Recicla y crea

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Todos los días en los hogares, oficinas, talleres, escuelas, hospitales, centros de trabajo, y prácticamente en cualquier lugar desechamos basura; desde tapas de refrescos, papeles, periódicos, botes y una gran cantidad de objetos que suponemos ya inservibles para nuestro uso. Pero no es así, por lo menos eso es lo que se trató de hacer ver a quienes durante la semana pasada acudieron al Museo de las Artes (Musa), de la Universidad de Guadalajara, para participar en el taller “Recicla y Crea” para niños y adultos, que estuvo dirigido por la maestra Ane Collignon de Alba.
El objetivo principal fue precisamente dejar en cada participante la semilla sobre la importancia que tiene separar la basura para poder reciclarla. “Lo padre de esto”, comentó la maestra, “es como picarles la creatividad, que vean que con basura y objetos que creíamos ya sin uso, se pueden hacer cosas súper divertidas”.
El taller se realizó del 21 al 25 de julio en el propio museo, con horario de 10:00 a 13:00 horas, al cual acudieron personas desde cinco años de edad hasta adultos, quienes con gusto realizaron diferentes proyectos reutilizando la basura.
En este primer taller, los participantes realizaron varios proyectos muy prácticos y con diseños innovadores, hechos todos con materiales reciclados y cada quien le puso de su cosecha y su creatividad, para terminar con una colección de objetos extraños pero muy divertidos y prácticos.
El primer día trabajaron con corcholatas y tapa roscas y las decoraron con cuentas, canicas, botones, animalitos, tela, flores, y con ellas elaboraron imanes, pulseras, dijes, collares…
La creatividad de los estudiantes los llevó a hacer a Wall-e, un robot que está de moda por su película, lo que ilusionó sobre todo a los más pequeños que se divirtieron haciendo a su personaje favorito. Los más grandes elaboraron esculturas y brújulas con los mismos elementos.
El material fue proporcionado en parte por el Musa. Los estudiantes llevaron basura que se les pidió separar como tarea para trabajar con ella al día siguiente.
El costo del curso fue de 200 pesos por los cinco días, lo que además resultó no ser tan excesivo para sus bolsillos y sí les permitió desarrollar su imaginación y a utilizar la basura en cuestiones positivas, más aún si se toma en cuenta que en períodos vacacionales los niños, sobre todo, gustan de ver televisión sin buscar mayor provecho para su desarrollo personal.

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