La medicina es un campo muy competido, pero si eres bueno y le echas ganas, puedes destacar”, asegura Miguel Roberto Verdugo Cervantes, uno de los mejores estudiantes de medicina en todo el país y egresado del Centro Universitario del Sur (CUSur), de la UdeG, con sede en Ciudad Guzmán.
Excelencia estudiantil
La Secretaría de Salud federal (SSA) reconoció a Verdugo Cervantes como un estudiante sobresaliente, por lo que fue merecedor del Premio a la excelencia en medicina 2009. Este reconocimiento es organizado por la Asociación Mexicana de Facultades y Escuelas de Medicina, A. C. (Comaem), el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) y el laboratorio químico farmacéutico Pfizer. El premio lo obtuvo gracias a que concluyó la licenciatura que lo acredita como médico cirujano y partero, con un promedio general de 96.49, el más alto de su generación. “Recibir un premio a la excelencia es un logro más. Estoy contento de representar a mi universidad y de retribuir a mi familia el apoyo”.
La medicina como forma de vida
Miguel Verdugo está consciente de que “vivimos en un país en que no siempre el mejor obtiene el mejor trabajo”, pero a pesar de ello, considera que “si te esfuerzas, puedes conseguir cosas buenas”.
Como parte de su estudio de pregrado, realizó su internado en el Hospital General Regional número 46 Lázaro Cárdenas, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en donde le otorgaron un reconocimiento por su alto desempeño académico. Fue ahí donde decidió que el área de nefrología sería su especialidad. “El próximo año quiero aplicar mi examen para la residencia. Me gustaría estudiar una especialidad en medicina interna y en nefrología. Es un campo que me gusta mucho, por el tipo de pacientes que se ven. Además, es un reto, porque no es un área fácil”.
En el área de servicio social, el egresado participó en el programa de vinculación de la Secretaria de Salud con la UdeG, en la plaza de “atención a comunidades indígenas Jalisco programa de vinculación”. De ahí que su compromiso será “llegar a ser útil a la sociedad en el campo en el que me formé. Me gusta ayudar a la gente y retribuir a la sociedad lo que me dio mi universidad”.
Uno de sus sueños siempre ha sido trabajar en un hospital. Verdugo Cervantes, originario de La Paz, Baja California Sur, comenta que una persona que motivó su vocación hacia la medicina, fue su oftalmólogo. “Fue una de mis principales motivaciones. Desde que era niño iba a consulta y me inspiró mucho, porque es una buena persona: culto, profesional y muy buen médico. Me llamaba la atención la forma en como trataba a sus pacientes y cómo los ayudaba. Se convirtió en un impulso para decidir que me gustaría llegar a ser como él”.
No todo es estudiar. Miguel Verdugo cuenta que además de la medicina, le gusta leer y jugar ajedrez y aunque comenta que no es muy hábil para los deportes, le agrada distraer su atención con el futbol.
Retos de la medicina
Verdugo Cervantes considera que en nuestro país hace falta mejorar la infraestructura hospitalaria y ampliar el presupuesto destinado a la salud. Puso énfasis en que “los principales retos consisten en enseñar a la gente a prevenir. Es importante decir que hay enfermedades como la diabetes o la insuficiencia renal, que matan a muchas personas. La prevención es necesaria para tener una sociedad con un mejor estado de salud. Finalmente el estado de salud de un país se mide con el tipo de infraestructura hospitalaria con que cuenta. Si un país tiene hospitales de primer nivel, clínicas de medicina familiar y de atención primaria, quiere decir que su nivel de salud es bueno”.
Por ser reconocido como uno de los mejores estudiantes de medicina, el pasado 3 de agosto recibió un diploma y una medalla de manos del secretario de Salud federal, doctor José íngel Córdova Villalobos, en el claustro de la Academia Nacional de Medicina, dentro de las instalaciones del Hospital Siglo XXI, en la Ciudad de México.
Primera persona:
Miguel Roberto Verdugo Cervantes tiene 24 años y es uno de los mejores estudiantes de medicina del país. Egresado de la Universidad de Guadalajara, recibió un reconocimiento por parte de la Secretaría de Salud a nivel federal, por su destacado desempeño.
