Palabras en technicolor

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El misterio es lo que le da solidez a una historia y ésta puede surgir de dos fuentes: la literatura o la experiencia propia. Es de las experiencias de vida de donde han surgido las historias del escritor y director de cine Guillermo Arriaga, quien participó al lado del escritor Vicente Leñero en el Talent Campus del Festival Internacional de Cine en Guadalajara, realizado en colaboración con el Berlinale Talent Campus del Festival Internacional de Cine de Berlín y el cual para esta edición tiene como enfoque la narrativa cinematográfica.
“La gran mayoría de las historias tienen que ver con experiencias personales. Por ejemplo, Amores Perros es prácticamente la historia de mi perro (…) Babel surge cuando tenía 12 años un día que fuimos a cazar y vi que en la caja de las balas decía: ‘Alcance: cinco millas’, (…) y 21 gramos surge cuando a mí se me infectó la membrana que rodea el corazón (…) de sólo imaginar que se sentiría tener el corazón de alguien dentro de ti”, dijo Guillermo Arriaga, quien recibió en el Festival Internacional de Cine de Cannes en 2005 el premio al mejor guión por Los tres entierros de Melquíades Estrada.
Ante un público de más de 50 estudiantes de cine de la ciudad, así como nacionales y extranjeros, Vicente Leñero, guionista de la película El crimen del padre Amaro, comentó que lo más difícil para escribir un guión es hacer transcurrir el tiempo. “En el caso de El callejón de los milagros, lo que me pareció un problema para el guión de cine es que iba a resultar una película muy aburrida porque iba a tardar mucho en desatarse el drama de los personajes que viven en ese callejón. Yo sentía que si seguía el curso de la novela resultaría muy aburrida puesto que hasta los dos últimos capítulos sucedía todo. Para vencer ese reto se me ocurrió una estructura de dividirla en pequeños cuentos y que generara tensión cada 20 minutos”.

Leer una historia en otro lenguaje
Una historia puede ser escrita para diferentes modelos narrativos: para cine, teatro o como una novela. A pesar de ser la misma historia, el lenguaje es distinto y la solidez, de principio a fin, la dará la manera en contarla, explicó Vicente Leñero, quien hizo énfasis en su gusto por la adaptación. “Me gusta pensar en la traslación de un lenguaje como la novela a otro lenguaje como puede ser el cine. Es un ejercicio de recreación, no de creación original. Es una lectura que le ofrece al escritor de cine la posibilidad de ensayar esa historia en otro lenguaje”.
Leñero, autor de obras como Los albañiles, escrita originalmente como novela y que ha sido adaptada a teatro y cine, agregó que “más que ser un creador de historias de cine, he logrado ser, o por lo menos de lo que más orgulloso me siento, un adaptador de historias de otros”.

¿Cómo escribir cine?
La gran lección de la literatura es que cada historia tiene una forma distinta de ser contada. Conocer a fondo los personajes y tener un argumento son recomendaciones inútiles en el cine, considera Arriaga, quien dice que el secreto es mantener el misterio en los personajes. “Yo procuro no saber nada de mis personajes porque no sé cómo me van a sorprender; no puedo escribir un argumento ya que no se cómo se va a desarrollar la historia. No digo que esto sea lo correcto, pero cada escritor encuentra su propia forma de contar historias y al mismo tiempo cada historia encuentra su mejor forma de ser narrada”.
Además, sus reglas personales consisten en siempre cuestionar a los personajes, evitar escribir diálogos de más de dos líneas y escenas de más de una página, así como trabajar con un equipo de actores y de producción con quien se tengan gustos afines. Asegura que estas herramientas darán buen resultado. “Todo tiene que ver con el gusto”.
Leñero coincidió con lo anterior y aseguró que es fundamental obsesionarse con la historia, tanto el autor cuando la escribe, como el espectador cuando la ve, o el lector cuando la lee: “No podemos sorprender a otros, si no nos sorprendemos a nosotros mismos al estar escribiendo”.

Escribir lo que se puede
Guillermo Arriaga, director y escritor de Lejos de la tierra quemada (The Burning Plain), ópera prima en la que desempeña el papel de director y escritor, y en la que participan los actores Charlize Theron y Kim Basinger, reconoció la influencia de Leñero en sus historias (y no la de Quentin Tarantino) y explicó que los críticos realizan un análisis racional de las historias, proceso que no experimentan los creadores, quienes “escriben lo que pueden y no lo que quieren”.
Arriaga resaltó que los términos guión y guionista son peyorativos debido a que sus historias de vida, son tan respetables como otras obras. “Todas las historias que he escrito son historias sumamente personales, cualquiera que lea mis novelas y vea lo que he escrito para cine se dará cuenta que pertenecen a un mismo corpus temático, no es simplemente una guía, a mí me parece que es una obra que merece ser tan respetada como cualquier otra. Por eso siempre he dicho que es una obra de cine”.

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