trabajar de cajeros, meseros, profesores o en una estética para subsistir. En el resto del día se dedican a su pasión de informar. A las precarias condiciones económicas, se suma la vulnerabilidad en la que realizan sus labores periodísticas, porque son blanco directo de agresiones e intimidaciones por parte de funcionarios, alcaldes y caciques.

En ciudades medias como Autlán, Ciudad Guzmán, Lagos de Moreno o Tepatitlán, periodistas críticos que salieron de los medios tradicionales —algunas veces a petición de los alcaldes—, abrieron sus propios medios digitales, que se convierten en el único contrapeso a los grupos de poder. Pero su labor cotidiana es un viacrucis.

“Acá en la región Costa Sur y Sierra de Amula, no hay un reportero que gane más de seis mil pesos mensuales. En Autlán te pagan 35 pesos por nota y limitan a recibirte dos al día. Hay reporteros que lo hacen porque les gusta, pero sus ingresos los obtienen porque son despachadores de paletas por las tardes o tienen clases en la escuela Paulino Navarro, o incluso hay una reportera que tiene su estética y pone uñas. No te puedes mantener con el sueldo que te pagan. Y no le puedes apostar a grandes investigaciones. Acá da lo mismo si presentas una crónica o un reportaje. Todo te lo pagan a 35 pesos”, explica Carmen Aggi, del portal de internet Letra Fría, fundado por periodistas de la zona con el objetivo de que existiera un medio con línea editorial independiente.

Carmen Aggi presentó a principios de julio una denuncia ante la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos Cometidos contra la Libertad de Expresión, después de recibir amenazas. Alguien le advirtió que dejara de publicar información sobre el ayuntamiento que encabeza el alcalde Salvador Álvarez. También sufrió ataques cibernéticos para sacar de circulación la página y difamaciones en redes sociales.

Detalla que en la región hay medios que censuran o que hasta cobran por no publicar investigaciones de sus reporteros. “Lo que más irrita a los funcionarios, es que se divulgue información que tiene que ver con ejercicio indebido de recursos, mala calidad en las obras o licitaciones irregulares”.

A los reporteros que se les ha ocurrido luchar por dignificar las condiciones laborales del medio, los despiden. “Nadie en la Costa Sur tiene seguridad social, ni aguinaldos, ni vacaciones. No tenemos un respaldo fuerte. No es lo mismo trabajar para un medio estatal o nacional, que trabajar para uno local, y los funcionarios te pueden intimidar fácilmente, porque te consideran aislado. También está el riesgo de la inseguridad (…). No hay nadie que nos dé un abrazo o un apoyo como reportero. Estamos solos”.

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De día, Norberto Servín reportea para su propia página de internet. De noche,  administra un restaurant bar para sostenerse. “En Tepatitlán no se puede vivir del periodismo”, indica. Estuvo en casi todos los medios locales, pero por su línea abiertamente crítica y sus trabajos de investigación siempre tuvo que salirse.

“Hoy es difícil que te dejen escribir con libertad, y acá difícilmente encontrarás una radiodifusora que te quiera pagar por informar. Si acaso te permiten aparecer como favor de amigos y con la condición que no afectes intereses comerciales. Y en la televisión es más complicado. En los impresos se ha ido cerrando la independencia, no quieren pegarle a las autoridades o, peor aún, si no les pagan no hablan bien de ellos”.

Servín creó la página Detrás de la puerta. Periodismo independiente, luego de que su anterior sitio de internet fue atacado y neutralizado. Esto le representó otro gasto que sufragó de su bolsillo.

Luchador incansable por la causa de Temacapulín, suele acudir a los barrios marginados de la región a escuchar las necesidades de la gente. Por ello, no faltan las autoridades que se incomodan, pues gracias a sus investigaciones ha logrado frenar proyectos plagados de presuntas anomalías.

“Un caso paradigmático en 2014 fue la intención de construir una nueva central camionera, había movimientos con empresarios que a largo plazo iba a darles beneficio. A pesar de la cerrazón obtuve documentos oficiales. Y varios regidores me pidieron que les presentara esa información y gracias a eso se dieron cuenta de que el proyecto iba a perjudicar al erario y beneficiar por muchos años a particulares. Cuando exhibes la opacidad genera mucha molestia”.

Servín reflexiona: “Poca vida social hago. De mi otra actividad me voy a la casa y a escribir e investigar. Y al paso del tiempo dices: ¿qué hago solo? Pero es algo que me gusta y apasiona. Y así seguiré”.

