Profesores y administrativos de la UdeG recibirán aumento salarial

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Tanto los profesores, como los trabajadores administrativos de la Universidad de Guadalajara (UdeG), iniciaron el periodo vacacional con la certeza y tranquilidad de que recibirían un incremento del 4.25 y 4.5 por ciento, respectivamente, en su salario al regreso de vacaciones. El incremento será retroactivo a partir del día primero de enero del presente año.
Este fue el acuerdo a que llegaron los representantes del Sindicato íšnico de Trabajadores de la Universidad de Guadalajara (SUTUdeG) y el Sindicato de Trabajadores Académicos de la Universidad de Guadalajara (STAUdeG), casi una semana antes de iniciar el periodo vacacional.
En la referida fecha el Rector general de la UdeG, Carlos Briseño Torres, firmó el contrato colectivo con los representantes de ambos sindicatos: Patricia Retamoza Vega, por los trabajadores académicos, y Jorge Antonio Pérez Salas, por los trabajadores administrativos.
Ambos líderes sindicales aseguraron que el incremento que otorgó la Universidad es histórico y el más alto en los últimos 25 años. Sin embargo, prometen trabajar más para conseguir el próximo año un aumento mayor, ya que a pesar de sus logros y de lo que asegura el Banco de México, afirman que los salarios se encuentran aún por debajo de la inflación.
No sólo consiguieron un incremento salarial directo a nómina, sino también en las prestaciones, con origen en algunas modificaciones a las cláusulas del contrato colectivo para beneficiar a los trabajadores, y medidas rigurosas para hacerlas respetar, pues ambos sindicatos presentaron pruebas de varias violaciones a los contratos, como retraso en el pago de nómina, cambios en la carga horaria para profesores o de turno repentinamente.
Al respecto, el Rector general indicó durante la firma de los contratos, que sancionarán a todo el que violente el contrato colectivo de trabajo. “Hay funcionarios que no respetan la ley y vamos a sancionar”.
Exhortó al personal universitario para que vigile y denuncie las posibles irregularidades.
Los académicos lograron beneficios importantes: un 12.5 por ciento más en aguinaldo, un 11.11 por ciento de incremento a la prima vacacional, un 21 por ciento en ayuda al transporte y un 200 por ciento extra en apoyo al pago de matrícula para estudios de posgrado.
En cuanto a los trabajadores administrativos, los beneficios obtenidos fueron cinco días más en el pago de aguinaldo (un total de 45), incremento del 3.38 al 4 por ciento en ayuda para transporte, tres días más de pago de prima vacacional (un total de 30 días anuales) y tres días con goce de sueldo para el cuidado de los hijos menores de 12 años en caso de que lleguen a enfermarse.
Briseño Torres enfantizó en un comunicado, la importancia de mantener la cordialidad entre los sindicatos y las autoridades universitarias: “Estamos dando el primero de muchos pasos que daremos para mejorar las percepciones económicas y las condiciones laborales de los elementos más importantes de la comunidad universitaria: sus profesores y trabajadores. Ninguna universidad pública en el país ha hecho el esfuerzo que ahora estamos haciendo en la Universidad de Guadalajara para otorgar estos incrementos adicionales. Esos miles de seres humanos que laboran en la Universidad merecen mejorar y no pueden ser olvidados en el recuento de los grandes logros de la institución”.
Para llegar al convenio el camino no resultó fácil. Aseguraron ambos líderes sindicales que las negociaciones, de casi tres meses, se dieron a lo largo de distintas reuniones con las autoridades universitarias correspondientes.
El representante del SUTUdeG, Jorge Antonio Pérez Salas, comentó que emplazaron a huelga desde el 15 de diciembre. Sin embargo, dos meses después aún no habían llegado a ningún acuerdo, pues la Universidad tenía entre sus prioridades el presupuesto inicial y algunas cuestiones internas que impedían que ambas partes se sentaran a dialogar.
