Los dueños de espacios dedicados al esparcimiento de la comunidad gay denuncian presión de parte del director de padrón y licencias del ayuntamiento de Guadalajara, Juan Michel Parra.
Carlos Oceguera, propietario del bar “La Prisciliana”, denunció que el funcionario en reuniones con cada uno de los propietarios de estos giros, les advirtió que “a través de la Villa panamericana se atraerá el turismo nacional e internacional y que quieren limpiar el centro de la ciudad y quitar a las personas que a su criterio tienen un estilo de vida diferente y que ellos consideran que lo afean”.
En la calle Prisciliano Sánchez 407 está la discoteque Caudillos. Alfonso Acosta es el dueño y hace 11 años que compró esa casa. Ésta data de 1907, por lo que fue necesario rehabilitar la construcción. Por ello recibió el tercer lugar por parte del ayuntamiento de Guadalajara como una de las casas antiguas rescatadas.
Alfonso Acosta señaló que “en definitivo él quiere (el director de padrón y licencias) que nos quitemos de ahí, a pesar de que esta zona está reactivada económicamente por nosotros. Cuando puse mi negocio hace 11 años, el sitio era un rincón peligroso y olvidado”.
Para este empresario, simplemente es una petición fuera de lugar. Señaló que “abiertamente nos dijeron que nuestros negocios no van con su proyecto. Nos han quitado una hora extra y a las discoteques ubicadas de Federalismo hacia arriba, no. Esto es algo discriminatorio”.
A pesar de las presiones, Enrique Márquez, dueño de la discoteque Circus, aclara que no se irán del centro de la ciudad: “Lo principal que vamos hacer es quedarnos, quedarnos a seguir trabajando”.
En Medios UDG Noticias, de Radio Universidad el director de padrón y licencias, Juan Michel Parra, aclaró que sólo era una invitación, pero en reunión con el empresario, dijo: “la intención es que sea una medida general. Vamos hacer estrictos en este primero cuadro y de entrada desincentivar las horas extras y posteriormente serán más agresivas las revisiones”.
A través de una grabación de una reunión entre Enrique Márquez y el director de padrón y licencias, conocimos cómo lo atendió el funcionario. “Todos sabemos lo que representa la catedral para la comunidad. No hablo de religión. La catedral es un edificio. Cuando yo digo enfrente de la catedral no se va a poner ningún establecimiento que pueda afectar las condiciones de la zona, no es por la religión, sino por lo que el inmueblerepresenta.” De esta forma se refirió a la necesidad de reubicar los antros y bares gays.
En un mapa con la ubicación de los bares y discoteques gays, que lleva por título “Guía rosa” de Guadalajara, establecieron que deben haber más de cinco cuadras entre la catedral y un bar gay, pero la cantina La fuente está muy cerca.
Ninguno de los empresarios que dijeron recibir presiones de parte del director de padrón y licencias, tienen su bar cercano a la catedral. En el artículo 66, el reglamento de giros comerciales señala que éstos “deberán estar a una distancia mayor de 150 metros de escuelas, hospicios, hospitales y centros de culto religioso”.
En la reunión entre el director de padrón y licencias con el empresario, éste le dijo: “la tendencia en Guadalajara y en todas las ciudades (bueno, no en todas las ciudades del mundo, pero sí en gran parte de éstas) es limpiar las zonas del centro histórico. ¿Cómo se va a limpiar? Haciendo zonas más familiares. No quiero decir que los niños vayan a las dos de la mañana, pero puede ser una zona más moderada”.
En entrevista en Medios UDG Noticias, de Radio Universidad este funcionario respondió a estos señalamientos. Aseguró que la medida no era una para hostigar, sino una invitación: “Si la solución es invitarlos a que puedan encontrar domicilios más adecuados, tendremos que hacerlo de manera gradual, pero insisto que no existe una instrucción por parte del presidente municipal de Guadalajara para que retiremos estos establecimientos del centro”.
En la grabación referida, el funcionario explicó: “quiero ser muy claro. Mis acciones o las acciones que ha emprendido el presidente municipal para regular las condiciones de convivencia en el centro de la ciudad, no son un acto de homofobia”. Al referirse al asunto de la catedral, admitió que “no utilicé las palabras adecuadas con este empresario al hablar de la catedral como un edificio importante. Pude haber hablado del Cabañas o del teatro Degollado”.
Los empresarios y dueños de bares y discoteques dijeron que el funcionario les advirtió que por los juegos Panamericanos tendrían que cambiar de lugar. Al preguntarle esto al director de padrón y licencias, corrigió: “los juegos Panamericanos, te reitero, son la excusa para tener una mejor ciudad”. Y aclaró que no presionarán para cambiar de ubicación a los bares y antros destinados a la comunidad gay. “No tengo ninguna indicación”.
