El joven Juan José Arreola

Académicos realizaron trabajo multidisciplinario para documentar la infancia del autor de La feria

Llevar a la población común una parte de lo que fue la vida del escritor Juan José Arreola, como su infancia y su juventud, es una de las finalidades del documental titulado El joven Arreola y la Biblioteca de Guillermo Jiménez, estrenado recientemente en Ciudad Guzmán.

Esta producción es un trabajo conjunto entre miembros del Cuerpo Académico UDG-CA-1085 Letras y Periodismo del Centro Universitario del Sur (CUSur) y algunos colaboradores, compartió Ricardo Sígala, uno de los participantes en el proyecto, quien señaló que cuentan con una línea de investigación relacionada con estudios de literatura regional y en el contexto del centenario del natalicio de Juan José Arreola en el 2018 pensaron en hacer un trabajo multidisciplinario más allá de los estudios literarios, con un acercamiento de trabajo con el Laboratorio de Periodismo.

“Platicando sobre posibles proyectos que tuvieran que ver con la divulgación, más que con los estudios literarios especializados, pensamos que sería interesante hacer un documental sobre Arreola en una veta poco explorada, que tenía que ver con su infancia lectora. Se habla mucho de cuando se fue a Guadalajara después a la Ciudad de México, su viaje a París, en sus años de formación, pero se habla menos de esta etapa de la infancia y quisimos explorarlo”.

Explicó que uno de los aspectos de los que da cuenta el documental que resulta muy relevante, es que el escritor tuvo un contexto muy favorable para el desarrollo intelectual y literario desde niño, ya que además de formar parte de una familia que tenía una inclinación clara por la cultura, la ciencia, los libros y tener un tío científico, había un contexto social muy interesado en la cultura.

“Había personas que tenían bibliotecas particulares muy avanzadas para su tiempo y siendo un chico de 12 años pudo leer libros en apariencia inaccesibles, estamos hablando de 1930, acababa de terminar la Revolución, la Guerra Cristera y libros relativamente recientes no los  leyó en su casa, sino en la biblioteca de un personaje: Alfredo Velasco Cisneros, misma biblioteca que fue enriquecida por otro escritor de la región: Guillermo Jiménez, quien estuvo en la ciudad de México y que fue funcionario de la embajada de México en Madrid, París, Austria y el surtió de libros a esta biblioteca con las novedades literarias que iba encontrando”.

Señaó que la idea inicial era realizar un cortometraje, pero fue tanta la información recabada que terminó en un documental de casi una hora con entrevistas a personas cercanas al escritor, como su hermana Virginia, su amigo Vicente Preciado Zacarías y su hijo Orso, en un trabajó de tres años.

“Hay planes de llevarlo a algunos encuentros de documentales, aún no hay nada específico, pero ya se encuentra disponible en el canal de YouTube del Laboratorio de periodismo del CUSur. Los invito a que los vean sobre todo a la gente que no tiene mucho conocimiento del tema, nos interesa el aspecto de divulgación, pensamos que este tipo de materiales pueden ser usados como formación integral en las universidades o estímulo de introducción a la cultura en la educación media superior y secundarias, creemos que puede tener ese carácter didáctico”.

Ahora, como parte de los proyectos y derivado de la información obtenida, buscan realizar algunas otras producciones como un documental de las bibliotecas personales que identificaron en el último siglo en Ciudad Guzmán, donde hay una cultura de la biblioteca particular, así como desarrollar más sobre algunos de los personajes aparentemente secundarios del documental como Guillermo Jiménez, que fue un escritor que publicó una veintena de libros igual que Alfredo Velasco Cisneros, dueño de la biblioteca particular de la que se habla en el documental.

“Vamos a continuar con estos proyectos, la gente de letras hispánicas no estábamos acostumbrados a hacer este tipo de trabajos más de cultura audiovisual y nos apoyamos mucho con el grupo de periodismo que es líder de este trabajo y queremos llevar nuestros estudios literarios más allá de un texto especializado, sino a la divulgación audiovisual que puede tener más impacto en la población”.

En la realización del documental participaron además Javier Zepeda, Rosa Eugenia García, Lenin Aceves, Ariana García, Sarahi Ignacio, Hiram Ruvalcaba  y Luis Alberto Pérez.

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