Para solucionar los problemas de salud, ambientales e incluso económicos que genera la basura, es vital que los ciudadanos jaliscienses reduzcan, reusen y luego reciclen los residuos.
Con la inminente entrada en vigor de la Norma Ambiental Estatal NAE-SEMADES-007/2008, que establece los criterios para la separación y recolección selectiva de los residuos en el estado, este lunes arranca el programa obligatorio de separación de basura.
Sin embargo, para la investigadora del Departamento de ciencias ambientales de la Universidad de Guadalajara, América Loza Llamas, aunque calificó como positivo este esfuerzo, planteó que tiene carencias, ya que comienza con acciones “paliativas” como es la separación y no sigue las tres ‘erres’ de la ecología.
“Tendríamos que hacer la base de la pirámide, que es la de mayor superficie, lo ideal sería que estuviera la reducción, o sea que la mayor parte de la población no generáramos basura”.
Las siguientes acciones estarían encaminadas al reuso y el reciclaje, que sería la transformación de un residuo a un nuevo satisfactor, ya que de lo contrario el costo ambiental y económico es más alto, porque necesitamos más energía, infraestructura, y equipo.
“El costo ambiental del reciclaje es mayor que el reuso y el este último es mayor al de la reducción. Desde los puntos de vista ambiental y económico, se buscaría primero la reducción, porque te saldría más económico. Luego hablaríamos de lo que es el reuso y por último el reciclaje”.
La académica del CUCBA, indicó que si se realiza un muestreo en la Zona Metropolitana de Guadalajara, la ciudadanía no sabe qué y cómo separar la basura; qué debe ir en un residuo orgánico e inorgánico y cuáles son los sanitarios. “Hay un desconocimiento real de la población, sobre la Norma”.
Agregó que la primera acción debió ser una estrategia de educación y cultura ambiental, para que la población cambie patrones de conducta y consumo, para que reduzca, reutilice y recicle la basura, tal como se hizo en Alemania, donde primero sensibilizaron e informaron a sus habitantes.
De acuerdo con datos de la Secretaría de Medio Ambiente para el Desarrollo Sustentable (Semades), cada ciudadano genera por lo menos un kilo de basura diaria. El 50 por ciento es inorgánico, por lo que si reducimos el consumo de tales productos y las personas reciclan sus orgánicos mediante abonos, el problema de la basura disminuiría fuertemente, comentó Loza Llamas.
Por su parte, la responsable del programa para la prevención y gestión integral de residuos, de la Semades, Dulce María García Bogarín, consideró que la aplicación del programa será gradual.
Agregó que algunos municipios de la ZMG iniciaron el programa en la Zona Centro y sus colonias inmediatas. Mientras que al interior del estado, no sólo realizarán la separación, sino que también realizarán composta.
“Ya empezamos y no vamos a dar marcha para atrás. Tenemos un plazo (de seis meses) para estar cumpliendo todos juntos la separación”.
Sobre la capacitación a la población, García Bogarín, indicó que este es un trabajo coordinado, pero depende en mayor medida de cada municipio.
Por este motivo se le preguntó si la población está preparada para implementar el programa y contestó: “Sí, la ciudadanía demanda estas acciones”. No obstante recalcó que habrá una campaña en medios de comunicación para reforzar la conciencia.
