Perspectivas sombrías para IES

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MDF90610011. Nuevo reconocimiento. La UNAM fue galardonada hoy con el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades 2009. NOTIMEX/FOTO/UNAM/COR/EDU/

El llamado del Gobierno Federal para un recorte voluntario no impactará en las Instituciones de Educación Superior (IES) públicas del país. La preocupación ahora debe centrarse en las previsiones para el próximo año, a casi dos meses y medio que sea presentado el proyecto presupuestal de 2010, indicó el maestro Carlos Pallán Figueroa, asesor del director general del Instituto Politécnico Nacional.
“Las perspectivas son sombrías. No se va a repetir una situación como la de 2009, ahora que se ha asegurado el precio del petróleo. Sin embargo, habrá una recaudación fiscal menor, si el hidrocarburo no tiene una recuperación. Hay que recordar que la parte de este combustible significa un 40 por ciento de las finanzas públicas”.
No obstante, al momento de los presupuestos cada sector va a pelear por considerarse un sector clave, estratégico. El sector de educación pública e investigación científica y tecnológica pública van a ser afectados el próximo año, dijo el ex rector de la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Azcapotzalco.
Pallán Figueroa calificó como muy bueno el trabajo del grupo de los rectores dentro de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES), y la propia secretaría general de la ANUIES, para influir en el proyecto presupuestal. Por lo que espera que no haya grandes descensos en las asignaciones y que la Cámara pudiese otorgar recursos adicionales como ha venido sucediendo en los últimos años.
“Aunque no se diga expresamente, los legisladores han sido sensibles y convertido en gestores valiosos. Es el caso del presidente de la Comisión de Educación, en donde aunque no lo digan, han contemplado al sector del gasto educativo como un sector fundamentalmente de inversión y no de gasto”.
Al respecto, el ex secretario general ejecutivo de la ANUIES refirió que muchos decisores tanto en el poder ejecutivo como en el legislativo son poco sensibles a una argumentación de tomar a la educación como una inversión y no un gasto, y que los rendimientos en educación serán siempre a largo plazo superiores que en otras esferas.
“Invertir en educación significa sueldos, salarios, consumibles, gastos diversos. Por lo que hay que revisar en que se esta aplicando el gasto. Hay un gasto ineficiente en algunas áreas del sector educativo y en otras uno muy urgente. De tal forma que la canalización de los recursos no se hace con la racionalidad con que debiera”.

Gasto público y educación

Doctora Elia Marum Espinosa, directora del Centro para la Calidad e Innovación de la Educación Superior, del CUCEA

La educación superior, como todo el sector educativo en México, son parte del Gasto Social del gobierno y éste es considerado gasto improductivo por las políticas gubernamentales (que no públicas) derivadas del llamado Consenso de Washington, base del actual neoliberalismo sustentado en considerar el achicamiento de la actividad del gobierno, ya que el mercado y su lógica son lo ideal para resolver los problemas de un país, tanto en lo social como en lo económico y cultural, de ahí que el dinero asignado por el gobierno a la educación se vea como un gasto y no como una inversión.
Aunque el Banco Mundial propone, a quienes le piden prestado o le deben, como invertirse en los diferentes niveles educativos según el rendimiento económico  de este dinero, su posición ha cambiado y antes consideraba que la educación superior tenía un rendimiento (tasa de retorno) bajo para la sociedad y por tanto el gobierno debía invertir más en educación básica que tenía un rendimiento mayor. Ahora considera que la educación superior si tiene un rendimiento alto y por ello debe asignársele mayor presupuesto.Â
Lo mismo “sugiere” la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), como organización de países ricos (a la cual no deberíamos pertenecer, pero intereses particulares nos mantienen ahí), quien considera a la educación superior y a la investigación y desarrollo científico y tecnológico como uno de los pilares y motores para el desarrollo de un país, en especial para el combate a la pobreza y al desempleo.
Sin embargo, el gobierno mexicano ha seguido solo las recomendaciones parcialmente y en lugar de impulsar una política anticrisis clara, ha seguido una política fiscal que genera mayor desempleo y pobreza y no crea amortiguadores al golpe externo, sino por el contrario lo amplía.
La política fiscal en la parte de ingresos gubernamentales es pésima, la recaudación fiscal de alrededor de 12 por ciento es de las más bajas del  mundo. En México por la consolidación fiscal las grandes empresas no pagan impuestos o pagan cantidades irrisorias, el capital especulativo en la Bolsa tampoco, hay una altísima evasión y elusión fiscal y así no se tienen los ingresos necesarios para  solventar los gastos gubernamentales y se sigue dependiendo de los ingresos petroleros.
Por el lado de la política fiscal en la parte de gasto público, no se han revisado ni reestructurado los procesos y la gestión que se realiza en los tres órdenes y niveles gubernamentales, se tienen secretarías en exceso e ineficientes como la misma Secretaría de Hacienda que capta la mayor parte de ingresos por el IVA,  o como el número de diputados y senadores, al igual que los insultantes altísimos ingresos de los funcionarios y políticos.
En estas condiciones, con un gasto público abultado ineficientemente y que no se quiere reestructurar para no tocar los privilegios de unos cuantos y con ingresos fiscales precarios que no alcanzan para cubrir ese gasto, se plantean recortes “voluntarios” a las universidades públicas, cuando el dinero destinado a ellas y a la investigación científica y tecnológica que realizan y que es casi el 80 por ciento de la que se hace en el país, no cubre los mínimos recomendados por la Unesco y la propia OCDE de 1 por ciento del PIB para educación superior  e igual para ciencia y tecnología, y cuando tenemos una atención del 28 por ciento de los jóvenes que tienen derecho a la universidad, mientras que nuestros competidores como E.U. y Canadá atienen en educación superior hasta al 80 por ciento de los jóvenes y países de AL y Europa superan el 40 por ciento recomendado.
Con este tipo de lógica de recortes voluntarios, que buscarán hacerlos realidad en el presupuesto de 2010, agravaremos las condiciones de inseguridad, corrupción y economía criminal, seguiremos dependiendo de la ciencia y la tecnología de los países desarrollados y México verá canceladas sus posibilidades de desarrollo y no tendrá viabilidad para resolver sus graves rezagos sociales. Estamos al borde del precipicio y con estas políticas daremos un paso adelante.

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