Las negociaciones “fueron difíciles y complejas, pero en un ámbito de cordialidad y respeto con las autoridades”, comentó Pérez Salas.
Conforme a la Junta de Conciliación y Arbitraje, hubo una prórroga del acuerdo hasta el 17 de abril. Como antecedentes, a inicios de febrero llegaron a una negociación directa, sentándose a platicar durante días la comisión del SUTUdeG y la comisión por parte de la autoridad universitaria, que encabezó el vicerrector Gabriel Torres Espinosa. Finalmente el 11 de marzo firmaron los contratos colectivos.
El incremento inicial que pedían los trabajadores administrativos era de un 20 por ciento directo a la nomina. Desde un principio el mismo líder sindical tomó en cuenta que no lo conseguiría, pues “siempre se inicia pidiendo más de lo esperado, para alcanzar a obtener lo que se necesita”.
Pérez Salas consultó investigaciones que concluían que el salario justo para los trabajadores, de acuerdo con la inflación, debería de ser del nueve por ciento, punto de vista que no comparte el Banco de México.
El 4.5 por ciento obtenido tiene como origen que en el presupuesto “ya viene etiquetado el salario que se tiene que dar a la Universidad y a todas las universidades del país. Así lo marca la Secretaría de Educación Pública (SEP) a nivel federal”.
Este fue uno de los mejores incrementos de los últimos años, pues “el año pasado el aumento llegó al 3.5 por ciento. El año anterior al pasado fue menor”.
Algunos otros de los beneficios que ampara el contrato colectivo, fueron mayores aportaciones económicas para el festejo navideño, la celebración del día del jubilado y pensionado, así como para festejar el día del trabajador.
“Esos apoyos están dentro de las cláusulas del contrato colectivo del trabajo. En total son como 25 cláusulas modificadas, y ahora son mejores que como estaban”.
Aseguró el líder sindical que seguirá luchando por un aumento mayor a lo que estipula la SEP, pero reconoce que será difícil, porque no se puede negociar directamente con las autoridades.
Destacó que existe un ambiente de cordialidad entre el sindicato y las autoridades universitarias, pues “el administrativo es un trabajador muy noble”.
En cuanto al STAUdeG, comenta la representante sindical, Patricia Retamosa Vega, que presentaron el 29 de noviembre del año anterior, en tiempo y forma, ante la Junta de Conciliación y Arbitraje, el emplazamiento a huelga. Luego presentó en enero una primer prórroga, porque las negociaciones iban por buen camino, aunque “demasiado lentas por parte de la Universidad”.
Fue hasta marzo cuando las negociaciones entre el sindicato y la Universidad se dieron de manera concreta. “Nos reuníamos. Durábamos de tres a cinco horas y salíamos y no había acuerdos. Entonces nos pusimos como meta llevar a cabo las negociaciones y que éstas llegaran a su fin antes de la salida de vacaciones, para que todos los trabajadores se fueran con la certeza de que la huelga se había conjurado y cuáles serían los beneficios que iban a obtener ellos”.
Al igual que el sindicato de trabajadores administrativos, el STAUdeG consiguió con la firma del contrato colectivo, entre otras cuestiones, un incremento salarial, el reconocimiento de las violaciones de algunas cláusulas del contrato colectivo y la revisión contractual del mismo contrato para solicitar las modificaciones correspondientes, con el fin de mejorar la situación laboral del profesor universitario, aseguró la representante sindical.
A pesar de que aún no se ha conseguido por parte de ningún sindicato el aumento que realmente equilibraría la inflación con los salarios, ambos líderes sindicales coincidieron en que la huelga no era la mejor opción, pues del total de las universidades del país que lo hicieron, ninguna consiguió incrementar el salario.
Los representantes de ambos sindicatos se dijeron conscientes de los daños que provocarían a la Universidad con una huelga, por lo que prefirieron llevar las negociaciones de manera pacífica, cordial y mediante el diálogo.

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