Romería de Zapopan, una manifestación históricamente flexible

La celebración jalisciense se ha caracterizado por realizarse de formas inusuales debido a contextos políticos y sociales; ésta es la primera vez que será virtual

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El cardenal Juan Sandoval en el recorrido de la virgen de Zapopan en la romeria. Foto: HŽctor Jesœs Hern‡ndez

Frente al cambio de dinámica que vivirán los feligreses que no podrán acudir a la edición 286 de la “Llevada” de la Virgen de Zapopan, se espera que las personas manifiesten su religiosidad de forma diferente.

Darío Armando Flores Soria, integrante del Centro de Estudios de Religión y Sociedad (CERYS), del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH), indicó que las vías por donde se ha realizado la procesión en años pasados, como la ruta de avenida Américas o la de Ávila Camacho, suelen sacralizarse.

“Ahora que no se realizará esta romería, es posible que algunas personas, por pagar la manda, tomen este camino procesional y lleguen al menos hasta las puertas de la Basílica; es una hipótesis que puede suceder en estas circunstancias”, compartió.

Dijo que otras manifestaciones, este 12 de octubre, serán que la gente siga las transmisiones por televisión o por las redes sociales, o incluso acudir a otros templos.

Fabián Acosta Rico, también del CERYS del CUCSH, indicó que la romería virtual, con la que se busca evitar contagios del COVID-19, es un golpe duro para este fenómeno de religiosidad popular.

“Sin embargo, el confinamiento obligó a que la religiosidad tomara ciertas precauciones y tuvo que diferirse hacia los medios y nuevas tecnologías de la información. El creyente promedio ya ha seguido misas virtuales, así que estamos preparados para esta ‘Llevada’ de la Virgen virtual”, explicó.

Otras manifestaciones que resultan alternativas al rito de la romería son la realización de rezos y cantos en altares a la Virgen que la gente tiene en sus hogares, dijo el representante de Arquimedios, Román Ramírez.

Para Arturo Navarro Ramos, representante del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Occidente (Iteso), es un hecho que la gente sí hará algo. “No tenemos total claridad del derrotero de la imagen, pero al menos la gente sí se asomará a las ventanas, saldrá a las calles y procurará a su manera expresar el acompañamiento a la Virgen”.

El apego cultural-religioso entra en juego

El cambio de la romería de Zapopan a una celebración virtual será difícil para muchos feligreses, pues asumen que no podrán ver a una madre, que ve por sus necesidades.

Román Ramírez refirió que ocurre esto porque, si bien en países europeos se entiende a la Virgen María como la madre de Cristo, en México esa idea va más allá: la consideran como la madre de todas las personas.

“Es una manera distinta de apropiarse del sentido religioso a través del sentido de maternidad. Los tapatíos nos adaptamos a esas circunstancias para con la madre, que es acercarse y quererla”, subrayó.

La unión con la madre tiene sentido en esta época de pandemia, en la que se refuerza la religiosidad, el sentido de protección; además, está el hecho de llevarla a la Basílica e ir con ella. Por ejemplo, para el danzante, que su sentido de humanidad es bailarle”, recalcó.

El sacerdote Armando González Escoto, quien es representante de la Universidad del Valle de Atemajac (Univa), recalcó que las personas no tienen que cumplir sus mandas exclusivamente el 12 de octubre durante la romería y que en esta ocasión, al no verse en la posibilidad de acudir, pueden hacerlo cualquier otro día.

Navarro Ramos señaló que la pandemia ha implicado una contradicción para con las instituciones religiosas, que piden que la gente se quede en casa, pero a la vez que participen de la romería virtual.

“Hay un acceso mediatizado a lo sagrado que pone en evidencia el acceso a los recursos de la gente. Quienes están en la romería son justamente quienes puedan contar con los recursos electrónicos para estar ahí”, declaró.

“Los eventos alrededor están centrados en lo cultual ordinario (la celebración de la misa), pero todas las formas de la expresión cotidiana de la religiosidad se excluyen y quedan marginadas”, explicó.

Una fiesta religiosa históricamente flexible

Aunque este año la tradicional “Llevada” de la Virgen de Zapopan se realiza de una forma virtual, sin danzantes ni verbena y tampoco los dos millones de personas que se congregan, no es la primera ocasión que esta celebración ocurre de manera atípica.

Así como en este 2020 las autoridades de gobierno y las clericales se vieron obligadas a evitar aglomeraciones el 12 de octubre debido a la pandemia del COVID-19, de 1867 a 1904 la romería de Zapopan cambió de ruta, e incluso de fecha.

“Durante ese periodo, muchas veces la celebración fue atípica debido a las leyes que prohibían los actos religiosos públicos. La ruta y la fecha variaba cada año, con la intención de evitar el acompañamiento de los fieles”.

“Aunque éstos buscaron, con mucha creatividad, otras formas o maneras de participar en la romería, aunque no fuera acompañando a la imagen”, expresó González Escoto.

Recordó que esa situación volvió a ocurrir entre 1917 y 1938, cuando había fricciones en la relación Iglesia-Estado.

“Esta celebración es tan flexible y adaptable; tal vez ésa sea una de las explicaciones de su permanencia. Lo único estable es que la imagen se lleva a Zapopan; por dónde y cómo se ha llevado, eso ha variado muchísimas veces”, indicó.

Recordó que fue apenas en 1952 que se instituyó el 12 de octubre como el día de realización de la romería, y que de 1942 a 1952 se hacía el segundo domingo de octubre, y antes se realizaba el 5 de octubre.

Incluso, informó, hubo ocasiones en que la romería fue en noviembre y diciembre.

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