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El 25 de julio, cumplirá un año el portal NotiAltos. Fundado por el periodista José Luis González Atilano, de reconocida trayectoria en la región Altos Norte, tiene cobertura en Lagos de Moreno, Encarnación de Díaz, Unión de San Antonio, Ojuelos, Teocaltiche y Villa Hidalgo. Él trabajaba en un diario regional, pero su línea crítica le costó el empleo, a petición de funcionarios.

“Surge por una necesidad de tener un medio libre. Internet  está creciendo pero acá no había un canal en forma para informar. A nosotros nos cuesta el mantener el sitio y pagar el hospedaje, además del dinero para sacar la nota, gasolina, comida, cámara, grabadora. Somos dos personas de planta y tres colaboradores”.

González Atilano también tiene que obtener sus ingresos en un trabajo de ocho horas en una institución de Educación Superior:  “De ahí como. El periodismo acá es muy mal pagado, en todos los sentidos”.

Su página ha recibido ataques para intentar sacarlo del ciberespacio y para desprestigiarlo; alguna vez mandaron mensajes de texto a celular con noticias apócrifas atribuidas a NotiAltos.  El candidato a diputado Jesús Hurtado también los acusó de ser mentirosos. No falta el hostigamiento verbal de funcionarios, o de plano les niegan la entrada a eventos o incluso hasta un simple boletín.

“Utilizamos mucho el periodismo de datos y eso los encontramos en la misma red. Las páginas de Transparencia son una de nuestras fuentes de notas y la clásica negativa de información la solventamos utilizando estos recursos”.

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Jorge Díaz Ponce, de 25 años,  trabajó en El Juglar, de Ciudad Guzmán, un medio que alcanzó a sobrevivir seis años, el último de éstos en versión digital. Ante el pago de 50 pesos por nota que recibían los reporteros, el todavía estudiante de la licenciatura en Periodismo combinaba su actividad con un trabajo como cajero en una tienda departamental.

“No había anunciantes. Los periódicos fuertes se sostienen principalmente por la publicidad de los ayuntamientos de Gómez Farías, Zapoltitic, Tuxpan, Tamazula, Zapotlán  o Tecalitán. Y nosotros al ser un medio crítico, no teníamos patrocinio y los socios se enfadaron. Sólo dos reporteros nos quedamos manejándolo y cuando nos dijeron adiós nos la vimos dura. No había a donde ir”.

Cuando cerró El juglar en abril del 2014, él se dedicó a hacer Contragolpe, una revista de deportes, con Mario Galindo, otro reportero. Ellos mismos diseñaban, subían vídeos a internet, redactaban e iban de puerta en puerta vendiendo publicidad. “Lo movíamos como si fuera birote”.

Pero en diciembre también lo cerraron. “Acá los patrocinadores no valoran el trabajo de uno”.

Actualmente, Jorge y Mario tienen un programa deportivo en el Canal 4, la televisora más tradicional  de la región y también publican en redes sociales.

“En los periódicos locales todos sacan el mismo boletín del ayuntamiento. Todo es muy seco, muy alineado. Sí hay algunos periodistas que tienen perfil crítico, pero los medios no pueden salirse mucho del esquema oficialista”, contextualiza.

Jorge Díaz también se sostiene vendiendo fotografías de los equipos o DVD´s de las finales de las Ligas Amateurs. “Pero aunque tenga poca paga, estoy generando experiencia y eso es para mí muy valioso, para cumplir mi sueño de estar en un gran diario”.

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Para quien no recibe un salario justo por su trabajo, sólo hay un pago que lo vale todo: y ese es el reconocimiento social.  Norberto Servín lo sabe: “Si me mantengo en esto es por el ánimo de la gente.

Me los encuentro en la calle, me platican sus situaciones y al verlo en mis medios se sienten que los tomaron en cuenta, cosa que no hacen los políticos. La gente quiere ser escuchada e informarse con la verdad”.

En el caso de Notialtos, su fundador José Luis González,  explica que tienen casi 250 mil visitas al mes e incluso ya  organizan un festejo por el primer año en el que invitarán al caricaturista Helguera a dar una conferencia.

“Falta que la sociedad y los patrocinadores apoyen con recurso. La libertad de expresión también tiene que ver con que podamos llevar la comida a la casa”.

Y Carmen Aggi tampoco se rendirá en su lucha y en ejercer el oficio al que Gabriel García Márquez definió como el más bello del mundo: “Hay quienes nos llaman chismosos. Pero muchos son nuestros fieles lectores y  seguidores. Nos hemos ganado el respeto denunciando irregularidades y lo que hacen mal los gobernantes. Letra Fría a tres años de que nació ha crecido. Tenemos cien mil visitas al mes. Siempre hay alguien que agradece y valora tu trabajo. Yo me quedo con eso. Con una persona a la que le sea útil la información que yo publico, con eso estamos del otro lado”.

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