Sergio López Ruelas

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Recién galardonado con el Reconocimiento al mérito bibliotecario “Roberto Gordillo”, por el Consejo Nacional para Asuntos Bibliotecarios de Instituciones de Educación Superior (Conpab-IES), conformada por todas las bibliotecas de las universidades públicas de México, el maestro Sergio López Ruelas, coordinador general de Bibliotecas de la Universidad de Guadalajara, asegura que el premio no pudo llegar en una mejor época, pues falta poco tiempo para apertura de la Biblioteca Pública del Estado.
Para López Ruelas los reconocimientos no son una novedad en su amplia carrera como custodio de los libros en diferentes instituciones, como cuando fue jefe de la Unidad de Información Documental y Coordinación de Archivos, de la Secretaría de Salubridad y Asistencia (SSA).
Ha sido asesor del programa “Rincones de lectura” SEP-Jalisco y en 1989 fue jefe de la biblioteca Benjamín Franklin, que por cierto es uno de los acervos que se agregará a la biblioteca del estado.
Disfruta uno de los reconocimientos más importantes de su carrera, como es ser integrante del Comité Mexicano Memoria del Mundo, de la UNESCO y vicepresidente del Comité Regional para América Latina y el Caribe de Memoria del Mundo.

¿Cuál es el aspecto más importante del premio con el que ha sido galardonado?
Es un reconocimiento integral, luego de dedicarme 27 años al oficio de bibliotecario. No es asunto que esperaba, pero siempre es satisfactorio que los colegas le hagan a uno un reconocimiento de este nivel.

¿Está usted de acuerdo en que los libros ya no son los mismos objetos que hace algunas generaciones?
Sí, desde luego. Hoy los libros son un mundo diferente, en que la tecnología y la virtualidad cobran otra presencia y los usuarios son cada día más visuales. Sin embargo, nos encontramos con gratas sorpresas, donde un usuario que ve pantallas, lee impresos y eso es interesante. También saber que nuestras bibliotecas son necesarias, porque cada día las casas y los departamentos son más pequeños y las personas requieren dónde consultar y hacer su tarea.

¿Teme que la lectura de los libros, tal como lo hacemos con un libro en las manos, se convierta en el futuro en un acontecimiento raro o exótico?
No quisiera que los libros impresos fueran libros de museo, como para volver al pasado y decir de pronto: “mira, ese es un libro”, a las generaciones próximas. Me gustaría que los 500 años de imprenta estén ahí. No ignoro la tecnología. Incluso es difícil concebir a las bibliotecas sin la tecnología. Lo que sí pondero es que exista un libro que fue revisado por una editorial y los contenidos fueron confirmados, porque la web tiene mucha información no válida. La prioridad sigue siendo el libro.

¿Cuál es su idea respecto a la sobrevivencia de los libros, su conveniencia, su vigencia?
Me gustaría saber y pensar que todos los soportes siguen conviviendo: los tecnológicos, los visuales, los impresos y que éstos no se pelean. Estados Unidos, que es una potencia tecnológica, sigue imprimiendo muchísimos, aunque hay otras señales, como el hecho de la Enciclopedia Británica, que no la van imprimir nunca más. Así que no hay que resistirse a la tecnología, sin perder el encanto y la fascinación de tener un libro en nuestras manos.

Primera persona
El maestro Sergio López Ruelas, coordinador de Bibliotecas de la UdeG, recibió el Reconocimiento al mérito bibliotecario “Roberto Gordillo”, otorgado por el Consejo Nacional para Asuntos Bibliotecarios de Instituciones de Educación Superior (Conpab-IES).

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