Recolecta de aceite de cocina residual para producir biodiésel

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Con base en la utilización de residuos de aceite de cocina, la Unidad de Ecotecnologías, del Centro de Investigaciones en Ecosistemas (CIEco), del campus Morelia, de la Universidad Nacional Autónoma de México, inauguró una planta experimental de biodiésel.
El biodiésel es un combustible líquido derivado de aceites vegetales o grasa animal que puede utilizarse como sustituto del diésel del petróleo, principalmente en el sector transporte.
La iniciativa busca utilizar los desechos de aceite de cocina para producir biodiésel y así contribuir a la reducción de emisiones de carbono y a la contaminación ambiental por el desecho de aceites.
Actualmente, personal de la Unidad de Ecotecnologías realiza una serie de análisis químicos y fisicoquímicos de aceites residuales de cocina para producir biodiésel. Obtuvieron muestras de aceites de tres distintos restaurantes de comida rápida, de tres comedores comerciales –incluyendo el comedor universitario de la UNAM– y de tres cenadurías y comercios informales en Morelia.
“Cada uno de estos negocios trabaja con diversos procesos de cocción, por lo que estamos analizando las características físico químicas de los residuos de estos aceites mediante la técnica de cromatografía de gases para conocer la composición de aceites vírgenes y compararla con la composición después de haber sido usados”, señaló Mintziran Equihua Sánchez, egresado de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, que actualmente realiza su tesis de licenciatura en la Unidad de Ecotecnologías de la UNAM en Morelia.
Según Equihua, “entre menos degradado este un aceite, tendrá una mejor calidad para producir biodiésel. El proceso para la producción de biodiésel es la transesterificación, que funciona rompiendo los enlaces de los triglicéridos contenidos en los aceites y los convierte en metiles esteres mediante un alcohol y un catalizador”.
La planta piloto adquirida por la Unidad de Ecotecnologías de una empresa mexicana tiene capacidad para producir 150 litros de biodiésel por lote y funciona con una temperatura de entre 50 y 60 grados centígrados.
Omar Masera, investigador del CIEco, indicó que se busca “convertir un problema en una solución”, pues considera viable que a partir del reuso de aceites comestibles altamente contaminantes se podrá generar biodiésel para que los vehículos que se usan en el campus funcionen con el mismo.
Alfredo Fuentes, responsable de la Unidad de Ecotecnologías, subrayó que la producción de biodiésel tiene varias etapas. Por ahora “iniciamos con el aceite residual de cocina, pero la idea es realizar análisis, tanto de la calidad del aceite como del biodiésel producido con otras materias primas, como plantas oleaginosas y grasas animales”.
En un futuro se podrán buscar alternativas para generar biodiésel que se pueda utilizar en el transporte público de ciudades y para generar aditivos al diésel convencional.
Los aceites empleados en la preparación de alimentos son un desecho altamente contaminante para el ambiente, ya que un litro de aceite residual puede contaminar mil litros de agua. Las personas que trabajan en negocios informales de comida y las amas de casa, generalmente echan el aceite al drenaje. En estos casos la recomendación es guardar los residuos en una botella de plástico y procurar que utilizarlo para generar nuevos productos, como el biodiésel.
La empresa Moreco, con la que actualmente colabora el Centro de Investigaciones en Ecosistemas, trabaja en Jalisco, Guanajuato y Michoacán y tiene proyectado para este año iniciar con el reciclaje de aceite de cocina en Monterrey y Aguascalientes. Esta propuesta pretende ser un proyecto social en el que más personas y organizaciones se vayan adhiriendo a la iniciativa. En Michoacán ya colectan aceite residual en Uruapan, Jiquilpan, Sahuayo, Zamora y en Morelia.

*Responsable de vinculación,
Centro de Investigaciones en Ecosistemas,
campus Morelia/UNAM.

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