Imaginen una noche sin energía eléctrica que les impida ver televisión. Si se les acabó la batería del celular, ya no podrán llamar a sus amigos. Tampoco escuchar música, ni navegar por internet. Creo que esto les parece espantoso, pero hay mexicanos sin acceso a la energía eléctrica y eso no es justo, enfatizó la investigadora Julia Tagí¼eña Parga, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
En fechas pasadas la estudiosa dictó la conferencia “El uso de la energía y cambio climático”, en el paraninfo Enrique Díaz de León. Con esta plática, la número 100 del programa Un lugar para la ciencia, actividad de divulgación, celebra 12 años de existencia.
Política equivocada
De acuerdo con la Comisión Federal de Electricidad, alrededor de 80 millones de personas en México cuentan con energía eléctrica y el resto no (aproximadamente 20 millones).
El desarrollo sustentable es más que propaganda. Debe ser una meta. Significa energía repartida de forma equitativa y crecimiento, pero sin comprometer a las siguientes generaciones.
“En realidad hemos tenido una política equivocada. Porque hemos hecho lo fácil, pero no hemos cuidado lo suficiente el medio ambiente. Tampoco está claro el costo social de lo que hacemos. Entonces, necesariamente debe haber un cambio de política nacional respecto al uso de energías”.
Tal evolución es complicada y más para México, que ha vivido del petróleo: 35 por ciento de los ingresos presupuestarios del gobierno. Uno de los problemas es que se está agotando. “Imaginen la crisis que nos llegará si no tomamos medidas a partir de ahora”.
Tagí¼eña Parga, miembro del Sistema Nacional de Investigadores, nivel III, destacó que se requiere de un profundo cambio social, crear nuevos paradigmas, como disminuir el uso y abuso de combustibles fósiles, que generan problemas, como el cambio climático, preferir energías renovables y establecer normas de consumo mundial.
Efectos
La investigadora del Centro de Investigación en Energía, de la UNAM, aseguró que “el clima está cambiando y es preocupante. La Tierra es cada vez más caliente. La temperatura superficial de la misma aumentó .6 grados centígrados en el siglo pasado y si no lo detenemos, el aumento puede ser irremediable”.
Agregó que es importante entender el efecto invernadero, ya que esto provoca el calentamiento global. En poca cantidad es bueno, de lo contrario no habría vida en el planeta, puesto que sería muy frío. “Pero, si se nos pasa la mano, nos afecta”. Lo que está pasando es que una mayor concentración de dióxido de carbono (CO2) proveniente del uso de combustibles fósiles eleva la retención de la energía solar. Esto aumenta la temperatura global, derrite los glaciales, altera los ecosistemas, sube el nivel del mar y genera ondas de calor.
Diversificación de fuentes de energía
Tagí¼eña Parga indicó que la posición moderna debe ser la diversificación de fuentes energéticas. Sobre todo el uso de las renovables (solar, eólica, biomasa, geotermia e hidráulica).
“No obstante, no todas las propuestas son aceptadas. Todas tienen pros y contras. Y de alguna manera afectamos al medio ambiente. Por eso deben realizarse estudios prospectivos, para tomar decisiones inteligentes y en esto la ciencia puede ayudar mucho”.
Destacó que el uso de tales fuentes traería beneficios, como reducción de contaminantes que causan el calentamiento global. Además, se podrían generar empleos, no habrá guerras causadas por el petróleo y dará mayor equidad al área rural.
Invitó a la población a promover y tomar diversas acciones, como usar focos ahorradores. “Si ustedes cambian a un foco ahorrador, gastan un cuarto de la energía. En realidad la fuente de la energía más barata y menos contaminante, es su ahorro”.
Si la población mexicana apaga la luz cuando no la utiliza, disminuye el uso de la lavadora, reduce el tiempo de la ducha, entre otras conductas, disminuiría al año 75 dólares el gasto en energía y “reduciríamos 900 millones de toneladas de CO2”, lo que equivale al 15 por ciento de todo lo que emite Estados Unidos.
