Pruebas Covid-19: cuáles y cuándo aplicarlas

Especialista de la UdeG explica la diferencia entre las varias pruebas que se encuentran disponibles: PCR, antígenos y de anticuerpos o serológicas, y en qué casos es mejor aplicar una u otra

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Los módulos se encuentran en el CUCS, el CUTonalá, en CUAltos y CUCosta. Foto: Fernanda Velázquez

Existen tres diferentes tipos de pruebas para la detección de COVID-19, las cuales deben utilizarse en distintas etapas de la infección y son valiosos instrumentos para el diagnóstico y seguimiento de esta enfermedad. Las tres se ofrecen en los laboratorios de la Universidad de Guadalajara.

Alejandra Natalí Vega Magaña, jefa del Laboratorio de Diagnóstico de Enfermedades Emergentes y Reemergentes (LADEER), especificó que existen dos tipos de diagnóstico: el directo y el indirecto.

Con el directo se detecta el virus en la muestra y, con el otro método, se buscan anticuerpos. En el caso del diagnóstico directo existen dos pruebas: la PCR y la rápida, de antígenos.

La PCR es el estándar de oro. Para ésta se toma una muestra combinada de hisopado nasofaríngeo y orofaríngeo y se hace la extracción de ácidos nucleicos del virus para amplificar los genes y detectar si hay presencia o ausencia de virus en la muestra.

La profesora investigadora del Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS), añadió que también existen las pruebas rápidas de antígeno, de flujo lateral, que arrojan resultados en quince minutos.

En el CUCS realizaron un protocolo de validación de estas pruebas rápidas de antígenos, que detectan ciertas proteínas del virus. El estudio se hizo con la marca Standard Q Ag COVID-19 (SD Biosensor) y arrojó una sensibilidad de aproximadamente el 80%, especificidad de 100 % y un valor predictivo positivo de 100%, lo cual quiere decir que si la prueba sale positiva es un verdadero positivo.

“En este protocolo de validación tomábamos dos muestras al mismo paciente; una para que se fuera a PCR (que es la prueba de referencia), y otra para que se fuera a prueba rápida. Entonces obtuvimos un total de 369 pacientes y de esta forma pudimos sacar estos valores”, indicó Vega Magaña.

La especialista añadió que con la de prueba antígenos existe un porcentaje de pacientes que presentan carga viral baja (poca cantidad de virus), que no se pueden detectar, porque la prueba no es tan sensible como la PCR. Por lo tanto, existe un porcentaje de pacientes que se pueden dar como falsos negativos que tienen infección pero poca carga viral.

Si esa prueba sale negativa y el paciente continúa con síntomas, se recomienda que se corrobore el diagnóstico por con PCR.

La prueba de diagnóstico indirecto se realiza a través de una muestra de sangre o suero, y busca anticuerpos IgGM e IgGG, los cuales se generan una vez que el cuerpo humano ha estado en contacto con el virus; es decir: la reacción del cuerpo a la infección.

La PCR y de antígenos deben aplicarse en los primeros 5 o 7 días, cuando la carga viral es intensa, lo que se conoce como etapa aguda. Mientras que las de anticuerpos o serológicas son efectivas en periodo posterior: a partir de los diez días de infección.

“Ambas pruebas son muy importantes y se pueden usar en conjunto, pero en diferentes tiempos, pues los anticuerpos los producimos días después de haber estado en contacto con el virus y no necesariamente si somos positivos a los anticuerpos vamos a tener carga viral, entonces las pruebas que son recomendables para detectar casos activos de COVID-19 son las de PCR y la prueba de antígenos. Si esas pruebas son positivas, tenemos que aislar a ese paciente para poder detener la cadena de contagios”, complementó Vega Magaña.

Las tres pruebas se aplican en los laboratorios de la Universidad de Guadalajara que apoya a Radar Jalisco y al Sistema de Diagnóstico COVID19.

La UdeG abrió diez laboratorios distribuidos en Jalisco. Fotos: Alfonzo Martínez

Existen diez laboratorios de la UdeG que apoyan al diagnóstico molecular. Uno dentro del CUCS el Laboratorio de Enfermedades Emergentes y Reemergentes (LADEER), en el Hospital Civil Fray Antonio Alcalde, en el Instituto de Investigación en VIH e inmunodeficiencias y el Laboratorio de Enfermedades Emergentes y Reemergentes (LADEER), así como el Laboratorio de Citogenética del Centro Universitario de Ciencias de la Salud, del Hospital Civil Juan I. Menchaca, y el Centro Universitario de Ciencias Exactas e Ingenierías (CUCEI) que cuenta con el laboratorio del Instituto Transdisciplinar de Investigación y Servicios (ITRANS).

También están activos los laboratorios de los centros universitarios regionales: los de Costa (CUCosta), de Tonalá (CUTonalá), del Sur (CUSur), del Norte (CUNorte), de los Altos (CUAltos) y de la Ciénega (CUCiénega).

Además se proyecta la apertura de módulos de pruebas rápidas de antígenos en diversos municipios del estado, como el Centro Universitario de Tlajomulco (CUTlajomulco), el Centro Universitario de los Valles (CUValles), Centro Universitario de Los Lagos (CULagos) y el Centro Universitario de la Costa Sur (CUCSur) con dos sedes: Autlán y Melaque Cihuatlán, donde se ofrecerá el servicio al público en general a través del sistema de Radar Jalisco y a través del Call Center de la Universidad de Guadalajara (333 540 30 01).

La especialista alertó además sobre el riesgo de adquirir pruebas rápidas en el mercado negro, o que no tengan el aval del Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológica (INDRE), que sólo tiene cuatro marcas aprobadas de pruebas, de los fabricantes: Monocent, SD Biosensor, Abbot Rapid Diagnostics Jena y Quidel Corporation.

“Una prueba no validada por el INDRE (instituto que se encarga de avalar pruebas de diagnóstico durante epidemias), puede provocar que tengamos resultados no válidos, como los falsos negativos, lo cual es el peor escenario, ya que la persona creerá que no tiene nada, pero sí está contagiado y va a propagar el virus por no aislarse de manera oportuna”, concluyó Vega Magaña, quien llamó a no bajar la guardia y a continuar con las medidas de prevención como uso de cubrebocas, sana distancia y lavado de manos.

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