Por un diseño del futuro

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El futuro se construye cada día y no es un hecho consumado. Elegir el destino que deseamos puede sonar complicado, pero si un individuo aplica la prospectiva puede alcanzar el futuro que se programe, asegura el experto en planeación estratégica y prospectiva, Tomás Miklós.
La idea no sólo consiste en imaginar qué queremos en el futuro a corto y mediano plazo. Hay que establecer metas posibles, señala el especialista. “Es conveniente diseñar esos escenarios y escoger de entre ellos el mejor de los futuros posibles. Tiene que ser mejor y tiene que ser posible. Debe evaluarse y apreciarse para saber si es factible y si rompe el tradicional ‘más de lo mismo’”.
En la vida cotidiana tomamos acciones planeadas previamente, con el fin de realizar un objetivo. Por ejemplo, si planeamos ir al cine, qué película deseamos ver y la hora y el lugar. Cuando estas acciones buscan conquistar un objetivo social es necesario que la población visualice los objetivos comunes y haga una planeación para conquistarlos. Según explicó el experto, esto es parte de la ciencia y arte de la prospectiva.
“Hoy en día somos muy conscientes de los cambios que ocurren en el mundo entero, también en nuestro país, por eso debemos estar mejor preparados para confrontar y resolver problemas de ese mundo, que es diferente y que en cierta medida es incierto. La incertidumbre se encuentra dentro de lo que nos ocurre hoy en día”. En el caso de México, Miklós dijo que es un país con excelentes potencialidades gracias a su ubicación, pero requiere desarrollar una competitividad que no tiene. “México tiene extraordinarias posibilidades y potencialidades. Éstas tampoco se van a dar de manera mágica. Por ejemplo, dentro de 30 años en México puede haber una enorme oportunidad por los costos del transporte que se están viendo en el mundo entero”.
La prospectiva permite armonizar y ensamblar esfuerzos para cumplir el objetivo mediante un cambio de paradigma que permita alcanzar otros escenarios, dijo el futurólogo, por lo que pronosticó que “en el mundo de mañana tenemos oportunidades excepcionales pero se necesita de una alta calidad educativa, esa es la formación de la gente que necesitamos”.
Agregó que la visión que pronostica para el país no es de globalización sino de mundialización. El fin es explotar sus puntos favorables. “México tiene enormes y gigantescas características de innovación, de creatividad, de espíritu familiar que muchos otros países no tienen. Eso lo debemos explorar y explotar para nuestro propio beneficio”.
Para aplicar la prospectiva se ha de tener claro cuál es el objetivo que se puede alcanzar y posteriormente establecer etapas para alcanzarlo, fases que deben escapar de la fantasía y de la ficción. Deben ser realistas y deben escapar de lo que se ha hecho de manera tradicional. “Hay que tomar las riendas y crear el futuro que queremos. Hay que visualizar cuál es el mejor futuro, cómo lo podemos explotar y hacer las estrategias que permitan construirlo. La estrategia fundamental es la educación”.
En la FIL, Tomás Miklós presentará el libro Prospectiva, gobernabilidad y riesgo político, del cual es coautor.

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