Promesas sin cumplir

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“Por más intentos que hice de encontrar aspectos positivos en los primeros años de gobierno de Calderón, la verdad es muy difícil ubicar sobre todo cifras y virtudes en un lapso –ante el quinto informe de gobierno–en el que todo terminó para Felipe Calderón en la cuestión económica”, indicó la economista Angelina Hernández Pérez, investigadora del Instituto de Estudios Económicos Regionales (Ineser), del Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas (CUCEA).
Para presentar el análisis, la maestra Hernández Pérez realiza un corte que toma en cuenta cómo recibe y cómo entrega el presidente de México.
“Cuando Calderón asume en 2006 el poder, recibe un país con problemas que hemos arrastrado desde hace muchos años, pero los tres principales problemas estructurales fueron la pobreza, una caída estrepitosa de la competitividad y un presupuesto raquítico por una recaudación ineficiente, con la enorme carga de las pensiones y un desproporcionado gasto corriente.
“Pudimos ver que para solucionar esa encrucijada, Calderón toma medidas presupuestales y lo primero fue aceptar que no hay dinero, lo que se contrarresta con la reforma fiscal de 2007, con el IETU, depósitos en efectivo y el impuesto contra la pobreza, a las telecomunicaciones, así como un aumento en el IVA. Con una recaudación adicional se pensó enfrentar los problemas”.
La académica precisa aspectos sobre el control inflacionario y el costo que en algunos rubros los mexicanos han tenido que afrontar por esa medida, como es el precio de la tortilla, un aumento de 66 por ciento en el quinquenio, y el de las gasolinas. “En el 2006, la gasolina magna costaba 6.74 pesos por litro. Con el último aumento llegó a 9.40 pesos por litro. Es decir, desde que entró el presidente ha habido 75 aumentos a la gasolina. En total nos da un 71 por ciento de incremento. Esto no ha terminado y se espera hasta un cien por ciento”.
Roberto Arias de la Mora, investigador del Departamento de Estudios Internacionales, del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades, consideró que uno de los principales puntos de arranque para cuestionar el fracaso político de Calderón es “su propia propaganda mediática hacia el informe, donde toca cinco temas sin profundizar en la economía ni tampoco en el principal tema de su campaña: la generación de empleos”.
Arias de la Mora refiere que el gobierno federal presume un abanico de megaproyectos de infraestructura, pero insuficientes para respaldar la economía y para rescatar el proyecto político.
“Lo que en realidad ha sucedido es que la crisis existe, pero los pobres más extremos están mejor, es decir, esta gestión ha sido solo eficiente para una administración de la pobrezdoa”.
Dijo que el énfasis que el presidente dio a la lucha contra el narcotráfico y la delincuencia organizada, evidentemente afectan a la economía, porque inhibió la inversión productiva privada, aseguró el investigador, ya que los inversionistas no actúan en un esquema de inseguridad, aunque los números de la macroeconomía podrían presentar otro panorama.
“Lo que percibo es que no cumplió con sus promesas y se enfrascó en un combate que de entrada me parece una estrategia equivocada, vaciando todo el poder del Estado sin tener un plan alternativo. Creyó que colocando todos los esfuerzos en los primeros años de gobierno iba a controlar la inseguridad y ya vamos para seis años de gobierno y no se ve claro”.

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