Raúl Hernández Alcalá

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fotos del coordinador del proyecto de universidad incluyente Raul Hernandez. foto giorgio viera.

Andar en silla de ruedas no es impedimento para ser un guerrero en pie de lucha. Raúl Hernández Alcalá es un ejemplo a seguir. Su empeño y perseverancia han fructificado en la toma de conciencia de las autoridades sobre las necesidades y derechos de las personas con alguna discapacidad. Ha participado en varios frentes de batalla: la Asociación de Lisiados de Jalisco, Confederación Mexicana de Limitados Físicos —de la cual es presidente— y la Organización Mundial de Personas Impedidas. También, desde la UdeG levanta la voz en nombre de aquellos que tienen alguna deficiencia física.
“Las personas que tienen algún impedimento físico también tienen derechos, los mismos que alguien que se desplaza normalmente”, afirma el también responsable la Unidad de accesibilidad total, de la UdeG. El derecho a la educación en igualdad de oportunidades y sin discriminación es uno de los ideales que alientan a la Unidad de accesibilidad total, que se esfuerza por estar actualizada sobre las discapacidades que sufren algunos trabajadores, académicos y estudiantes de toda la red universitaria. En 2004 se aplicó un censo entre la comunidad estudiantil. El cinco por ciento resultó con alguna discapacidad, principalmente visual, le seguían las motoras. Hoy la Unidad está empeñada en conocer las discapacidades que tienen algunos trabajadores, funcionarios y ciudadanos que tienen acceso a los edificios que conforman la red universitaria. En el mes de noviembre se espera que esta investigación arroje un avance del 60 por ciento.

¿Cómo surgió la inquietud de luchar por los derechos por las personas que tienen capacidades especiales?
Una bala perdida me lesionó la columna vertebral cuando tenía 27 años, desde entonces tuve que usar silla de ruedas. A los dos años de ese accidente me invitaron a ser líder de una asociación en Jalisco de personas con discapacidad. Me di cuenta de los problemas que enfrentan. Me empecé a involucrar en la ayuda a los demás.

¿Cuál fue un momento álgido en la lucha por los derechos de los discapacitados dentro de la Asociación de Lisiados de Jalisco?
Una vez, cuando Alberto Mora López era presidente municipal de Guadalajara, tuvimos que romper con mazos la esquina de Alcalde y Juan ílvarez para que nos escuchara. Llevamos a la prensa. El presidente municipal se molestó y nos mandó llamar a los líderes. Le contestamos que ya habíamos acudido varias veces a pedir su ayuda y no había hecho caso. Los resultados son ahora evidentes. No es por presumir, pero la Zona Metropolitana de Guadalajara es uno de las sitios más accesibles para discapacitados.

¿Cuál sería uno de sus logros en la defensa de los derechos de las personas con alguna discapacidad?
En este momento el 98 por ciento de los aeropuertos de este país están adaptados para personas discapacitadas. En ese proyecto yo estuve involucrado.

¿Qué problemas enfrenta el estudiante discapacitado en la Universidad de Guadalajara?
Los problemas se presentan desde que el momento que hace sus trámites de ingreso. Al alumno le hace falta información. Los trabajadores universitarios en algunos casos no tienen la instrucción de atender de inmediato a una persona que presenta alguna discapacidad. Por ello es necesario impartir cursos de sensibilización al personal de esta casa de estudios. Ellos deben darse cuenta que hay otro tipo de personas y deben saber cómo deben de tratarlos.

¿Cuáles son las necesidades más apremiantes a atender en la Universidad?
Realizar adecuaciones en baños, en el ingreso de los edificios y dentro de los mismos.

¿A nivel académico cuáles son sus proyectos a sugerir?
Sería bueno contar con una maestría en materia de discapacidad. La tienen en España, queremos traerla a la Universidad de Guadalajara e implementarla en psicología. El objetivo es educar a los profesionales de la salud y sociedad civil en general en la materia. A nivel licenciatura sería bueno introducir dos materias que sean afines con la licenciatura en psicología y servicio social.

Primera persona

Raúl Hernández Alcalá es cien por ciento universitario. Cursó la preparatoria en la Escuela Vocacional, la licenciatura en administración de empresas (1979-84), y es también licenciado en contaduría pública (1984-88). Nació el 2 de noviembre de 1956, en Guadalajara.

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