Robustecer la contraseña para evitar cyberataques

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Las claves de acceso o contraseñas son las llaves que abren las puertas a los datos personales, a los perfiles de las redes sociales, a la nube tecnológica y en general a todas las plataformas online que existen en la actualidad, incluyendo la banca móvil y las compras en línea.

A pesar de la importante responsabilidad que conlleva mantener segura la información que compartimos en la red, ya sea personal, familiar o social, desafortunadamente un porcentaje alto de usuarios todavía utiliza barreras demasiado débiles para defenderse de un ataque informático; por ejemplo, muchas de las contraseñas contienen una serie de números o palabras relacionadas con su nombre, domicilio, actor favorito, el nombre de su mascota o de una ciudad, etcétera.

Los expertos coinciden en que vale la pena que se invierta algo de tiempo en mejorar o fortalecer las contraseñas, porque gracias a ese cuidado se pueden evitar dolores de cabeza. Por ejemplo, de acuerdo con un estudio de seguridad de Keeper (keepersecurity.com), en el que se analizaron 10 millones de cuentas que sufrieron filtraciones de datos durante el año pasado, el 17 por ciento de los usuarios tiene como contraseña de seguridad “123456”, una clave fácil de descifrar por los cibercriminales.

Tratar de robar la contraseña es el principal objetivo de los criminales cibernéticos, sus ataques cada vez son más sofisticados, en este sentido, Armando Martínez Torres, de la Unidad de Diseño de Sistemas y Arquitectura de Software de la Coordinación General de Tecnologías de Información, ofrece algunas recomendaciones para robustecerlas y así tratar de detener esta clase de agresiones: “Por ejemplo, deberá ser de al menos ocho digitos de longitud, contener caracteres alfabéticos en mayúsculas y minúsculas, al menos debe integrar un número y un carácter especial como la tilde, la arroba, el asterisco, etcétera. Para recordarlas con facilidad se pueden utilizar frases intercalando el tipo de signos mencionados”.

La mayoría de los gigantes de los antivirus ofrecen en sus sitios reglas de seguridad, además, las plataformas en las cuales se comparten datos personales, por ejemplo las redes sociales o las que ofrecen espacio en la nube tecnológica, agregan políticas de privacidad y seguridad en sus lineamientos de registro, sin embargo el robo de información y claves de acceso no termina y cada vez es más frecuente y masivo.

Para contrarrestar esta situación de vulnerabilidad que se manifiesta a nivel global, Martínez Torres comparte otras sugerencias que pueden ayudar a fortalecer la seguridad: “No compartir la contraseña con ninguna persona por ninguna razón, incluyendo al personal técnico o administrativo, cambiarla de preferencia cada tres meses, evitar el uso de la misma contraseña para distintos servicios o sistemas, también se aconseja no escribir o almacenar la contraseña de forma insegura en algún medio físico o digital dentro de la computadora o dispositivo”.

Otras medidas alternas son no retirarse de la estación de trabajo sin antes bloquear la computadora y no utilizar la funcionalidad de inicio de sesión automática.

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