Santa Anita, el mayor foco de alerta de inundaciones en AMG

Especialista no descarta que en esa zona se repitan desbordamiento de arroyos y deslaves como en 2019

2808
Foto: Denisse Valentín

La zona de Santa Anita es el mayor foco de alerta del Área Metropolitana de Guadalajara (AMG) en cuanto a las inundaciones, debido a que en los últimos años se han modificado los cauces de los arroyos con los nuevos desarrollos inmobiliarios que se han asentado en la zona, afirmó en conferencia de prensa el investigador del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH), de la Universidad de Guadalajara, Luis Valdivia Ornelas.

El especialista señaló que los fraccionamientos al pie de la sierra han modificado el sistema hidrográfico, además de que se han urbanizado los cuerpos de agua en las zonas bajas; estas acciones han dado como resultado inundaciones y deslaves, como el ocurrido el año pasado en Boulevard Bosques de Santa Anita, que dejó afectaciones materiales.

Valdivia Ornelas no descartó que ese tipo de eventos vuelvan a suceder, pero “dependerá de cómo se desarrolle el temporal de lluvias y la intensidad de las precipitaciones. Esta situación es parecida a lo que ocurre en lugares que han sido altamente urbanizados, como el Valle de Atemajac y Tesistán”.

Santa Anita es una de las 350 zonas del AMG que el investigador ha documentado, estudiado e identificado, mediante georreferenciación, como puntos susceptibles de sufrir inundaciones.

Las más peligrosas son el canal de Patria; el cruce de avenida México con la calle San Felipe; los alrededores del Parque San Rafael; San Agustín; el cruce de avenida Patria y la calle Beethoven; la colonia Ferrocarril y todos los pasos a desnivel de la urbe.

En una década, Valdivia Ornelas ha logrado identificar 90 por ciento de los puntos inundables de la ciudad; el problema es que cada año estas zonas aumentan cerca de 5 por ciento debido al crecimiento urbano: de 2010 a la fecha ha registrado 130 puntos inundables más.

El aspecto más preocupante es que las inundaciones no sólo han crecido en cantidad de agua, sino en la velocidad con la que se mueven, lo que podría provocar arrastre de automóviles y de casas con deficiencias de construcción, alertó.

Las autoridades municipales y estatales deben de priorizar los trabajos de mitigación en áreas como los pasos a desnivel donde se han registrados pérdidas humanas; las colonias con alta densidad de población vulnerable; las zonas comerciales; las vías metropolitanas y las áreas verdes, subrayó Valdivia Ornelas.

Ante todo, las autoridades deben de dejar atrás la idea de que los colectores de agua son la solución, pues es un modelo que no ha sido exitoso desde hace 60 años; en cambio, debe primar una estrategia de control de crecimiento urbano, de protección de cauces y el crecimiento de desarrollos inmobiliarios con criterios de manejo sustentable, pues los fraccionamientos “no pueden seguir siendo construidos de la misma manera”.

El investigador del CUCSH enfatizó que el gobierno estatal debe de contar con estaciones climáticas e implementar un sistema de alerta temprana, que permita poner en aviso a los pobladores de las zonas donde se presentarán fuertes lluvias.

La UdeG puede hacer predicciones de zonas de precipitaciones y su intensidad mediante el Radar Doppler del Instituto de Astronomía y Meteorología (IAM), con el que pueden prever, hasta con media hora de anticipación, las posibles zonas de inundación.

Artículo anteriorUn Campamento de Recreación virtual
Artículo siguienteBoris Vian, dos ciudades y el jazz