Richard Bernstein

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Durante su visita a nuestra ciudad Richard Bernstein, uno de los máximos representantes del neo-pragmatismo norteamericano, ofreció la conferencia magistral “John Dewey: modelo del intelectual público y democrático”, e impartió un seminario y diálogo.

En el Auditorio Adalberto Navarro Sánchez conversó con estudiantes y profesores de la Universidad de Guadalajara sobre la ética, la política, la filosofía, la ironía y el pragmatismo, desmitificando así algunas nociones y exponiendo su cosmovisión sobre los retos actuales de las humanidades.

En entrevista para La gaceta profundizó acerca de estos temas.

¿Por qué hay tantos prejuicios en torno del pragmatismo?
Creo que hay un significado popular del término “pragmatismo” que se ha vuelto de moda, el cual tiende a significar a alguien que tiene mucho sentido común, que es muy práctico, que usualmente no tiene principios ni ética, que es antiintelectual y que hace las cosas de forma rutinaria. Este es un prejuicio acerca del pragmatismo. Lo que yo quiero enfatizar es que los filósofos pragmatistas americanos son justamente la antítesis de esta concepción errónea: ellos sí estaban preocupados por la acción, pero por la acción inteligente, una acción que tiene principios y que es ética. Creo que eso es fundamental para los pragmatistas.

 

¿Cómo puede ayudar el pragmatismo al desarrollo de las democracias?
No creo que ninguna orientación filosófica nos diga directamente qué hacer en situaciones concretas y específicas. Todos los pragmatistas nos alertan contra esta creencia. Pero sí creo que todas las acciones, incluidas las acciones políticas, tienen que estar sustentadas por algún tipo de visión, por algún tipo de propósito o meta que se quiera alcanzar. Y aquí es donde creo que una orientación pragmática es extremadamente útil para nuestros problemas políticos y sociales.

 

¿Puede hablar brevemente acerca de la idea de John Dewey sobre la democracia como una forma de vida ética?
Dewey creía que la democracia siempre comienza en un espacio local: la democracia es la forma en que nos tratamos los unos a los otros, la forma en que nos hablamos y escuchamos los unos a los otros, la disposición para deliberar y la forma en que podemos reconocer nuestra falibilidad. Lo que Dewey sugiere es que si no practicamos la democracia con las personas inmediatas con las cuales convivimos, sea en la escuela, en el trabajo, en tu comunidad local, entonces, la democracia se vuelve estéril. Que la democracia sea una forma de gobierno en realidad depende de las prácticas de la democracia como forma de vida cotidiana.

 

¿En qué sentido le interesa la ironía como tema filosófico?

Se ha hablado sobre la ironía desde la época de los griegos y a veces tenemos la impresión de que cualquier cosa puede ser ironía. La ironía no es burlarse de algo o no estar comprometido con los asuntos del mundo. Yo creo que hay un significado más profundo de la ironía que tiene que ver con el cuestionamiento radical, con no aceptar el estado de cosas actual, con no seguir las costumbres de forma acrítica. Sócrates en los Diálogos de Platón comienza a filosofar con preguntas sencillas, cotidianas. Muchas personas no quieren aceptar que no saben o que son ignorantes y no quieren cuestionarse. En este sentido me interesa la ironía. La ironía y la crítica van unidas y ambas son vitales para el desarrollo de una comunidad plural y democrática.

 

Después de su visita, ¿cuál es su impresión general de Guadalajara?
Mi impresión general es extremadamente positiva, me han impresionado sobre todo las personas que he conocido, y la extraordinaria generosidad de las personas que nos invitaron a la Universidad de Guadalajara. Fue una gran emoción conocer los murales de Orozco del Hospicio Cabañas: yo conocía a Orozco y sus murales en The New School, pero sus murales del Cabañas son verdaderamente impresionantes. Me gustó muchísimo haber ido al mercado San Juan de Dios porque me dio una impresión de cómo es la vida cotidiana en Guadalajara. Guadalajara me parece una ciudad vibrante. La siguiente vez que venga quiero visitar Tequila.

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