Prueba que salva la vida

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En junio de 1981 fueron reportados en el mundo los primeros casos de una nueva enfermedad, hasta entonces desconocida, que se manifestaba con pérdida severa de peso, diarreas crónicas e infecciones oportunistas y cánceres hematológicos asociados. Pero sobre todo, era sumamente letal.
Fue hasta 1983 cuando se identificó el agente que la causaba: el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH). A punto de cumplir 30 años, gracias a los progresos paulatinos en la investigación y en el desarrollo de nuevos medicamentos, el VIH en la actualidad es una enfermedad controlable y con la que se puede convivir hasta por 50 años.
Esto implica una gran responsabilidad de parte del enfermo, tanto por la disciplina que requiere para tomar el tratamiento, como en la detección oportuna del contagio, pues el momento en que se detecte y se empiece a contrarrestar el virus, puede significar la diferencia entre la vida y la muerte.

Centro de Atención Integral en VIH
El Centro Universitario de Ciencias de la Salud, desde 2001 implementó el programa “Universitarios y VIH/SIDA”, y el jueves antepasado inauguró un Centro de Atención Integral, cuyo objetivo, además de fortalecer las actividades de prevención e información, es realizar pruebas rápidas para la detección del virus, tanto para los estudiantes de la Universidad de Guadalajara, como para la población abierta.
El programa, cuando comenzó, contaba con un presupuesto anual de mil 500 pesos, y consistía fundamentalmente en repartir condones y trípticos entre los estudiantes. La doctora Martha Patricia Ortega Medellín, coordinadora del centro, explica que “luego fuimos creciendo, nos capacitamos para impartir talleres de prevención y empezamos a colaborar con el Coesida”.
En 10 años de actividad afirma que distribuyeron aproximadamente 90 mil condones, atendieron arriba de cien solicitudes de asesoría e información, e impartieron más de 100 talleres para la prevención en escuelas y con la sociedad civil. Además, recibieron tres financiamientos de Coesida y Censida para realizar investigación y recibir capacitación.
El Centro de Atención Integral en VIH/SIDA viene ahora a complementar este trabajo, pero también a responder a las necesidades que surgieron a lo largo de la actividad del programa.
“Con la investigación que realizamos sobre aptitudes y conocimientos acerca del VIH, detectamos que los estudiantes saben cómo se transmite, cómo se previene, pero no usan el condón, y en el momento preciso no ponen en práctica esas medidas”.
La detección temprana es fundamental para la calidad de vida de las personas que viven con el virus. Ortega Medellín comenta que “creemos que la prueba puede arrojar luz sobre si nuestro trabajo está funcionando. Hace tres años aplicamos una primera prueba masiva, y vimos que aún no existía un amplio uso del condón. Pero aquí en el CUCS existen, además, riesgos laborales. Los alumnos cuando hacen prácticas en los hospitales se exponen al contacto con fluidos contagiosos, y más de la mitad de los que acudieron desconocía qué es la profilaxis de postexposición, aunque está prevista en todos los hospitales por la norma oficial”.
Otra de las principales actividades que realiza el centro es la atención psicológica a las personas que viven con el VIH, para responder a la demanda de varias asociaciones que manifestaron la necesidad de especialistas capacitados sobre el tema, explica la doctora. Lo anterior incluye capacitación al personal de salud para que pueda brindar una atención de calidad.

La prueba
La prueba es sencilla . El pasante de sicología o enfermería que atiende a la persona que quiera realizarla, le proporciona un cuestionario anónimo sobre hábitos y prácticas de riesgo.
“Esta consejería previa esta prevista por la norma oficial e implica que la persona sabe qué es el VIH, cómo se transmite y previene, y sabe si vive una situación de riesgo. Lo más importante es que la persona pueda reflexionar si realmente está en riesgo y decidir hacerse o no la prueba”, explica Ortega Medellín. “Además, a las personas se les informa que hay un tratamiento retroviral avanzado, que si se empieza a tomar tempranamente el enfermo puede tener una larga vida, y de calidad. Cuando entiende esto, baja también su nivel de tensión, porque muchas veces este virus está relacionado con la muerte. Se le prepara a asumir el resultado en caso de que salga positivo”.
Luego se aplica la prueba. Con un punzón en un dedo de la mano sacan sangre que, mezclada con un líquido específico, da en aproximadamente un minuto el resultado. “Si es reactivo se tiene que aplicar otra prueba, para corroborar la primera. Si también en la segunda sale reactivo, enviamos al paciente a un laboratorio para que se haga la prueba confirmatoria”.
El Centro de Atención se encuentra en las instalaciones del CUCS. Para realizar la prueba rápida hay que hacer una cita previa, llamando al teléfono 1058 5200, extensiones 34056, 33857 y 34056.

