Preparatoria de Jalisco 95 años educando

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Atravesar el mismo pórtico y recibir clases en el mismo salón donde años atrás estudiara el ex rector de la Universidad de Guadalajara, José Parres Arias, quien del pupitre pasaría al escritorio de la Escuela Preparatoria de Jalisco, para dirigir el plantel educativo en dos periodos (1938-1939, 1966-1971) impulsando la reforma educativa del bachillerato; es una sensación que se percibe en el ambiente respetuoso y juvenil de este recinto.
Nos remontamos más en la historia, noventa y cinco años atrás, en 1914, cuando “se respiraba cierta paz porfiriana”, como lo indica Guillermo R. Enciso autor de la monografía Escuela Preparatoria de Jalisco. En aquel entonces, José Guadalupe Zuno Hernández, gobernador del estado, normó la organización de la escuela como dependencia Universitaria. Para ese año la prepa era la primera y única institución educativa a ese nivel en Guadalajara, y ya contaba con 183 alumnos que posteriormente serían gobernadores, deportistas, políticos e investigadores.
En la actualidad, el plantel compite con más de 15 escuelas, por lo que hacen un mayor esfuerzo para sobresalir. Su matrícula supera los 3 mil 300 estudiantes que en sus tres turnos estudian en un nuevo modelo de bachillerato por competencia, en un edificio de estilo francés neoclásico del siglo XVIII, y cuyos salones alcanzan los casi cinco metros de altura, medida que no es limitante para explorar el talento de los alumnos que sobresalen a nivel estatal y nacional en competiciones de física, biología, química y literatura.
Con un pasado a cuestas que se siente en los balaustres que erigen este patrimonio de la Universidad de Guadalajara, el director de la Preparatoria de Jalisco, Carlos Peña Razo, con un año en la administración, dice que el reto principal que enfrentan es acoplar el nuevo modelo educativo de bachillerato por competencia para una mejor integración.
“Lo más difícil ha sido convencer a los maestros, quienes estaban ya trabajando en otro sistema. A esto se suma el problema de espacio.  La falta de espacios, la infraestructura no tienen toda la que se pide para este nuevo modelo educativo”.
Por su parte, Javier Canales Lares, secretario de la preparatoria, indica que el perfil del egresado se divide en dos, dependiendo de los dos distintos planes de estudio. El bachillerato general dejaba preparados a los jóvenes para continuar sus estudios superiores como profesionistas. Ahora con este nuevo plan de estudios, el egresado saldrá con herramientas para incorporarse a la actividad productiva con un segundo idioma.
Agrega Canales Lares, con su característico tomo amable, que la participación de los padres es crucial para complementar el desarrollo académico del alumno y obtener mayores alcances educativos y humanos. “Es un trabajo en conjunto entre la familia y la academia”. Trabajo, dedicación y respeto que se respira en esta escuela, donde los alumnos y maestros se perciben como un todo.
Y es así como el esfuerzo rinde sus frutos con los logros, tal como lo expresa con orgullo Peña Rizo, “estudiantes han sobresalido en varias áreas tanto científicas como humanísticas y deportivas, obteniendo el reconocimiento en primeros y segundos lugares”.
 Acervo humano e histórico
El alumno de la prepa, cuenta con el valioso aporte dejado por los sacerdotes jesuitas, laboratorios de física, química y biología, equipados entre 1904 y 1914, tiempo en que se terminó de construir la biblioteca José Cornejo Franco, donde el ébano moldeado a estilo neoclásico resguarda libros y volúmenes únicos y valiosos que datan de 1700, como el ejemplar del Diccionario de literatura.
Teniendo a su cuidado este valioso acervo cultural e histórico de Jalisco, el financiamiento de la prepa se basa en el otorgamiento del SEMS y la contribución semestral de 200 pesos por alumno que se utiliza para el mantenimiento de la escuela y para algunos programas de concientización ecología que llevan en conjunto con autoridades municipales en la zona centro de la ciudad.
Educación de calidad,  resguardo cultural, investigación científica, compromiso y servicio social; son pilares fundamentales para la formación ciudadana y profesional de las nuevas generaciones que a partir de este lunes conmemoran los 95 años de la Preparatoria de Jalisco, con el reconocimiento público de los alumnos como ejemplos de éxito, estímulo que busca motivarlos para que continúen estudiando, investigando y superándose en el área que ellos han seleccionado para su desarrollo profesional.

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