Recortes en salud afectan a miles de niños con problemas de audición

Por el elevado costo del implante coclear, que anteriormente absorbía el gobierno federal, y la drástica reducción de su aplicación en la clínicas del país, la integración de muchos pequeños pacientes a la vida social se ve amenazada o anulada

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La falta de estrategias por parte del gobierno federal para mantener los programas gratuitos de implante coclear ha afectado a miles de niños en México que tienen problemas de audición y que han visto disminuidas sus posibilidades de socializar o de recibir educación de calidad.

Elia Anet Luna Hernández, jefa del Servicio de Otorrinolaringología, del Antiguo Hospital Civil de Guadalajara Fray Antonio Alcalde, dijo que tan solo en este nosocomio se practican sólo 10 por ciento de los procedimientos para implantes del casi 50 por ciento que se realizaba en 2018.

“Ahora no sabemos el rumbo que tendrá el programa pues muchos centros de implantes a nivel nacional, ya sea en Jalisco, Nayarit, Guanajuato o Ciudad de México, han cerrado por falta de recursos federales”, explicó en el marco del Día Internacional del Implante Coclear, que se conmemora este 25 de febrero.

El implante coclear es un dispositivo electrónico que consta de electrodos dentro del oído interno que ayudan a hacer la estimulación eléctrica del nervio que permitan recuperar la percepción de sonidos agudos y graves.

Este dispositivo es comúnmente colocado a niños que nacen sin el sentido del oído o que lo pierden en los primeros años de su vida y les ayuda a habilitar o rehabilitar su capacidad de comunicarse de manera verbal.

Por el tipo de tecnología su costo se elevado para las familias con pocos recursos económicos, esto es entre 550 y 600 mil pesos, en promedio, aunque su precio cambia cada año debido a los avances tecnológicos que le son adaptados.

Desde 2016, el gobierno federal implementó un programa para absorber el costo del implante y que las familias no tuvieran que pagarlo, además de darles el estudio auditivo completo, la rehabilitación y las terapias de lenguaje para los pequeños de hasta cinco años.

Sin embargo, los recientes recortes presupuestales en salud y la desaparición del seguro popular además de un trazado ineficiente para distribuir los recursos, han obligado a muchos centros a cerrar sus puertas dejando a los niños y niñas sin la posibilidad de tener este beneficio que tendrá efectos a largo plazo, dijo la especialista.

“Para empezar el niño no se habilita ni se rehabilita, por lo tanto su integración a la vida social se ve amenazada o nula y se supone que este programa se hizo para integrar al individuo a una escuela convencional que no implique altos costos para su desarrollo tanto cognitivo o personal”, indicó.

Explicó que las autoridades de salud a nivel federal no han determinado de manera adecuada cómo distribuir los recursos para que los dispositivos lleguen de manera eficiente a los pacientes y que estos reciban las terapias adecuadas para su recuperación.

“En el programa de salud no se han establecido los mecanismos de cómo sea viable este programa para la compra del insumo, cuyo costo es elevado, sin contar lo que cuesta el procedimiento quirúrgico y la rehabilitación adicional al tratamiento”, dijo.

Ante este panorama la única opción que tienen las y los niños y sus familias es seguir una terapia de rehabilitación auditivo verbal con aparatos auditivos auxiliares que les ayude a aprender el lenguaje de señas o avanzar lo más posible en su incorporación social y educativa.

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