Programas de punta
En 1993, cuando el virus estaba en su máxima expansión en el mundo y también en México, el Hospital Civil de Guadalajara creó un programa de atención a personas que viven con VIH/SIDA.
“Lo que hacíamos entonces en la clínica, era lo que se hacía en todas partes: atendíamos las infecciones oportunistas y veíamos cómo se iban muriendo los pacientes”, explica el doctor Jaime Andrade Villanueva, director de la Unidad de VIH del Hospital Civil Fray Antonio Alcalde.
En 1998 empezaron a llegar a México, a través del programa Fonsida, antivirales que lograban estabilizar a los pacientes. Al Hospital Civil le tocaron solamente 50.
“Fue a partir de 2003 cuando logramos tener el tratamiento gratuito para todos los enfermos”, dice el también director de la División de Disciplinas Clínicas del CUCS.
Desde que fue inaugurada, la unidad atendió a más de 3 mil 500 pacientes. Actualmente son mil 970. El Hospital Civil cubre el 50 por ciento de los enfermos de VIH en el estado, y el 90 por ciento de los que no cuentan con seguro médico.
Andrade Villanueva asegura que actualmente la mortalidad es baja. “Si un paciente es diagnosticado a los 30 años de edad, y tiene más de 200 CD4 –es decir, glóbulos blancos, las células de defensa–, su sobrevida es de más de 50 años, la misma de cualquier persona en México”.
Agrega que la cantidad de células CD4 depende de qué tan avanzada esté la enfermedad.
“Desde mi perspectiva, en la actualidad no se deberían morir pacientes con VIH. Existen terapias potentes y con una toxicidad limitada. Deberían vivir con una calidad de vida igual a la de la población en general, y tendrían que nacer cero niños con virus de madres con VIH”.
“Por qué no es así: porque siguen llegando pacientes avanzados, que no se atienden y llegan al hospital con enfermedades severas y una afectación importante del sistema inmune, con 44 células CD4, cuando lo normal es de mil”.
Para esto se tienen que abrir centros de detección oportuna de VIH, explica, como el que inauguró la UdeG, “realizando pruebas rápidas y el diagnóstico apropiado a las personas que tienen prácticas de riesgo”.
Explica que a pesar de la información que existe, los casos en Jalisco van en aumento. “La gente no lleva a cabo las medidas de protección. Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud ha calificado la epidemia en México como de bajo perfil. Basta decir que aquí la prevalencia de mujeres embarazadas con VIH es de 0.46 por cien mil, cuando en Uganda hay ciudades donde el 30 por ciento de las mujeres son positivas al VIH”.
Los tratamientos de VIH/SIDA son caros. Cada paciente cuesta al gobierno entre 5 y 8 mil pesos al mes. El programa del Hospital Civil es uno de los más avanzados del país, tanto en la atención como en investigación, a través de protocolos mundiales sobre nuevos fármacos y tratamientos.
“Nuestra unidad es de las más grandes a nivel nacional por número de pacientes. Cuenta con todas las certificaciones. Más del 90 por ciento de nuestros pacientes tiene cargas virales indetectables, lo que implica una buena calidad de vida, y en términos de personal capacitado creo que es una de las tres mejores unidades para atender VIH del país”, comenta el doctor Andrade.
También enfatiza la importancia de la disciplina del paciente en seguir el tratamiento: “Porque el VIH es un virus muy ‘caramba’. Si le das una oportunidad de levantarse, se levanta, muta y hace resistencia a los fármacos. Por esto es importante la evaluación periódica y tomar las medicinas todos los días”.
“Si me dijeran que tengo que escoger una enfermedad entre VIH, diabetes e infarto agudo al miocardio, en la actualidad yo contestaría sin alguna duda que VIH”, concluye uno de los especialistas más reconocidos del país.

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