Rafael Pérez: “La pobreza determina el estado de nutrición de los niños”

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Muchos niños mexicanos hacen 40 minutos de actividad física a la semana, pero ven 14 horas de televisión en promedio; en la escuela consumen alimentos chatarra y fuera del horario escolar su vida es sedentaria.
En México, uno de los principales problemas de salud pública en la población infantil es la obesidad, pero la inseguridad alimentaria, no tener acceso diario y seguro a los alimentos saludables y en suficiente cantidad, es otro problema grave que causa estrés y depresión en la población infantil. En nuestro país la mitad de las familias viven inseguridad alimentaria en los hogares (IAH).
De visita en Guadalajara, el doctor Rafael Pérez Escamilla, profesor de Epidemiología y salud pública, de la Universidad de Yale, y director de la oficina de salud comunitaria de Estados Unidos, resaltó las consecuencias de una mala nutrición.

¿Cuáles son los impactos de la mala nutrición en la salud emocional y física de los niños?
El impacto en su desarrollo intelectual es trascendental. Tienen un grado más alto de ser agresivos, no comportarse bien o faltar a las escuelas y su coeficiente intelectual no será óptimo. También causa depresión en los padres y puede llevar a situaciones de violencia doméstica, lo que repercutirá en los menores y adultos.

¿Cuántas familias viven con IAH en México?
La mitad de las familias mexicanas podría estar padeciendo este problema y el ocho por ciento en estado grave, principalmente en el sur de la República Mexicana, en los estados de Chiapas y Oaxaca, y ahora en la zona tarahumara. Un estudio que realizamos en seis municipios de la zona metropolitana de Guadalajara (en dos mil 400 hogares de Guadalajara, Tonalá, Tlaquepaque, Tlajomulco, El Salto y Zapopan), arrojó que una de cada ocho familias vive en condiciones de inseguridad alimentaria, moderada o severa.

¿Cuáles son las características de las familias que no tienen la garantía de obtener alimentos saludables todos los días?
Todos los problemas relacionados con la pobreza, ya sea la falta de acceso a la alimentación saludable, a escuelas, a buenos servicios de salud o carecer de hogares libres de violencia doméstica, son los problemas principales para los niños. México debe dar una prioridad altísima a reducir los altos niveles de pobreza, para mejorar la salud y nutrición de todos los niños.

¿Cuáles son las acciones que deben implementarse para combatir la IAH y a la vez la obesidad infantil?
No sólo es atender un problema de nutrición y de salud física, sino también de salud mental y del desarrollo intelectual de la futura generación que debe sacar adelante al país. Es importante entender que la solución final es el crecimiento económico con una distribución equitativa de la riqueza. Si los niños viven en colonias donde no tienen acceso a las áreas verdes y parques seguros donde puedan hacer ejercicio, salir a caminar y tener almuerzos saludables sentados en el pasto con su familia, estarán expuestos a la obesidad.

¿Qué país podríamos tomar como ejemplo?
Noruega o Suecia o en América Latina, Brasil han regulado la propaganda que emiten las compañías de alimentos chatarra. También regulan las escuelas públicas, vigilan la alimentación que les sirven a los niños y fomentan la actividad física. Tenemos que trabajar en crear estos hábitos desde una edad temprana. Países que han entendido esto, desde hace muchos años garantizan el derecho humano de los niños al acceso a una alimentación sana, nutritiva y a una vida activa que les permita llegar a rendir todo lo que pueden.

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